Zohran Mamdani, un alcalde musulmán para la final del Mundial de Trump
Zohran Mamdani, elegido ayer primer alcalde musulmán en la historia de Nueva York, tenía dieciocho años cuando vivió el que aún hoy recuerda como su “mayor trauma deportivo”. No habló de ...
Zohran Mamdani, elegido ayer primer alcalde musulmán en la historia de Nueva York, tenía dieciocho años cuando vivió el que aún hoy recuerda como su “mayor trauma deportivo”. No habló de sus amados Mets (béisbol) ni de los Giants (fútbol americano). Su trauma fue la derrota de Ghana contra Uruguay en cuartos de final del Mundial de Sudáfrica 2010. “Esa mano ilegal de Luis Suárez”, se lamentó en una entrevista reciente. El goleador uruguayo voló sobre la línea y su mano penal evitó la caída en el último minuto del tiempo suplementario. Uruguay terminó ganando 4-2 en los penales. Y Mamdani, presente esa noche en el Soccer Stadium de Johannesburgo, lloró desconsolado. Soñaba con Ghana finalista. África campeona mundial.
Su segundo nombre, Kwane, es homenaje de su padre, Mahmood Mamdani (académico y escritor africanista), a Kwane Nkrumah, líder anticolonialista y de izquierda, primer presidente de la Ghana independizada de Gran Bretaña, hasta que fue derrocado por la CIA en 1966. Diáspora india del sudeste africano, el abuelo nació en lo que hoy es Tanzania. Mahmood nació en India (igual que su esposa, la consagrada cineasta Mira Nair), pero se crió en Uganda, donde Zohran nació en 1991. “Comunista lunático”, lo demonizó Donald Trump, que amenaza con recortes y soldados a Nueva York, ahora ciudad opositora. ¿Caos para una ciudad clave del Mundial 2026? La final se jugará el 19 de julio en el Metlife Stadium de Nueva Jersey, a hora y media de Nueva York. Allí también hubo ayer triunfo opositor. Gianni Infantino, titular de la FIFA, comienza a comprender que Estados Unidos no es propiedad privada de su amigo presidente-emperador.
Zohran dejó Uganda a los cinco años. La familia se mudó a la Sudáfrica liberada tras medio siglo de apartheid. De niño, escuchó a Nelson Mandela decir que el boicot de Naciones Unidas contra la Sudáfrica racista debía ser aplicado también a Israel, hasta que reconociera al Estado Palestino. Es una de las banderas que hoy, con 34 años, lo consagra como nuevo alcalde de Nueva York. Igual que la vivienda accesible, trasporte gratuito y guardería pública. Y, también, su reclamo a la FIFA de boletos del Mundial más baratos para los neoyorquinos, fuera del mecanismo de oferta y demanda que elevó a 6000 dólares algunos asientos del Metlife y multiplicó los de la final. Precios “absurdos”, dijo Mamdani. Su campaña se llama “Basta de avaricia”.
“El deporte se ha comercializado y corporativizado tanto que los aficionados se han convertido en una mercancía”, dijo Mamdani a The Athletic. Y reivindicó competencia para intervenir. “No nos limitamos a la vivienda, el cuidado infantil y el transporte público. También a los momentos que brindan tanta alegría a los neoyorquinos, como la Copa Mundial del próximo año”, afirmó, preocupado porque la política de “precios dinámicos” de la FIFA niega “a los aficionados de clase trabajadora el derecho a ver los partidos”. No le gusta que tribunas ruidosas se conviertan en “bibliotecas” ni que la política de Trump y los agentes de ICE intimiden hinchas en una ciudad cuyo cuarenta por ciento de población, dice, no nació en Estados Unidos, como él. Le preguntaron qué cambiaría del fútbol actual. “El VAR”, respondió.
El domingo pasado, mientras caminaba por Manhattan, corredores del Maratón de Nueva York se pararon para fotografiarse con él. Corrió la carrera en 2022 (6h04:52 para los 42,195km) y en 2023 (5h38:10). Como estudiante, ya en Estados Unidos desde los siete años, formó equipo de criquet, escribió en el periódico universitario (“basta de Enya en el gimnasio, es una música poco motivadora para levantar pesas de cinco kilos”), escribió su tesis sobre el intelectual revolucionario Frantz Fanon (autor de Los condenados de la tierra, libro emblemático en la lucha descolonizadora en Africa) y cofundó la sección “Estudiantes por la justicia en Palestina”. Socialista democrático, carismático, rey en las redes, Mamdani, que hace unos meses sufrió amenazas de muerte, era un desconocido cuando hace un año fue arrestado en una protesta callejera por Gaza. El establishment confía en que ya lo irá “domesticando”.
Mamdani, barba, traje y corbata, anillos grandes, vibró con Marruecos semifinalista en Qatar 2022. Es fanático del Arsenal inglés. Por su tío y por Arsene Wenger, el DT francés que ganó tres títulos de Premier League entre 1998 y 2004 sumando a jugadores africanos como Kolo Touré, Nwankwo Kanu, Alex Song, Lauren y Emmanuel Eboué. En algunos discursos ha citado a Bukayo Saka y William Saliba, figuras del equipo que hoy lidera la Premier. El fútbol le sirve, además, para conectar con las comunidades inmigrantes de Nueva York, una ciudad con presupuesto de 116.000 millones de dólares y trescientos mil empleados (“ingobernable”, según muchos). “Arsenal ha sido una parte muy importante de mi vida y de mi identidad”, dijo en un perfil a The New York Times, el gran diario que inicialmente rechazó su figura. La charla fue en un bar de Fort Greene (FancyFree), y viendo al Arsenal junto con el cineasta Spike Lee, ambos animando a todos a cantar por el equipo. Cuando terminó el primer tiempo, el público lo despidió al ritmo futbolero de “Seven Nation Army”. Y el grito de “I’m going to fight them off” (Voy a luchar contra ellos).