Wicked: Por siempre, una segunda parte con menos encanto y diversión, sostenida por las interpretaciones de Ariana Grande y Cynthia Erivo
Wicked: Por siempre (Wicked: For Good, EE.UU. / 2025). Dirección: Jon M. Chu. Guion: Winnie Holzman y Dana Fox, basado en el musical con libro de Winnie Holzman y música y letras de Stephen Schwa...
Wicked: Por siempre (Wicked: For Good, EE.UU. / 2025). Dirección: Jon M. Chu. Guion: Winnie Holzman y Dana Fox, basado en el musical con libro de Winnie Holzman y música y letras de Stephen Schwartz. Fotografía: Alice Brooks. Edición: Myron Kerstein. Elenco: Cynthia Erivo, Ariana Grande, Jeff Goldblum, Michelle Yeoh, Jonathan Bailey, Ethan Slater, Marissa Bode. Calificación: Apta para todo público. Distribuidora: UIP. Duración: 138 minutos. Nuestra opinión: Buena.
Wicked, el musical basado en una novela, a su vez inspirada por El mago de Oz, fue un fenómeno que se extendió desde Broadway al mundo. Pasaron más de veinte años hasta que finalmente llegó al cine, con dirección de John M. Chu. Si se tiene en cuenta que Hollywood suele aprovechar con rapidez cualquier oportunidad de producir películas basadas en éxitos previos, la demora pone en evidencia las dificultades que una adaptación cinematográfica implica.
Entre las miles de decisiones que la producción y el equipo creativo (guionistas, director) tuvieron que tomar, hay una que está en el origen de todo: la de dividir la historia de Wicked en dos partes; una decisión claramente comercial, con la excusa de los tiempos narrativos.
La división siguió la estructura misma del musical: cada acto sería una película. Lógico y sencillo. Pero con una complicación: el primer acto de Wicked es mucho más atractivo que el segundo, lo cual genera un desequilibrio entre ambas películas.
Es importante señalar aquí, antes de pensar qué es lo que deja a Wicked: Por siempre en desventaja frente a su antecesora, que los fanáticos del musical probablemente estarán satisfechos con el proyecto completo, que incluye a los dos films, porque es una adaptación solvente.
Cynthia Erivo y Ariana Grande están a la altura de los roles de Elphaba y Galinda, la malvada bruja del Oeste y Glinda, la buena, respectivamente. Sus magníficas cualidades como cantantes y su idoneidad para interpretar a estos personajes, que van revelando lo que hay detrás de lo apenas bocetado en El mago de Oz, se hacen evidentes desde las primeras escenas y van creciendo hasta el final.
Son ellas, junto con el resto del talentoso elenco, que incluye a Michelle Yeoh, Jonathan Bailey, Jeff Goldblum, y Bowen Yang, entre otros, quienes permiten transponer algo de la magia del musical, del escenario a la pantalla, en ambas películas.
La particular estética de las dos películas de Wicked, repletas de efectos CGI y con combinaciones imposibles de colores brillantes, no es apta para todos los gustos, pero tiene su momento de lucimiento en esa primera parte, que tenía un espíritu más festivo.
Con la presentación de los personajes y su universo, la primera Wicked cubre la porción más divertida de la trama y ofrece los mejores números musicales, incluyendo al ya clásico tema “Defying Gravity”, que cierra la película con un pico emocional.
A Wicked: Por siempre le queda tomar la posta desde esa cima y llevar la historia por su parte más oscura y melodramática. Como si se tratara de la burbuja en la que viaja Glinda, esa magia de la primera parte se pincha, cuando el film toma sus giros más dramáticos y le pide al público que empiece a tomarse en serio la poco sutil misión didáctica de la historia.
Ahí es cuando la película ya no ofrece tanto encanto, ni entretenimiento, para un espectador casual, que no tenga una relación previa con el musical. Las referencias más directas a la trama de El mago de Oz pueden generar cierta curiosidad, pero no mucho más, porque el acierto de Wicked como obra total no es ese parentesco, sino la narrativa que construyó a partir de dos personajes secundarios del original.
Al no tener a Glinda y Elphaba, o sea, a Grande y Erivo, juntas en tantas escenas de esta segunda parte, el film pierde a su punto más fuerte. Esto queda más que claro cerca del final, cuando llega “For Good”, un número musical protagonizado por las dos brujas amigas/rivales, que consigue un nivel de emotividad y chispa que escapa al resto de la película.