Victoria Villarruel arma su estructura de poder entre militares retirados y busca ampliar sus vínculos políticos
Afuera del entorno presidencial, la vicepresidenta ...
Afuera del entorno presidencial, la vicepresidenta Victoria Villarruel avanza en la consolidación de un esquema de poder propio desde el Senado. En los últimos meses, firmó una serie de decretos que reconfiguraron el organigrama de la Cámara alta y reforzaron su núcleo de confianza, integrado en su mayoría por figuras con pasado militar o vínculos con el ámbito castrense. Ocupa espacios institucionales vacantes y desarrolla una agenda propia en la provincia de Buenos Aires.
En el centro del nuevo armado aparecen tres nombres. Mario Norberto Russo, consultor político con pasado en la campaña presidencial de Javier Milei, fue designado en mayo como director general del cuerpo de asesores, tras la salida de su exvocero, Gaspar Bosch. Su llegada tuvo como objetivo reorganizar la estrategia política de la vicepresidenta. La designación generó controversia: la diputada libertaria Lilia Lemoine recordó que había denunciado a Russo en 2022 por una presunta agresión física.
Victoria Villarruel designó en el Senado a un tipo que denuncié en 2022 por agredirme físicamente (estando borracho o drogado, no sabemos) hubo muchos testigos.
Hice la denuncia pero ahora lo llevan a trabajar al edificio donde como diputada me lo puedo cruzar.
Es un escándalo. pic.twitter.com/km1ecbN1Vj
Otro de sus fieles es Claudio Gallardo, militar retirado del Ejército, con antecedentes en áreas de inteligencia y vínculos con el entorno de César Milani durante el kirchnerismo. Fue nombrado director general de Seguridad del Senado.
La tercera pata es la de Juan Manuel Gestoso Presas, exteniente coronel, que se desempeña como subdirector de Auditoría y Control de Gestión, bajo la órbita de María Eugenia Tasende. Durante la última dictadura militar, Gestoso Presas fue jefe de la Compañía de Inteligencia 5 y estuvo procesado por la destrucción de registros hospitalarios en Salta vinculados a causas por apropiación de menores. En 2014 fue sobreseído por la Justicia, que declaró prescripta la causa.
También integran el entorno de Villarruel otros referentes con pasado o vínculos familiares con el ámbito militar. Marcelo Cinto Courtaux, actual director general de Relaciones Parlamentarias del Senado, es hijo del exmilitar homónimo condenado por delitos de lesa humanidad. Courtaux fue asesor de Villarruel durante su paso por la Cámara de Diputados y hoy integra su equipo más cercano.
En mayo, Villarruel designó al empresario cordobés Emilio Viramonte Olmos como secretario administrativo del Senado, en reemplazo de María Laura Izzo. Su paso fue breve: renunció pocas semanas después. Según fuentes parlamentarias, se alejó por falta de margen de acción, al no poder designar a su equipo. El cargo continúa vacante. “La renuncia aún no fue aceptada por el cuerpo”, aclaran desde el entorno de la vicepresidenta. Mientras tanto, las funciones administrativas están bajo la órbita de Francisco Funes, director general de administración y defensor activo de Villarruel en redes sociales.
En paralelo, la vicepresidenta también se distanció de su equipo original. Juan Martín Donato, exdirector de la Oficina de Atención Ciudadana y referente del grupo juvenil que la acompañó en la campaña -apodado internamente “los villarruelines”-, fue apartado de su cargo.
Un vínculo rotoEl vínculo político entre Villarruel y Milei se terminó de quebrar tras la sesión del Senado en la que se aprobó el aumento jubilatorio, con respaldo de sectores opositores. La vicepresidenta fue acusada de “traidora” por figuras del oficialismo. Desde su cuenta personal de Instagram, respondió: “Si hay equilibrio, entonces, asistir a los más desprotegidos no debiera ser tan terrible. El tema es que un jubilado no puede esperar y un discapacitado menos. Que ahorre en viajes y en la SIDE y listo.”
Fue la primera vez que Villarruel cuestionó públicamente al Gobierno desde que asumió. El distanciamiento con la cúpula del poder, sin embargo, se había profundizado en los primeros meses de gestión, tras quedar marginada de las principales decisiones del Ejecutivo.
A pesar de su aislamiento político, Villarruel mantiene una agenda activa por fuera del Congreso. Comparte actividades con gobernadores y desarrolla recorridas por la provincia de Buenos Aires junto a Claudia Rucci, titular del Observatorio de Derechos Humanos del Senado e hija del exlíder de la CGT José Ignacio Rucci. Juntas visitaron distritos como Chivilcoy y Saladillo, donde mantuvieron reuniones con actores locales.
Gracias señora Vicepresidente @VickyVillarruel por acercarse hasta Chivilcoy y visitarme en mi despacho, además de recorrer empresas productivas de nuestro partido. Gracias amiga y compañera @claudiarucci y equipo de trabajo. Estamos a disposición para cumplir todos los (sigue) pic.twitter.com/9Lh7JDHolA
— Guillermo Britos (@BritosGuillermo) May 29, 2025También ocupa espacios institucionales que Milei deja vacantes. El 20 de junio viajó a Rosario para conmemorar el Día de la Bandera junto al gobernador Maximiliano Pullaro y el intendente Pablo Javkin. “No hay otro lugar para estar”, dijo ante la prensa. El Presidente, en cambio, evitó el acto central y encabezó una ceremonia alternativa en el Campo Argentino de Polo, en Palermo.
Repitió el gesto el 9 de julio. Participó del acto por el Día de la Independencia en Tucumán, al que Milei no asistió por “cuestiones climáticas”, según informó la Casa Rosada. “¿Cómo estar acá y no venir a hacerme parte del pueblo tucumano?”, planteó Villarruel.