Viajaba a Florencia, previa escala en París, pero le descubrieron lo que llevaba oculto en la valija y quedó presa
Era la primera vez que viajaba a Europa. Su destino era la ciudad italiana de Florencia, previa escala en París, Francia, donde tenía que entregar un pedido especial que llevaba en la valija. Per...
Era la primera vez que viajaba a Europa. Su destino era la ciudad italiana de Florencia, previa escala en París, Francia, donde tenía que entregar un pedido especial que llevaba en la valija. Pero no pudo salir del aeropuerto internacional de Ezeiza. Antes de subirse en el avión de Air France le descubrieron lo que llevaba en el equipaje: nueve kilos de cocaína ocultos en 18 envases que simulaban tener avena.
Desde el lunes pasado, Liliana Isabel Aguilar Bahamonde, una ciudadana peruana de 33 años, está procesada con prisión preventiva por el delito de tentativa de contrabando de exportación de estupefacientes, según la resolución del juez en lo penal económico Marcelo Aguinsky a la que tuvo acceso LA NACION.
Hasta que viajó a la Argentina, donde llegó el 31 de octubre pasado, Aguilar Bahamonde vendía pollo frito en puesto en una playa de Perú.
Su estadía en la Argentina iba a ser de una semana. El viernes pasado, un taxi la pasó a buscar por el hotel donde se hospedaba, en Suipacha al 700, en el barrio porteño de San Nicolás, y la llevó al aeropuerto internacional de Ezeiza.
“Conforme surge de las actas de inicio de las actuaciones labradas por detectives de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) el viernes pasado, junto con personal de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), en circunstancias de controles preventivos en la Terminal B del aeropuerto internacional de Ezeiza, se acercaron a los mostradores de atención al público de la línea aérea Air France, entrevistaron a una pasajera, quien en dicho interrogatorio, brindó respuestas incongruentes“, según se explicó en el expediente judicial.
Aguilar Bahamonde era la pasajera. Tenía un ticket para viajar en el vuelo AF411 con destino a París, Francia, con conexión a Florencia, Italia. La ciudadana peruana fue llevada a un cuarto de requisa que tiene el organismo recaudador en el aeropuerto.
“Se hizo una requisa sobre las pertenencias de la pasajera. En una valija tipo carry on gris se observaron varios paquetes de avena, los cuales tenían irregularidades en su textura y peso. Por lo tanto, se realizó una prueba de campo al contenido de los mismos, dando como resultado positivo para cocaína en 18 de los envases", se afirmó en la citada resolución firmada por el juez Aguinsky.
La sospechosa se negó a declarar durante su declaración indagatoria. Solo dijo que en los ovarios y en los senos tiene quistes. Además, aportó la clave de su teléfono celular para que pudiera ser “abierto” y analizado por los investigadores.
“Es menester destacar que el rol de la imputada representa un eslabón estratégico de la organización criminal que rodea estos hechos, lo que impone la necesidad de proceder a la investigación de lo sucedido antes y potencialmente después de acaecida la detención de Aguilar Bahamonde, ello en orden a las medidas que se ordenarán a tal fin. Conforme las reglas de la sana crítica racional y teniendo en cuenta el modo en el cual se encontró acondicionada la sustancia estupefaciente, puede afirmarse sin duda alguna que se intentó ocultar la existencia de aquella al control del servicio aduanero”, sostuvo el juez Aguinsky al fundamentar el procesamiento de la “mula”, como se llamaba a las personas utilizadas por las organizaciones narco para intentar traficar estupefacientes.
El magistrado explicó que “si se tiene en cuenta que la sustancia estupefaciente no llegó al destino pretendido y que aquello obedeció a la intervención oportuna del personal de la PSA, se permite concluir que aquel hecho investigado no se consumó por razones ajenas a la voluntad del autor y por ello, que la calificación que recibe es en grado de tentativa”.
A los investigadores le llamó la atención la cantidad de cocaína que la organización criminal ocultó en el equipaje que pretendía despachar la sospechosa. “Si hubiese sido un viaje de prueba, la banda no se arriesgaba a llevar nueve kilos de cocaína. Los envases de avena estaban bien cerrados. Quizá pensaba que no iban a ser descubiertos o algo falló”, dijo a LA NACION una fuente que participa de la investigación.
Del teléfono celular secuestrado en poder de la sospechosa no se pudo obtener ninguna información que permitiera identificar, por el momento, a los eslabones superiores de la organización.
Las circunstancias precedentemente mencionadas permiten concluir, con el grado de certeza necesaria, en esta instancia del proceso, la participación de la sindicada Aguilar Bahamonde en el hecho investigado. La vinculación con el hecho ilícito se verifica en autos con base en el análisis en conjunto de los elementos de prueba antes detallado, los cuales permiten arribar a la convicción con el grado de certeza requerido para esta etapa procesal de la participación de la nombrada en aquel hecho en calidad de autora", afirmó el juez Aguinsky en su resolución.