“Una operación que mejora la calidad de vida”: una paciente con Parkinson tocó el clarinete durante una cirugía cerebral
LONDRES.- El instrumental médico estaba listo y los neurocirujanos se preparaban para practicar la operación. Y a la paciente, totalmente despierta y tendida sobre la mesa de operaciones, le entr...
LONDRES.- El instrumental médico estaba listo y los neurocirujanos se preparaban para practicar la operación. Y a la paciente, totalmente despierta y tendida sobre la mesa de operaciones, le entregaron un objeto que conocía muy bien, su clarinete, y empezó a tocar.
Denise Bacon, de 65 años, sopló por la boquilla del instrumento mientras los médicos, detrás de ella, abrían orificios en su cráneo para implantarle electrodos que envíen impulsos eléctricos al cerebro, en un intento por mejorar la motricidad de la paciente. Los electrodos fueron conectados a un “generador de pulsos” —algo parecido a un marcapasos— que envía pulsos continuos al cerebro de Denise para ayudarla a manejar los síntomas de su Parkinson, enfermedad para la que no existe cura.
Denise se sometió al procedimiento, conocido como Estimulación Cerebral profunda (ECP), en julio de este año en el Hospital del King’s College. Música semiprofesional, a Denise le diagnosticaron Parkinson en 2014, y los síntomas de la enfermedad realmente habían afectado gravemente su capacidad para comer por sí sola, caminar, y mucho menos tocar su “adorado” clarinete, obligándola a abandonar la banda de concierto donde tocaba.
Uno de los objetivos del procedimiento quirúrgico era que pudiera volver a tocar, dice Keyoumars Ashkan, el neurocirujano que la operó.
Ashkan recuerda que antes de la cirugía Denise le dijo: “Volver a tocar sería un cambio increíble en mi calidad de vida”. Y como los resultados de la ECP son instantáneos, la mejor manera de evaluar su éxito era entregarle a Denise su clarinete para que tocara mientras los médicos estimulaban su cerebro, un electrodo a la vez. En un costado del pecho le colocaron el dispositivo de pulso continuo, que también monitorea su actividad cerebral y si es necesario puede ajustar el nivel de estímulo.
El Parkinson afecta a 10 millones en todo el mundo, provoca fallas en los circuitos cerebrales que coordinan el movimiento, y eso desata síntomas como temblores, rigidez o lentitud de movimientos. Otros síntomas comunes incluyen dificultad para hablar y problemas de sueño, coordinación y equilibrio.
El procedimientoDurante la cirugía Denise estuvo despierta. Según explica el doctor Ashkan, a los pacientes de ECP no se los duerme, para que los médicos puedan analizar el impacto inmediato de los electrodos mientras los colocan en el cerebro y evaluar los movimientos del paciente. A Denise le administraron anestesia local para adormecer el cuero cabelludo y el cráneo: en el cerebro en sí no hay receptores del dolor. “El efecto de la cirugía se ve in situ, en la mesa de operaciones”, dice Ashkan. En el caso de Denise, los médicos observaron una mejora inmediata en el movimiento de sus dedos no bien le colocaron el primer electrodo.
El hemisferio derecho del cerebro controla el hemisferio izquierdo, y viceversa, explica Ashkan, y agrega que cuando colocaron el electrodo en el hemisferio derecho del cerebro de Denise, sus dedos izquierdos en el clarinete “empezaron a volar”.
Los dedos derechos, que no estaban recibiendo estímulo, no se movían nada. “Estaban rígidos, lentos, no los podía mover”.
TratamientoKatherine Fletcher, directora de comunicación de investigaciones de Parkinson’s UK, dice que la estimulación cerebral profunda (ECP) les ofrece a quienes viven con la enfermedad “un mejor control de los síntomas cuando los medicamentos ya no son tan efectivos”. En referencia al procedimiento al que se sometió Denise, Fletcher dice que “es increíble escuchar cómo este tratamiento le cambia la vida a la gente, y que no solo las ayuda con los síntomas, sino que también les permite volver a hacer las cosas que les gustan”. En 2020, una violinista que tras sufrir convulsiones mientras interpretaba una sinfónica descubrió que tenía un tumor cerebral tocó su instrumento mientras los médicos intentaban extirparlo. Esa cirugía también se realizó en el Hospital del King’s College, con Ashkan presente.
“Las imágenes y videos de músicos tocando su instrumento durante la estimulación cerebral profunda nos recuerdan el extraordinario poder que tienen las terapias modernas para el Parkinson”, apunta Michael S. Okun, asesor médico de la Fundación Parkinson.
Okun dice que esos momentos, como el de la cirugía de Denise, “no son solo proezas médicas, sino una ventana a la resiliencia del espíritu y el cerebro humanos”, y también brindan esperanza y concientizan sobre los tratamientos efectivos para el Parkinson. “Es un mito que no haya tratamientos efectivos para el Parkinson, ya que la ECP, los medicamentos y la rehabilitación pueden mejorar drásticamente la funcionalidad y la calidad de vida”. Ashkan enfatiza que la ECP no es una cura para el Parkinson, sino una herramienta quirúrgica “muy efectiva” que puede mejorar la calidad de vida de los pacientes que tal vez hayan dejado de responder a la medicación o sufran sus efectos secundarios.
“El tratamiento de primera línea para la enfermedad de Parkinson no es la cirugía, sino los medicamentos”, recalca Ashkan, pero señala que después de tomarlos durante años, algunos pacientes dejan de responder a los fármacos. “Y en esa etapa la cirugía puede tener un papel importante”.
Tras una cirugía de ECP, los pacientes son dados de alta durante tres o cuatro semanas, y luego deben reingresar al hospital para que les enciendan el dispositivo de estimulación. “Es un sistema permanente que dura para siempre”, explica Ashkan, y comenta que el seguimiento de Denise revela que se mueve cada día más y está retomando poco a poco sus aficiones, como la natación y el senderismo. “Está notando una mejora enorme”, agrega el médico. “Ojalá pueda volver pronto a tocar en su banda”.
Tras notar esas mejoras al caminar y haber podido volver a tocar el clarinete, Denise ya tiene otro objetivo donde quiere poner a prueba su recuperada movilidad: la pista de baile.
(Traducción de Jaime Arrambide)