Una muerte cada siete días. Alerta sobre una de las principales causas evitables de lesiones graves en menores de cinco años
Un chico de cinco años o menos muere cada siete días por ahogamiento en algún lugar del país, de acuerdo con un documento de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) difundido hace instantes q...
Un chico de cinco años o menos muere cada siete días por ahogamiento en algún lugar del país, de acuerdo con un documento de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) difundido hace instantes que apunta a reforzar las medidas de prevención, eliminar los riesgos domésticos y recordar la responsabilidad adulta que existe en esta causa evitable de lesiones que “continúa cobrándose vidas infantiles de forma silenciosa”.
El último caso que tomó estado público sucedió el fin de semana pasado. Un chico de cinco años se ahogó en la pileta de su casa, en un barrio de Jesús María, Córdoba. La madre, según medios locales, refirió al personal de emergencias y policías en el lugar que la familia se ocupaba de los preparativos de la fiesta de cumpleaños cuando el chico fue a la pileta.
Hace tres semanas, en Misiones, falleció un adolescente de 17 años después de sumergirse con la familia en el río Paraná, en un sector no habilitado para bañarse de Posadas. No hay estadísticas por casos no fatales o las secuelas que las lesiones por inmersión pueden causar en los pulmones, el cerebro o el corazón.
El principal riesgo para los más chicos –sobre todo en menores de un año– sigue estando en casa o en los alrededores y durante todo el año, no solo en el verano. Está en las bañeras, inodoros, baldes que quedaron con agua, pozos sin tapar, estanques, canales, acequias y hasta los bebederos para ganado, a diferencia de los riesgos en los adolescentes, en los que ya aparecen la imprudencia, la subestimación del riesgo, el consumo de alcohol o drogas, el uso de equipos inadecuados y la falta de conocimiento del entorno, según detallan los pediatras.
“El ahogamiento en niños pequeños es rápido, silencioso y requiere muy poca cantidad de agua. Por eso hablamos de una vigilancia 100% dedicada: sin celular, sin distracciones, con un adulto atento y a no más de un metro del niño. Es una forma concreta de salvar vidas”, dijo María Cecilia Rizzuti, prosecretaria del Comité de Prevención de Lesiones de la SAP que elaboró el documento.
Las últimas estadísticas nacionales de mortalidad por inmersión difundidos por el Ministerio de Salud de la Nación indican que 48 menores de cinco años murieron en 2023 –año más reciente informado– por inmersión, lo que la SAP traduce en el alarmante dato de un caso cada siete días que se podría haber evitado.
Prevención“El dato es tan estremecedor como evitable. Estamos hablando de muertes que pueden prevenirse con medidas sencillas, pero eficaces, como la supervisión constante, la eliminación de riesgos domésticos y la concientización comunitaria”, expresó a través de un comunicado Adela Armando, secretaria consultora del mismo comité, a propósito de las cifras reportadas.
En tanto, con los adolescentes, Rizzuti planteó la necesidad de “trabajar la conciencia del riesgo y conductas prudentes”. Como promueve la SAP para las medidas de prevención y cuidado de la salud, la escuela en todos los niveles es parte de su promoción. “No zambullirse en lugares donde no se ve el fondo, no ingresar al agua en sitios no habilitados, bañarse en horarios donde estén los guardavidas, respetar indicaciones y señales, utilizar el equipamiento adecuado para actividades acuáticas y nunca hacerlo bajo los efectos de sustancias. La idea no es infundir miedo, sino promover el autocuidado responsable”, enfatizó la pediatra sobre las precauciones que hay que enseñar.
Aprender a nadar es, para la comisión de la SAP, “una herramienta crucial, pero no suficiente por sí sola”. De nuevo, y a propósito de la Semana de la Prevención de los Ahogamientos en la región, la entidad insta a fomentar las “conductas prudentes”, además de “evaluar siempre las condiciones del entorno”, sin dejar a los más chicos desatendidos donde pueda existir riesgo. Los pediatras aconsejan que todas las personas con menores a cargo aprendan las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), a la vez que reiteran la importancia de sumar esa capacitación en las escuelas.
“Necesitamos comprender que prevenir los ahogamientos no es una tarea individual, sino colectiva. Se trata de generar entornos seguros, reforzar la educación comunitaria y legislar en función de la infancia. Si se puede prevenir, entonces no es un accidente”, planteó María Florencia Barril, secretaria del Comité de Prevención de Lesiones de la SAP.
Medidas de seguridadAnte la temporada del uso de piletas y colonias de verano, el equipo proporciona una serie de medidas de seguridad para evitar riesgos:
Mantener la visión directa, atenta y permanente de los chicos. No permitirles bañarse solos. Instalar alrededor de la pileta un cerco perimetral completo, de al menos 1,30 metros de altura, con barrotes verticales separados por no más de 10 centímetros. Disponer una sola puerta de acceso con mecanismo de cierre no accionable por niños pequeños.Eliminar objetos cerca del cerco perimetral que puedan facilitar su escalamiento.Quitar juguetes o pelotas del interior de la pileta que puedan atraer a los niños. Contar con pisos y bordes antideslizantes, además de escalinatas con poca pendiente, escalones amplios, rectos, con barandas y superficies seguras.Vaciar obligatoriamente las piletas inflables o desarmables cuando no se estén utilizando.Proteger las bocas de succión con rejillas de trama estrecha. Advertir que los elementos inflables como flotadores de cuello o chalecos no homologados no deben considerarse dispositivos de seguridad.