Una explosión ferroviaria eleva la tensión entre Polonia y Rusia: dos detenidos y 10.000 soldados desplegados
VARSOVIA.- En una de las mayores crisis entre Rusia y un miembro de la Unión Europea y de la OTAN, Polonia anunció este miércoles fuertes medidas diplomáticas y de seguridad, con el despliegue ...
VARSOVIA.- En una de las mayores crisis entre Rusia y un miembro de la Unión Europea y de la OTAN, Polonia anunció este miércoles fuertes medidas diplomáticas y de seguridad, con el despliegue de 10.000 efectivos, tras el sabotaje a una línea de tren atribuido a Moscú.
Polonia, uno de los principales aliados en la lucha de Ucrania contra la invasión rusa, sacó su artillería militar y diplomática tras descubrir que dos ucranianos que colaboraban con Moscú fueron quienes perpetraron una explosión del fin de semana en la línea ferroviaria Varsovia-Lublín, que conecta a la capital polaca con la frontera ucraniana.
Los agentes volaron un tramo de la vía cerca de la localidad de Mika, a unos 100 kilómetros al sureste de Varsovia. Los trenes de pasajeros se vieron obligados a parar, pero no hubo heridos. En tanto, otro tramo más al sur también sufrió daños a causa de otro sabotaje.
“La explosión probablemente tenía la intención de volar el tren”, dijo el lunes el primer ministro polaco, Donald Tusk. Y calificó el hecho como un “acto de sabotaje sin precedentes”. En el mismo sentido, la fiscalía abrió una investigación sobre “actos de sabotaje de naturaleza terrorista” dirigidos contra la infraestructura ferroviaria y en beneficio de la inteligencia extranjera.
“Estas acciones provocaron un peligro inmediato de desastre de tráfico terrestre, amenazando la vida y la salud de muchas personas y bienes a gran escala", afirmó en un comunicado.
DespliegueEl ministro de Defensa, Wladyslaw Kosiniak-Kamysz, anunció este miércoles que se desplegarán hasta 10.000 soldados para ayudar a proteger infraestructuras críticas como las ferroviarias. “En el marco de la ‘Operación Horizonte’, 10.000 soldados cooperarán en toda Polonia con los servicios dependientes del Ministerio del Interior para proteger con mayor eficacia las infraestructuras críticas y prevenir ataques de sabotaje", señaló.
El titular de Defensa añadió en su cuenta de X que, aprovechando las capacidades de las fuerzas de seguridad, el equipamiento militar y las herramientas basadas en inteligencia, protegerán “todavía mejor” el país. La operación, que se desarrollará desde el viernes hasta nuevo aviso, se llevará a cabo cerca de las líneas de comunicación, aeropuertos y otras infraestructuras críticas.
Por su parte, el ministro del Interior, Marcin Kierwinski, dijo que “en una era de amenazas híbridas, es necesario aunar esfuerzos entre todos los servicios estatales”, y precisó que la Policía, el Ejército y la Guardia Fronteriza formarán grupos “conjuntos” para “garantizar la seguridad”.
Cierre del consuladoLas autoridades dispusieron al mismo tiempo el cierre del último consulado ruso en suelo polaco, en la ciudad septentrional de Gdansk. Varsovia ya cerró con anterioridad consulados rusos en Cracovia y Poznan por actos de sabotaje. “No fue solo un acto de sabotaje, sino también un acto de terrorismo de Estado”, dijo el canciller Radoslaw Sikorski.
La explosión en la línea Varsovia-Lublin, que conecta la capital con la frontera ucraniana, se produjo tras una oleada de incendios provocados, sabotajes y ciberataques en Polonia y otros países europeos desde el inicio de la guerra. Moscú negó la responsabilidad del sabotaje, alegando “rusofobia”, y dijo que también limitaría la presencia diplomática y consular de Polonia.
Varsovia asegura que Polonia se convirtió en uno de los mayores objetivos de Moscú por su papel como centro de ayuda a Kiev. Rusia ha negado en repetidas ocasiones ser responsable de los actos de sabotaje. El Kremlin también ha negado sistemáticamente sospechosos vuelos de drones y aviones sobre distintos países de la UE que las autoridades atribuyeron a las fuerzas armadas rusas.
Preocupados por la amenaza rusa, en marzo pasado, Estonia, Letonia, Lituania y Polonia, todos próximos a Rusia y a Bielorrusia, estrecho aliado del Kremlin, se retiraron de la Convención de Ottawa, el tratado que prohíbe las minas antipersona, para reforzar la defensa de sus fronteras.
Agencias AP, ANSA y DPA