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Una actualización en clave de terror que ignora el paso del tiempo

Sé lo que hicieron el verano pasado (I Know What You Did Last Summer, Estados Unidos/2025). Dirección: Jennifer Kaytin Robinson. Guion: Jennifer Kaytin Robinson y Sam Lansky. Fotografía: Elisha ...

Una actualización en clave de terror que ignora el paso del tiempo

Sé lo que hicieron el verano pasado (I Know What You Did Last Summer, Estados Unidos/2025). Dirección: Jennifer Kaytin Robinson. Guion: Jennifer Kaytin Robinson y Sam Lansky. Fotografía: Elisha ...

Sé lo que hicieron el verano pasado (I Know What You Did Last Summer, Estados Unidos/2025). Dirección: Jennifer Kaytin Robinson. Guion: Jennifer Kaytin Robinson y Sam Lansky. Fotografía: Elisha Christian. Música: Chanda Dancy. Edición: Saira Haider. Elenco: Madelyn Cline, Chase Sui Wonders, Jonah Hauer-King, Tyriq Withers, Jennifer Love Hewitt, Freddie Prinze Jr. Distribuidora: UIP/Sony. Duración: 111 minutos. Calificación: solo apta para mayores de 13 años. Nuestra opinión: mala.

Todo vuelve. La versión 2025 de Sé lo que hicieron el verano pasado comienza con la misma toma aérea y panorámica de la rocosa zona costera de Southport (Carolina del Norte) que abrió la película original de 1997. Y cuando la acción propiamente dicha se pone en marcha, la actualización resulta todavía más profunda.

Casi tres décadas después regresamos a un 4 de julio y a un nuevo festejo transformado en calvario cuando un grupo de jóvenes cambia el festejo nocturno por una tragedia en medio de un camino solitario, con fuegos artificiales de fondo. Ahora le toca a una nueva generación repetir la historia y quedar a merced del temible Pescador, un asesino serial que vuelve a las andadas con un arsenal cada vez más sofisticado. Al solitario gancho de metal curvo y puntiagudo usado en las dos primeras entregas se suma un amplio catálogo de arpones.

También están de vuelta personajes que llegaron vivos (o no tanto) a esta instancia. Jennifer Love Hewitt, Freddie Prinze Jr. y alguno más que no conviene revelar se acoplan a un desparejo elenco juvenil que repite casi todos de los tics y los clichés de sus antepasados de 1997 y 1998 (Todavía sé lo que hicieron el verano pasado). Las chicas, por lo menos, saben cómo representar el miedo en sus rostros. Los varones, en cambio, son rígidos y planos como los pilotes que sostienen las construcciones balnearias de Southport.

Desde allí se van sumando referencias a las dos películas para conectarlas directamente con esta nueva fase, sobre todo a partir de una frase que se escucha sobre el final, en la que se afirma que la nostalgia está sobrevalorada. Lo más curioso de todo es que esta versión 2025 hace todo lo contrario. Se queda clavada en 1997 como una extrañísima cápsula del tiempo. El mismo escenario que conocimos tres décadas atrás se reproduce en un presente inalterable.

Un podcast

El experimento es insostenible porque ninguna lógica lo sostiene. Alcanza con el siguiente ejemplo: una chica foránea llega a Southport para sumar al podcast de su autoría un episodio sobre las muertes de 1997. Esa conducta nos habla de una generación que vive hiperconectada y sabe al instante lo que pasa a su alrededor, sobre todo si hay algún grave hecho de sangre. Pero resulta que los protagonistas de esta película se comportan como si no estuvieran en 2025: jamás usan el celular para pedir ayuda, cuando lo necesitan casualmente quedó olvidado en algún sitio y para colmo reaccionan frente al peligro del modo más desconcertante y siempre por las suyas porque la policía, por alguna razón imposible de entender (la que sugiere la trama es absurda), nunca hace nada.

Lo único que la película tiene a mano para asustar es el uso indiscriminado (y básico) del efecto conocido como jump cut. Nada de sutilezas y menos de genuina inquietud para sugerir, más allá de un único recurso sonoro y visual repetido todo el tiempo, que hay algún misterio detrás de la reaparición del Pescador. No importa mucho quién encarna ahora a un villano tan persistente o qué lo lleva a actuar de esa manera. Después de varias vueltas, el giro final del guion que revela su identidad es directamente insostenible.

Al tomarse demasiado en serio, el modelo 2025 ni siquiera puede verse como una parodia. Y si comparamos su evolución con la de su contemporánea Scream, en el fondo queda a la vista lo sobrevalorada que siempre estuvo esta suerte de versión del lado oscuro de Dawson’s Creek. La agonía se extiende en la larga escena postcréditos que sugiere una futura secuela de la secuela. Por desgracia, todo vuelve.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/cine/una-actualizacion-en-clave-de-terror-que-ignora-el-paso-del-tiempo-nid17072025/

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