Un estudio reveló qué personas son más propensas a sufrir resaca con ansiedad
Se sabe que el consumo excesivo de alcohol tiene perjuicios considerables para la salud. Ahora, un estudio reciente analizó qué tipo de personas son más propensas a experimentar una fuerte “ha...
Se sabe que el consumo excesivo de alcohol tiene perjuicios considerables para la salud. Ahora, un estudio reciente analizó qué tipo de personas son más propensas a experimentar una fuerte “hangxiety”, es decir, un sentimiento de ansiedad que aparece al otro día durante la resaca.
Como su nombre indica, se trata de una combinación entre la resaca y una intensa sensación de ansiedad, que golpea el cerebro con un cóctel muy desagradable de emociones. Esto se debe a que el alcohol altera los sistemas cerebrales que regulan el estado de ánimo y el estrés. Aumenta el ácido gamma-aminobutírico (GABA), un químico que produce calma, y suprime el glutamato, que mantiene la alerta. Por eso la confianza aumenta y las preocupaciones disminuyen.
A medida que el cuerpo procesa el alcohol, este equilibrio se invierte: las señales calmantes disminuyen, las excitatorias aumentan y el sistema nervioso entra en sobrecarga. Si a eso se le suman el mal descanso, la deshidratación y la baja de azúcar en sangre, se obtiene la combinación perfecta para sentirse nervioso e inestable.
En un artículo publicado en The Conversation, los autores del estudio explicaron que, a corto plazo, el alcohol puede hacerte sentir un poco mejor, ya que aumenta los químicos calmantes en el cerebro y suprime la alerta mental. Por eso, durante un tiempo, uno puede sentirse más relajado y menos preocupado por lo que pueda pasar.
El nuevo estudio analizó investigaciones que involucraron a más de 6.000 personas en todo el mundo y descubrió que algunas tenían más probabilidades de sufrir una fuerte resaca con ansiedad tras beber. Los científicos hallaron que las personas “propensas a la ansiedad o al estado de ánimo bajo”, o aquellas que “beben para sobrellevar el estrés”, son las más propensas a experimentar este tipo de malestar. Dado que el alcohol atenúa temporalmente los sentimientos negativos, el rebote emocional posterior es más fuerte si ya te sentías estresado o decaído antes de empezar a beber.
Los investigadores también observaron que sentirse mal después de beber no llevaba necesariamente a evitar el alcohol; muchos consideraban la resaca como un “rito de iniciación” y, en algunos casos, incluso podía desencadenar un nuevo ciclo de consumo.
Los científicos explicaron que, especialmente entre quienes recurren al alcohol para manejar el estrés, esto puede resultar especialmente dañino, ya que la intensa “hangxiety” podría impulsarlos a beber nuevamente para aliviar el malestar, provocando así otra resaca. Además, descubrieron que ciertos tipos de bebidas también pueden agravar la intensidad de la resaca.
Otro estudio sobre los peores tipos de alcohol para la “hangxiety” señaló que los licores oscuros están entre los principales responsables, ya que su efecto sobre los niveles de alcohol en sangre puede generar una “ansiedad de rebote más pronunciada”.
El vino tinto también puede ser problemático, ya que contiene tiramina e histaminas, compuestos que pueden aumentar la ansiedad, mientras que los cócteles azucarados agregan más sustancias que alteran el estado de ánimo.
El mejor consejo, según los expertos, es mantenerse hidratado y evitar los remedios del tipo “curarse con otra copa”, ya que solo prolongan los efectos de la resaca. De esa forma, recomendaron ser cautelosos con el consumo y responsables con los efectos que produce.