Trump-Milei: el milagrazo argentino
Me pellizco, me pellizco y me vuelvo a pellizcar. ¿Es verdad lo que estamos viviendo? ¿Es cierto que el imperio nos acaba de tirar otra soga monumental? ¿Que Trump se apiadó de este país huér...
Me pellizco, me pellizco y me vuelvo a pellizcar. ¿Es verdad lo que estamos viviendo? ¿Es cierto que el imperio nos acaba de tirar otra soga monumental? ¿Que Trump se apiadó de este país huérfano de conductores y decidió adoptarnos? Primero fueron 20.000 millones de dólares, después otros 20.000, y ahora este increíble acuerdo marco de intercambio comercial y de inversiones. Tipo: casa, comida y acá están las llaves del auto, por si andás a gamba. Tan mal que me caía Donald y en cualquier momento peregrino a Washington para expresarle mi gratitud y la de todo el pueblo argentino. Tan perdido que lo veía a Javi y resultó ser el más vivo de todos; vivo con suerte, no se consiguen. Me puse a leer en qué consistía el convenio anunciado anteayer, pero todavía faltan precisiones, detalles; detalles, ese rincón oscuro en que se esconde el diablo. Sí se sabe que abriremos nuestras fronteras recíprocamente en productos claves. Por ejemplo, les mandaremos carne y yerba, y acá entrarán el iPhone y el Tesla. Lástima que no tengamos guita para comprarlos.
Por el lado de las inversiones, tiembla el mercado norteamericano. Allá vamos con nuestros unicornios, con academias de tango y la estrategia expansiva de la AFA del Chiqui Tapia, que pasará de organizar partidos con Venezuela y Angola a poner oficinas en Brickell. “Soccer”, tenés los días contados. Ellos mucho no pueden traer: ya están. Era una broma: claro que vendrán, atraídos por Vaca Muerta, el litio y los altos niveles de consumo los tres primeros días del mes. Welcome! Les prometemos formalmente reglas claras, seguridad jurídica, institucionalidad y que les cortamos los dedos si llegan a girar dividendos. Lo importante es la reciprocidad: por cada dólar que llegue, iremos con 1440 pesos. ¿Amazon anunció esta semana que desembarca acá con una aplicación? Aguántense la réplica de Marcos Galperin. Me dirán que eso es no entender los signos de los tiempos; que habiendo llegado al seno paterno de Trump ya no competimos: compartimos. Adoptados, nos adaptamos.
El canciller Pablo Quirno tuvo la gentileza de explicarme a qué venía en este caso lo del acuerdo “marco”. “¿Lo viste? Es un cuadro que no debe faltar en ninguna casa”.
Un amigo empresario que se pasa medio año en Estados Unidos dice que Trump es, en realidad, el que le sostiene la red al trapecista Javi. Reveladora metáfora: habla de la humanidad de Trump y de la preocupación en el mundo por el equilibrio inestable del trapecista.
Muero por leer el tuit que de un momento a otro parirá Cristina desde su think tank penitenciario: “Por fin sabemos en qué consistía la dolarización prometida por Milei: le puso precio de ganga al país y los gringos compraron”. A ver, entiendo muy bien que se rasgue las vestiduras por el entendimiento con Estados Unidos. Ella los memorándums los prefiere con Irán.
Nada amaba tanto Tobi como irse de vacaciones con toda la familia a Nueva York y Miami (¡lo cuenta a calzón quitado en Sinceramente!), pero cuando fue presidenta se le dio por mirar a Caracas, a La Habana, a Teherán. Un médico ahí.
La otra gran promesa electoral de Javi está cumplida desde hace rato: le abrió las puertas del Gobierno a la casta para poder controlarla. Santilli no ve la hora de salir a los pasillos de la Casa Rosada a cazar a los que se pasen de vivos. Los va a encerrar en su despacho. Cuando agarre uno. Un despacho.
Parece obvio que el cambio de configuración del país nos obliga a mirar a las personas y los hechos bajo una nueva luz. ¿Podemos demorar el lanzamiento de la fórmula Milei-Milei? El orden de los factores lo decidirán ellos, acaso después de hacer una encuesta, un sondeo en la embajada de Estados Unidos. Tutelados como estamos por el Tesoro, ¿qué importancia tienen hoy el blue, el riesgo país y las reservas? Toto Caputo dijo esta semana que no hay por qué cumplir con el nivel de reservas que exige el Fondo. Qué buena onda el Toto en el papel de deudor emancipado: “Andá pa’allá, Georgieva”. Fred Machado, el financista de Espert, ya está rindiendo cuentas en un tribunal de Texas: ¿opositores y periodistas deberán cuidarse no solo de la SIDE, sino del FBI y la CIA? ¿Sobres con dólares? ¡Acá estoy!
Revisemos también nuestros prejuicios sobre el gran país del norte. Basta de hablar de “comida chatarra”: son cadenas de alimentación rápida y económica, pensadas para el pueblo trabajador. “Incultos”. Sí, claro: nosotros descollamos en las pruebas PISA y la Universidad de La Matanza está sirviendo de inspiración en Harvard. “Se visten horrible”. Bueno, antes de tirar la primera piedra, hagamos algo con el placard de Karina.
Ojo, mi defensa de Trump y del trumpismo tiene sus límites: la política migratoria, de marcado sesgo antilatinoamericano. Un horror. Muchos dejaron de ir a los estadios de fútbol por temor a las redadas. Por suerte, los argentinos estaremos exceptuados de la visa. Exceptuados de todo, que para eso somos, como Puerto Rico, “Estado Libre Asociado”.
Libre y asociado, perfecto; lástima lo de “Estado”, Pelu. Igual, descansá, máster: el milagro está en marcha.
Fuente: https://www.lanacion.com.ar/opinion/trump-milei-el-milagrazo-argentino-nid14112025/