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Te mostramos cómo se diseñó un departamento minimalista y funcional de 130 m2 en Chacarita donde cada detalle cuenta

“Para lograr un departamento de estas dimensiones, se unieron cuatro monoambientes de un edificio en construcción. Durante dos años llevamos adelante la obra y el proyecto de interiorismo del f...

Te mostramos cómo se diseñó un departamento minimalista y funcional de 130 m2 en Chacarita donde cada detalle cuenta

“Para lograr un departamento de estas dimensiones, se unieron cuatro monoambientes de un edificio en construcción. Durante dos años llevamos adelante la obra y el proyecto de interiorismo del f...

“Para lograr un departamento de estas dimensiones, se unieron cuatro monoambientes de un edificio en construcción. Durante dos años llevamos adelante la obra y el proyecto de interiorismo del futuro hogar de una pareja”, nos explicaron las arquitectas Camila Btesh y Leila Matzkin, socias en Noma Estudio.

“Es uno de los proyectos que más nos representa como estudio. El cliente confió plenamente desde el primer momento, y eso hizo que el proceso fuera profundamente gratificante”, agregan las arquitectas, quienes buscaron una estética minimalista, atemporal y flexible, capaz de transformarse sin condicionamientos. “No es lo mismo tener una mesa azul o unas cortinas rayadas —que nos encantan—, pero implican un compromiso que no todos se animan a asumir”.

Todo pensado

El punto de partida fue la entrega de la obra gris, sin piso y las paredes sin pintar. “Nos encargamos de darle una medida y funcionalidad a todo. Diseñamos y ejecutamos en profundidad cada detalle: desde la escalera -que fue una obra en sí misma- hasta los muebles de la cocina, la biblioteca y el paisajismo”.

“En esta obra compartimos cada decisión junto a nuestros clientes, para dar vida a un espacio pensado integralmente para su manera de habitar”.

Arquitectas Camila Btesh y Leila Matzkin de Noma Estudio

Durante el proceso, todos los espacios del departamento fueron pensados por el equipo de arquitectas. “La pareja va a tener un bebé y el lugar donde irá el cuarto había sido imaginado para que cuando llegue el momento, no haya que desmontar nada. Es algo importante que se dejó previsto para acompañar esta nueva etapa”, contaron.

Algo poco común fue que la pareja disponía de un depósito donde almacenaban absolutamente todos los muebles que iban comprando para la casa. “En un solo día llegó todo y pudimos montar el departamento completo: alfombras, ropa de cama, cada detalle. Fue impactante ver cómo el espacio cobró vida de un momento a otro”.

Espacio protagonista

La terraza, integrada al living-comedor, es el espacio favorito de la casa. Fue diseñada en una tercera etapa del proyecto, una vez que los dueños ya estaban viviendo allí.

“A veces es difícil abarcar todo en una sola etapa. Una vez que se mudaron y entendieron cómo se sentían y cómo iban a usar ese espacio y cuáles eran sus necesidades, arrancamos con el diseño”, confesaron.

“Los dueños deseaban un lugar para poder disfrutar los veranos en la ciudad, pero que también pudiera vivirse en invierno”.

Espacios integrados

La biblioteca y la cocina fueron concebidas como una unidad: misma laca, mismo tono, buscando salir del clásico blanco y lograr una armonía con la mesada de mármol de cuarcita de la cocina. “La biblioteca la pensamos abierta y los muebles de cocina cerrados, funcionales para el guardado. Algunos objetos los compramos, otros los recuperamos de la colección de los dueños”.

El juego de mesa y sillas fue el resultado de un proceso minucioso: cada detalle, desde el lustre hasta el tono, pasó por varias pruebas y muestras hasta lograr exactamente lo que las arquitectas buscaban. “Fue realizado de manera artesanal, con bordes suavemente redondeados que le dan un carácter único”.

Para acompañarla, elegimos dos lámparas del diseñador y escultor Isamu Noguchi, cuya obra admiramos profundamente y sentimos que armoniza a la perfección con esta casa. Nos inspira mucho la estética japonesa”.

“Cada objeto y pieza que elegimos para el departamento tiene un propósito. Nada quedó librado al azar y hubo muchísimo trabajo detrás”.

El dormitorio

“En este espacio, incorporamos detalles en verde, nuestro color favorito, y le dimos importancia a la calidad de los géneros, que sus cortinas sean motorizadas y que no haya iluminación en el techo”.

El toilette

Este espacio del departamento fue todo un desafío por su baja altura y dimensiones reducidas. “Queríamos que dialogara con el resto y que tuviese una pieza especial, que destaque, junto a un espejo lo más alto posible”.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/revista-living/te-mostramos-como-se-diseno-un-departamento-minimalista-y-funcional-de-130-m2-en-chacarita-donde-nid19112025/

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