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“Somos Belén”: del libro a la película que es la candidata argentina en la carrera por los Oscar y los Goya

En 2019, ...

“Somos Belén”: del libro a la película que es la candidata argentina en la carrera por los Oscar y los Goya

En 2019, ...

En 2019, en plena “marea feminista” en la Argentina, la abogada y activista Ana Correa publicó Somos Belén (Planeta), el libro en el que se basó la segunda película de Dolores Fonzi, Belén, que ya fue premiada en los festivales de Biarritz y San Sebastián, y cuenta con el beneplácito emocionado de los espectadores locales. Por si fuera poco, representará a la Argentina en la carrera por los premios Oscar y Goya. “Me hace súper feliz que la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina la haya elegido -dice Correa, que figura en los créditos de la película como consultora creativa-. Lo digo y me resuena de la mejor manera. Porque Belén representa un pedacito de nuestra historia, del movimiento de mujeres en la Argentina, y es una película que es cine argentino puro, y bien federal, algo que no es tan común. Dolores Fonzi es una gran directora, Leticia Cristi una gran productora, y el elenco es espectacular”.

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Somos Belén, que completa su título con una larga bajada, Una injusticia conmueve al mundo. Una argentina pasa 29 meses en prisión por un aborto espontáneo. La verdadera historia detrás de las máscaras, tiene capítulos breves y dinámicos que se enfocan en el calvario de la joven tucumana (interpretada en la película por la Camila Plaate) y en la tenacidad de la abogada Soledad Deza (Fonzi). Con prólogo de la escritora canadiense Margaret Atwood, fue publicada en Estados Unidos por HarperCollins en versión de Julia Sanches.

“Quedé muy feliz con la adaptación -revela Correa en diálogo con LA NACION-. Es muy fiel a muchas partes del libro, pero a la vez agrega el condimento artístico necesario para que funcione como película y muchas partes de humor, lo que permite que se pueda respirar en medio de una historia tan triste”.

El estreno de Belén se da en un contexto diferente -cuando en el país se vive una suerte de “antifeminismo de Estado”- al de la publicación del libro. “La importancia de la película la estamos viendo en lo que provoca en los espectadores -señala-. Venimos de años en los que el discurso dominante está lleno de palabras como destrucción, miserables, ratas, se propone la violencia y el miedo como métodos de gestión y de relación social. Y la película muestra lo opuesto, que una parte de la sociedad, que busca justicia, que arma redes, que incluso apuesta por una película así con el viento en contra, funcionó y puede volver a funcionar. Nos impresiona la cantidad de mensajes que recibimos en los que nos agradecen porque les gustó, porque los emocionó, porque les recordó una parte de la historia cercana que muchos quieren borrar. También es importante en un contexto de retrocesos en derechos de las mujeres en el país y en el mundo”.

-¿Qué aporta la película en términos documentales, artísticos y políticos?

-Quiero empezar por lo artístico, porque me interesa que, más allá de la importancia histórica y reivindicativa que creo que tiene, sería un poco injusto que no se le reconociera la contribución artística. Hay un trabajo de dirección, de fotografía y de edición que es del cine del bueno. Muchas de las interpretaciones quedarán para la historia: Laura Paredes, Julieta Cardinali, Camila Plaate, Liliana Juárez, Ruth Plaate, solo para nombrar a algunas. Luego, es la primera película de ficción que se hace sobre lo que fue ese momento entre la primera marcha de Ni Una Menos y la ola verde que llevó a la legalización del aborto. No es un documental, pero sí lleva un registro histórico de un momento muy importante para los derechos de las mujeres. En términos políticos, diría que muestra la potencia de aquello que este Gobierno ataca y desprecia: el arte, el cine argentino, los derechos de las mujeres, la autonomía para decidir, el cuestionamiento de lo injusto.

-¿Cómo ves el acecho al feminismo por parte del oficialismo y sus aliados?

-Hay una decisión política, no en Argentina sino en todos los países en los que la ultraderecha está organizada, de instalar que la culpa de todos los males las tienen los feminismos, las diversidades y los migrantes. Está muy bien descripto en Los ingenieros del caos, de Giuliano da Empoli, y en tantos otros. Ante sociedades insatisfechas, con frustraciones, miedos, y falta de dirigencias que los representen, un mecanismo que muchas veces funcionó es el de “crear” culpables. El presidente Trump, en su campaña, llegó a decir que los migrantes “se comen nuestros perros”. Acá, entre otras cosas, muchos empezaron a decir que las feministas éramos culpables de todo. “Oh, pidieron legalizar el aborto! Por eso no se llegaba a fin de mes”… A veces funciona, pero tarde o temprano todos se dan cuenta que el problema no es que pidamos que no nos maten ni nos criminalicen por abortar. El problema es que hay modelos en crisis, dirigencias que no saben lo que es viajar en transporte público, que nunca les faltó plata para llegar a fin de mes, que no les interesa la falta de estímulos reales que tienen hoy los jóvenes o el abandono en el que viven las personas mayores de edad.

Camila Plaate acaba de ganar el premio Concha de Plata a la mejor actriz de reparto por su rol como Belén en la película Belén, dirigida por ⁦@FonziDolores⁩ Extraordinaria actriz, extraordinario discurso. #Belen@sansebastianfespic.twitter.com/tvsRou5nDp

— Ana Correa (@anaecorrea) September 27, 2025

-¿Algunas de las críticas a los feminismos son válidas? ¿Hay un feminismo libertario?

-Obvio que debemos haber cometido errores individualmente o en grupo. Pero nada de eso tuvo que ver con los padecimientos sociales y la insuficiencia de respuestas a las demandas sociales. El feminismo con el que yo me identifico es el interseccional, que se interesa por todas las desigualdades. El que entiende que no es lo mismo una mujer sin recursos que una que pudo estudiar, tiene redes económicas y laborales. Y que tiene en claro que no es solo una cuestión de género. Hoy la vulnerabilidad es generalizada, afecta a mujeres, varones, profesionales de la salud, jubilados. Y luchamos por los derechos de todos, entendiendo que en cualquier contexto sigue habiendo una desigualdad de género preexistente. No creo que haya feministas libertarias. Si son feministas, se terminarán dando cuenta de que los libertarios quieren terminar con las desigualdades destruyendo al vulnerable, o poniendo a la mayoría de la sociedad en esa situación.

-¿Cómo te impactó el triple femicidio de Florencio Varela y los debates que abrió en la sociedad?

-Me dio bronca, dolor, impotencia. Siento que pedir justicia ya no sirve, porque si matan a tres chicas, ya no hay justicia que repare eso. Me horroriza que algunos pongan el foco en decir que no fue femicidio, cuando hay evidencia, hay protocolos, que hablan de los femicidios en los contextos de crimen organizado. Debería ser una alarma para todos este triple femicidio: los narcos están operando con tal nivel de impunidad que hasta exhiben la destrucción de los cuerpos de las mujeres. No se pueden eliminar las políticas de prevención de violencia contra las mujeres, no se puede desregular todo por desregular. Se ve que no lo entienden, así que habrá que volver otra vez a las calles hasta que lo entiendan.

-¿Qué simboliza el caso de Belén y qué clausura definitivamente?

-Simboliza uno de los tantos horrores que ocurrieron en la Argentina: tener a una mujer presa por un aborto espontáneo casi tres años. También simboliza que la unión de las mujeres puede dar vuelta la historia. A través del caso se muestra la falta de humanidad de tantos, y el compromiso de otras y otros. La visibilidad de su caso fue muy importante para el debate sobre la legalización del aborto. Pero creo que no haya clausura definitiva de nada. Hay un fotógrafo al que le dispararon en una protesta que no se termina de recuperar y no hubo consecuencias para nadie. Hay tres pibas asesinadas, una de las cuales tenía quince años y dijo en la tele que era trabajadora sexual y nadie se acercó a ayudarla. Quizás Belén sirva para recordarnos que no está bueno que dejemos pasar todo como si nada.

-¿Habrá un relanzamiento del libro?

-A poco de publicarse en 2019, vino la pandemia y tuvimos que suspender muchas presentaciones. Algo muy lindo es que ahora, junto con las ganas de ver la película, hay ganas de leer, releer o hacer presentaciones. Ya hay una programada en noviembre en Montevideo. En estos años se tradujo al polaco, el año pasado Harper Collins lo publicó en Estados Unidos con el nombre What Happened to Belen.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/cultura/somos-belen-del-libro-a-la-pelicula-que-es-la-candidata-argentina-en-la-carrera-por-los-oscar-y-los-nid01102025/

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