Generales Escuchar artículo

Sergio Ramírez ganó el premio de la bienal Vargas Llosa con un “prodigioso artefacto literario experimental”

MADRID.— “Quiero dedicar este premio a todos aquellos que junto conmigo viven en el exilio”, expresó ...

Sergio Ramírez ganó el premio de la bienal Vargas Llosa con un “prodigioso artefacto literario experimental”

MADRID.— “Quiero dedicar este premio a todos aquellos que junto conmigo viven en el exilio”, expresó ...

MADRID.— “Quiero dedicar este premio a todos aquellos que junto conmigo viven en el exilio”, expresó Sergio Ramírez (Nicaragua, 1942) hoy cuando subió al estrado a pronunciar su discurso de aceptación del Premio de Novela de la VI Bienal Vargas Llosa, dotado con una recompensa de 100 mil euros por su ficción El caballo dorado (Alfaguara). El autor publica sus columnas de opinión en LA NACION, donde aborda un abanico de temas amplios con su lúcida mirada del arte y la política.

La espada de Eisenhower: la joya del gobierno de Estados Unidos le costó el cargo al director de un museo que enfrentó a Donald Trump

“Me siento muy emocionado y confundido“, dijo al inicio y al final de su discurso Ramírez frente a un auditorio que lo escuchaba de pie. “Mi admiración en primer lugar por la figura que nos convoca esta noche, que es la de Mario Vargas Llosa“, declaró Ramírez cuando subió al escenario del teatro de Cáceres donde se anunció el fallo del jurado del premio que lleva el nombre del ganador del Premio Nobel de Literatura. ”Pertenezco a una generación de escritores que siguió a la generación del boom. Ella tuvo la virtud de transmitir grandes enseñanzas, de abrirnos nuevos mundos en nuestra adolescencia para entender que la literatura latinoamericana se abría por nuevos caminos y que, por lo tanto, la literatura era algo a lo que valía la pena dedicarse, como se dedicó Mario Vargas Llosa con disciplina, con esfuerzo, con constancia y creyendo que la literatura era una verdadera razón de vida”, agregó.

Ramírez, asiduo colaborador de LA NACION con sus textos de opinión, que abordan desde la crítica literaria hasta la reflexión política de su país y de toda América Latina, ha sido también merecedor del Premio Cervantes (2017) y del Premio Alfaguara por Margarita, está linda la mar (1998). El escritor vive en el exilio tras escapar del régimen de Daniel Ortega, de quien es detractor desde hace décadas. Fue su novela Tongolele no sabía bailar (2021), protagonizada por el detective Dolores Morales, la que enfureció al dictador, motivo por el cual el autor partió al exilio.

Novelista y abogado (profesión que nunca ejerció), Ramírez se dedicó también a la política. En su autobiografía Adiós muchachos (1999) narra sus años como miembro del Frente Sandinista de Liberación Nacional, agrupación que propició la caída del dictador Anastasio Somoza. Ramírez asumió como vicepresidente de Nicaragua, durante el primer mandato de Ortega, pero comenzó a alejarse de su gestión ante los reiterados abusos de autoridades, hasta convertirse en el más férreo opositor a la dictadura que instauró.

Inhotim: el museo brasileño donde el arte y la naturaleza comparten el mismo territorio

“He tenido una vida muy excitante, fui parte y protagonista de una revolución, abandoné la literatura por esa revolución, dediqué diez años de mi vida a buscar cómo construir un país nuevo, diferente y dejé de escribir en esos años. Son años que no los echo en cuenta, a pesar de que los resultados de hoy son los de una nueva dictadura peor que la de Somoza en Nicaragua y que ha encadenado a mi país a un destino trágico de nuevo”, comenzó Ramírez antes de referirse a un colectivo en particular. “Quiero dedicar este premio a todos aquellos que junto conmigo viven en el exilio, que junto conmigo han sido despatriados, se nos ha quitado la ciudadanía. Yo, que esta noche tengo voz, quiero representarlos a ellos y abrir un camino de esperanza para que un día Nicaragua vuelva a ser un país democrático, un país libre y donde todos podamos vivir sin miedo y gozando de los aires de la libertad”, agregó.

El jurado distinguió la novela de Ramírez por ofrecer al lector un “prodigioso artefacto literario, obra experimental, poliédrica, calidoscópica, construida en base a la copia y collage de fotografías, grabados y citas textuales donde realidad y ficción se confunden y superponen”.

El caballo dorado, publicada en la Argentina por el sello Alfaguara, transcurre en varios escenarios y países: un castillo de los Cárpatos, Bucarest, Constanza, Estambul, París y Managua. En la novela, protagonizada por una princesa transilvana, se entremezclan las intrigas amorosas, también aparece Rubén Darío, columnista de LA NACION, y Mata Hari, entre otros personajes históricos.

“El jurado felicita a Sergio Ramírez y a los otros cinco finalistas, no sin subrayar lo difícil realmente que ha sido seleccionar una sola novela del conjunto de las seis de excepcional calidad que llegaron a la fase final del concurso”, concluyó el fallo del jurado del prestigioso galardón que por primera vez se celebró en España, más precisamente en Extremadura, con la ciudad de Cáceres como sede principal. En la lista corta de candidatos a este premio se encontraban la nicaragüense Gioconda Belli, con Un silencio lleno de murmullos; el peruano Gustavo Faverón, con Minimosca; ⁠Ignacio Martínez de Pisón, con Castillos de fuego; y la argentina Pola Oloixarac, también columnista de LA NACION, con Bad hombre; David Uclés, con La península de las casas vacías. El premio se entrega la última velada de cuatro jornadas intensa donde la Cátedra Vargas Llosa convoca a exponentes de la narrativa contemporánea para debatir sobre los principales temas de la actualidad literaria, política y social.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/cultura/sergio-ramirez-gano-el-premio-de-la-bienal-vargas-llosa-con-un-prodigioso-artefacto-literario-nid25102025/

Volver arriba