Reseña: Una espía en los archivos soviéticos, de Sheila Fitzpatrick
Este es un libro de historia, pero por completo singular. Sheila Fitzpatrick (Melbourne, 1941), especialista de esa subrama historiográfica denominada sovietología, no se centra en un acontecimie...
Este es un libro de historia, pero por completo singular. Sheila Fitzpatrick (Melbourne, 1941), especialista de esa subrama historiográfica denominada sovietología, no se centra en un acontecimiento capital, como en La revolución rusa. Una espía en los archivos soviéticos es un autorretrato de su itinerario intelectual. Con un plus. La historiadora tuvo la oportunidad de vivir en la URSS tres años –contando más de un período– en aras de su tesis y ese conocimiento de primera mano es el puntal del libro. Pero no es el único: para explicar esa inédita circunstancia, bucea en las razones que la llevaron a interesarse en la URSS (sus padres izquierdistas) y también en los vericuetos académicos que la depositaron allí, como australiana que realizaba su posgrado en Gran Bretaña.
Esos prolegómenos son necesarios para retratar esa estancia en una Unión Soviética que, ya en el año 1966, empezaba a salir del Deshielo para entrar en la era Brezhnev. Tímida, sin dominar totalmente el idioma, Fitzpatrick pinta como una etnógrafa la vida cotidiana de aquel período, además de los contactos que hizo y le permitieron ingresar –algo infrecuentea estudiar los archivos sobre Lunacharski, viejo comisario de la Revolución. La historiadora (que descubrirá que un diario la acusa de espía, confundiéndola con un hombre) también se introduce en las compulsas dentro del comunismo a través de las revistas de la época o el affaire Svetlana (la hija de Stalin, que desertó entonces a Occidente). Una espía en los archivos soviéticos, con sus vivencias de primera mano, es un sugestivo acercamiento al otro lado de la Guerra Fría.
Una espía en los archivos soviéticos
Por Sheila Fitzpatrick
Siglo XXI. Trad.: Teresa Arijón
326 páginas, $ 33.900