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Racing no se sonroja, tiene a Maravilla Martínez, hace negocios y sacudió el plan de Vélez

Un duelo de estilos, de propuestas, de entender cada movimiento, de apostar por una idea. De prevalecer más allá de los gustos. Porque el fútbol no siempre le ofrece un guiño al que más arries...

Racing no se sonroja, tiene a Maravilla Martínez, hace negocios y sacudió el plan de Vélez

Un duelo de estilos, de propuestas, de entender cada movimiento, de apostar por una idea. De prevalecer más allá de los gustos. Porque el fútbol no siempre le ofrece un guiño al que más arries...

Un duelo de estilos, de propuestas, de entender cada movimiento, de apostar por una idea. De prevalecer más allá de los gustos. Porque el fútbol no siempre le ofrece un guiño al que más arriesga o dispone, sino que es un pagador que en determinadas ocasiones no distingue el cómo se ejecuta. Por eso Racing prevaleció en Liniers, porque se impuso con lo justo, por 1-0, ante Vélez y se quedó con el primer duelo de los cuartos de final de la Copa Libertadores.

Y no le importó a la Academia que no fue la mejor versión que ofreció, incluso, de cara a la revancha en el Cilindro el martes próximo, porque había que hacer un negocio y se limitó a eso, no pretendía mucho más. Y hasta rompió con una racha de nueve años sin ganar en Liniers. En ese contexto, más allá de la herida de este primer capitulo, lo de Vélez, por sus formas, le deja una puerta abierta, esa que hace incierto determinar quién podrá finalmente quedarse con el premio mayor.

El campo de juego de Vélez se convirtió en un damero perfecto para comprender lo que sucedió en Liniers. Guillermo Barros Schelotto y Gustavo Costas dispusieron estrategias para anularse. Como si simplemente se tratase de ver de qué forma se podía romper cualquier idea. Es cierto que el local pareció más dispuesto a quebrar con la lógica, porque está más cómodo con el libreto de proponer. Y Racing, que luce como otro, no como ese equipo que propone y después desarticula, se limitó a negar y pelear.

Pero claro, en el fútbol no siempre suelen mandar las ideas por encima de las apuestas de ocasión o los planes de contingencia, la versión que mostró el Fortín que lució más acorde a la cita, porque buscó con Aliendro darle volumen, con Bouzat orden y frescura con Machuca y Galván, no terminó dando sus frutos. Y en esa máxima que en la Copa Libertadores se plantean partidos de largo aliento, Racing se escudó en una pelota salvadora que pueda pelear Maravilla Martínez o una corrida de Martirena, lo que resultó el mejor de los escenarios.

Y en ese juego de piezas dispuestas con detenimiento, cualquier imponderable podía altera las estrategias y sucedió. Por eso Vélez se vio condicionado a reconfigurar todo su plan porque Lisandro Magallán fue expulsado y obligó a los Barros Schelotto a deshacer su plan inicial. Y si bien fueron un puñado de minutos en el final del primer tiempo en el que se tuvo que replegar para cederle la iniciativa a Racing, que no pareció demasiado cómodo con tener esa responsabilidad, después no pudo sostenerse como para no darle chances a la Academia.

Y como en los detalles se resuelven los desafíos de estas características, la acción que terminó con la expulsión de Magallán resultó determinante para Vélez. Porque aquella determinación que mostró antes de estar con un jugador menos se desvaneció en la segunda parte, más allá de que los Barros Schelotto realizaron modificaciones como para no se dominados. Pero Racing tenía claro cuál era su objetivo principal, aprovechar la ventaja y la capitalizó fundamentalmente porque tiene al mejor centrodelantero del fútbol argentino: Maravilla Martínez.

El nuevo de la Academia se encargó de volver locos a todos los jugadores de Vélez que pasasen por su radar. Provocó desde el arranque a Magallán, se raspó con Mammana, chocó con Bouzat, se sacó chispas con Elias Gómez. El trabajo sucio e invisible que termina por sembrar una escena propicia para dar un golpe. Y en ese contexto, porque no tuvo un partido brillante en cuanto a su contacto con la pelota, demostró que su poder de gol es letal. Porque la primera acción en la que pudo participar con peligro sacudió la red del arco de Marchiori y desbarató el plan de Vélez. Porque capturó justo un disparo de Mura a ras de piso, y se anticipó a Quirós para marcar el tanto que torció el rumbo de la partida entre Costas y Guillermo y Gustavo Barros Schelotto.

Ahora bien, lo que está claro que Vélez es un equipo que no se resigna, porque aún con un jugador menos se mantuvo fiel a su idea, no se refugió, luchó cada pelota en la mitad de la cancha, pero le costó demasiado darle juego, aun con el ingreso de Lanzini en el campo de juego.

En el terreno de movimientos calculados, Racing demostró que sabe muy bien qué pretende. Más allá de los estilos y los gustos, lo que propuso la Academia en el primer capítulo de este duelo de cuartos de final fue no salir herido de Liniers y aprovechar cualquier error de su rival. Y en ese camino elegido todo lo que ejecutó en el campo de juego fue consecuente, poco juego, mucha fricción, sin errores y capitalizar el más mínimo desliz que pudiera ofrecerle Vélez.

Un gol anulado a Quirós, una tarjeta roja desestimada para Nardoni y más apuro que claridad, fue lo que le quedó como sabor amargo al conjunto de Liniers, que mostró, más allá del resultado final, que tiene argumentos como para torcer el rumbo. Aunque claro, enfrente tiene un equipo rocoso, mañero y que pretende hacer un negocio sin sonrojarse si no luce, pero logra su objetivo.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/velez/racing-no-se-sonroja-tiene-a-maravilla-martinez-hace-negocios-y-sacudio-el-plan-de-velez-nid16092025/

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