Qué es el “desgaste silencioso”: el nuevo síndrome laboral que se extiende sin que muchos lo perciban
Cada vez más empleados cumplen con sus obligaciones, pero pierden energía, entusiasmo y compromiso sin darse cuenta de que atraviesan un agotamiento invisible. Por eso, los especialistas en recur...
Cada vez más empleados cumplen con sus obligaciones, pero pierden energía, entusiasmo y compromiso sin darse cuenta de que atraviesan un agotamiento invisible. Por eso, los especialistas en recursos humanos empezaron a hablar de un concepto emergente que se conoce como quiet cracking o “desgaste silencioso”.
Se trata de un proceso gradual y casi imperceptible de deterioro en la relación con el trabajo. A diferencia del quiet quitting (renunciar de forma silenciosa limitándose a lo mínimo) o del pico de estrés clásico, en este caso los profesionales continúan desempeñando sus tareas, pero interiormente sienten que se apaga su motivación, la conexión emocional y el sentido de lo que hacen.
De acuerdo con la plataforma TalentLMS, este fenómeno representa “una erosión interna de la satisfacción laboral”. Entre las causas más frecuentes se encuentran:
La incertidumbre por despidos o la irrupción de la inteligencia artificial.La carencia de formación y reconocimiento, que genera sensación de estancamiento.La falta de escucha por parte de los responsables directos.La sobrecarga de tareas, plazos imposibles y roles poco definidos.Todo ello provoca que los trabajadores permanezcan en sus puestos, pero con una erosión que, poco a poco, afecta tanto a su bienestar como a su rendimiento.
Según explicó en su cuenta de Instagram el conferencista y consultor en desarrollo humano, Ramon Torre Lemus, esta afección viene en aumento. “Una tendencia silenciosa está creciendo: empleados que cumplen, pero se sienten estancados y exhaustos. La combinación de incertidumbre económica, evaluaciones más duras, regreso parcial a oficina y menos oportunidades de cambio están elevando el estrés y la desconexión”, aseguró.
Los expertos remarcan que este desgaste resulta más complejo de identificar que otros problemas clásicos. Algunos síntomas dentro del mundo laboral que pueden identificarse son:
Empleados que cumplen, pero dejaron de proponer o innovar.Cambios de humor, apatía o dolencias físicas recurrentes.Jornadas extendidas sin que nadie se lo exija.Incapacidad de delegar, falta de descanso y tendencia a aceptar cualquier tarea.El riesgo es que, al no ser evidente, puede pasar inadvertido hasta que la persona sufre un colapso o abandona la empresa de manera repentina.
“¿Qué hacer como líder? Observá cambios de conducta (fatiga, irritabilidad, baja energía), conversa temprano y ofrecé apoyo real (prioridades claras, carga manejable, recursos de bienestar). El objetivo es prevenir burnout y mantener el compromiso sin recurrir a discursos grandilocuentes: claridad, empatía y seguimiento. Eso construye confianza y mejora el desempeño sostenido“, aseveró Torre Lemus.
Si no se actúa a tiempo, las consecuencias pueden ser la pérdida de talento estratégico, la reducción del rendimiento y un efecto contagio en todo el equipo. De ahí que cada vez más voces reclamen que las organizaciones atiendan este problema, que ya se hace visible en varios países y amenaza con convertirse en una nueva epidemia silenciosa en el mundo del trabajo.
El quiet cracking impacta directamente tanto en la salud mental como en el negocio. Investigaciones internacionales señalaron que más de la mitad de los empleados en Estados Unidos experimentaron esta afección en algún grado, y uno de cada cinco lo vive de manera constante.
“El 54% de los empleados experimenta algún nivel de desgaste silencioso. En el entorno laboral actual, algo se está rompiendo bajo la superficie. Ya no se trata solo de una desconexión récord o de una renuncia silenciosa, sino de algo más profundo y difícil de detectar”, aseguró en su blog el especialista en Recursos Humanos, Ricard Lloria.