Presupuesto, reservas y reformas: la hoja de ruta del Citi para que la economía argentina se recupere
Luego de ganar las elecciones del mes pasado, el Gobierno confirmó el mandato que le había dado la sociedad para hacer las reformas económicas en un contexto internacional que podría ser favora...
Luego de ganar las elecciones del mes pasado, el Gobierno confirmó el mandato que le había dado la sociedad para hacer las reformas económicas en un contexto internacional que podría ser favorable, aunque hay cuestiones pendientes que debería abordar para aprovechar el entusiasmo que despertó el resultado de los comicios en los mercados. Es el diagnóstico que el economista de Citi Research para la Argentina, Paraguay y Uruguay, Ricardo Dessy, expuso hoy en una reunión virtual con periodistas.
El analista consideró que la parte más difícil, la del ajuste fiscal, ya se hizo. “Se puede discutir la forma, pero lo cierto es que ya está hecha. Los mercados no pueden creer que el gobierno que aumentó las tarifas de servicios públicos en diez veces y que bajó el gasto público en cinco puntos del PBI haya ganado las elecciones”. Y agregó: “Ahora tenemos que convertirnos en confiables y previsibles como país”, completó.
Para eso identificó una hoja de ruta. “La primera necesidad urgente es aprobar el presupuesto 2026. La Argentina debe acordar ideas y eso se verá con la aprobación de un presupuesto. Gobernar sin presupuesto es echar más nafta al fuego de la imprevisibilidad porque aumenta la sensación de discrecionalidad”, opinó.
En segundo lugar, Dessy apuntó a la acumulación de reservas. “El mercado te dice que un Banco Central sin reservas constituye una vulnerabilidad en el caso de un shock. La incertidumbre global, lo que sucede con China, Europa y Estados Unidos, puede generar shocks exógenos y eso es peligroso para un país con bajas reservas, con mercado cambiario chiquito y cuyo activo de resguardo es el dólar”, agregó. “Por eso se entiende cuando el ministro Caputo dice que es difícil flotar o que el Banco Central salga precipitadamente a comprar dólares”.
En tercer lugar, el economista identificó el hecho de seguir aprobando las reformas “que todos conocemos”, la impositiva, la laboral y la previsional, y todas aquellas que mejoran la microeconomía. “Eso podría dar un sendero de prosperidad para los próximos años y fundamenta nuestro optimismo”, señaló.
“Las reformas no solo necesitan ser aprobadas por el Congreso, sino ser sostenibles en el tiempo y son más sostenibles cuando surgen del consenso. Y las reformas que el Gobierno está implementando para recuperar la competitividad real -no la efímera de la devaluación-, las de la microeconomía, esas llevan tiempo y necesitan del consenso”, estimó. En ese sentido, consideró que los gobernadores serían “accionistas” y los grandes ganadores de ese modelo porque la prosperidad posible vendría del interior, del agro, de la minería y de la energía (petróleo y gas). “Las grandes economías globales dicen: ‘yo necesito asegurarme energía y alimentos en un mundo en conflicto que se va desglobalizando, en el que se van armando bloques. La Argentina y el Mercosur tienen una oportunidad extraordinaria, pero a ese motor lo tengo que aceitar haciendo las cosas bien”, razonó.
Entrando en los detalles, Dessy se refirió a dos problemas centrales. “El más importante es el microeconómico, el que hace a nuestra competitividad. En la Argentina es caro producir. Ese es el problema real a la hora de tomar decisiones, además de la incertidumbre. Cuando algo es incierto, se aleja la inversión. Resolver el problema de la macro era condición necesaria, pero para salir adelante es la micro”.
“El otro es la confianza -añadió-. No solo es portarse mejor, sino hacerlo rápido. Y en ese sentido el Gobierno ejecutó. ¿Qué es lo que miran desde afuera tanto los fondos de inversión como los inversores en la economía real? Que en la Argentina hubo otros gobiernos con equipos profesionales y diagnósticos correctos, pero que nunca ejecutaron”.
Sobre el principal debate actual en el ambiente económico, la acumulación de reservas, Dessy se mostró comprensivo con el equipo económico. “Creemos que si bien es urgente recomponer el stock de reservas, el Gobierno está mirando la película y con razón porque este triunfo inesperado en las elecciones está originando una remonetización de la economía importante. Hay una remonetización pendiente y es lógico que se quiera ver cómo sigue antes de tomar decisiones. El programa de bandas tiene cuatro o cinco meses y esto de cambiar la política económica a cada rato no es bueno. El equipo económico está tratando de entender qué va a pasar con el acuerdo con Estados Unidos, con el préstamo con los bancos y con el proyecto de inocencia fiscal ; hay mucha niebla, mucho polvo en el aire, me parece prudente esperar. Quizás después se ve que la remonetizacion es mayor de lo esperado. La torta todavía está muy caliente en el horno y hay que esperar a que se enfríe. Caputo me da la impresión de que hubo una experiencia capitalizada de no subirse al optimismo y manejarse con prudencia antes de tomar medidas de política”.
Por último, el analista del Citi se refirió a las condiciones que deberían darse para que baje el riesgo país y las consecuencias de un incumplimiento de las metas con el FMI. “Primero, hacer las correcciones y segundo -lo más difícil- que sean sostenibles en el tiempo. No esperaría un riesgo país como el de Perú o Uruguay. Eso lleva muchos años. Podríamos ir a un riesgo país de 400 puntos en los próximos meses; de ahí en más será un proceso como el de la baja de la inflación, la parte más difícil, la del último tramo, como el de bajar la inflación de 2% a uno por ciento mensual”.
En cuanto al probable incumplimiento de la meta de acumulación de reservas con el Fondo, Dessy afirmó que “los compromisos se firman para cumplirlos. El mercado siempre prefiere las situaciones en las que los compromisos se cumplen. De acá a fin de año que es cuando el gobierno debería comprar muchas reservas, pero no estoy seguro de que incumplan la metas. Yo creo que las van a cumplir pero hay demasiadas ventanas abiertas como para ver qué condiciones llevarán a ese cumplimiento. No le asigno al incumplimiento una alta probabilidad”.