Por unanimidad van a enjuiciamiento los tres fiscales del caso por el femicidio de Nora Dalmasso en Río Cuarto
CÓRDOBA.- “Es una gran noticia”, dijo Marcelo Macarrón en cuanto supo que los tres fiscales que intervinieron en el caso del femicidio de su esposa, Nora Dalmasso, ocurrido hace 19 años en R...
CÓRDOBA.- “Es una gran noticia”, dijo Marcelo Macarrón en cuanto supo que los tres fiscales que intervinieron en el caso del femicidio de su esposa, Nora Dalmasso, ocurrido hace 19 años en Río Cuarto, enfrentarán un jury de enjuiciamiento con miras a su eventual destitución.
Javier Di Santo, Daniel Miralles y Luis Pizarro actuaron entre el 26 de noviembre de 2006, cuando la mujer, de 50 años, fue encontrada violada y asesinada en su casa del barrio privado Villa Golf, y 2022, cuando el tercer fiscal elevó a juicio la acusación contra el viudo, acusándolo de ser el supuesto ideólogo del crimen. Macarrón terminó absuelto.
La decisión la tomó el jurado integrado por los legisladores Julieta Rinaldi (presidenta), Facundo Torres Lima, Miguel Nicolás, Walter Gispert y la vocal del Tribunal Superior de Justicia, Aída Tarditti. Aunque la resolución estaba prevista para el martes pasado, terminó saliendo hoy.
El pedido lo realizaron en abril los abogados de Marcelo Macarrón y sus hijos ante la Unicameral de Córdoba por considerar que, “pese a contar con elementos probatorios más que suficientes” para sospechar de Roberto Bárzola −un parquetero que había trabajado en la casa de la víctima y cuyo ADN apareció en la bata de ella− “decidieron dejarlo totalmente de lado” y “optaron por encarnizarse en contra de la familia de la víctima”.
Consideran que los tres funcionarios judiciales “incurrieron en violencia institucional”. También consideraron que, por el tiempo transcurrido, pusieron “en riesgo” la condena de Bárzola, el último imputado por el caso, a quien la Cámara Criminal, Correccional y de Acusación de 2a. Nominación de Río Cuarto le decretó el sobreseimiento total por prescripción hace unos 45 días.
La presentación del jury, previa a esta decisión de la Justicia, plantea que los tres fiscales "injustificadamente se negaron a realizarle los análisis genéticos". Los abogados del viudo y de Valentina y Facundo Macarrón apelaron la decisión de la Cámara.
El paso de cada fiscalDi Santo fue el primer fiscal y dejó el caso en 2015. Cuando lo hizo reivindicó su actuación al frente de la investigación. “Puesta en sospecha mi imparcialidad con la interposición de una denuncia , en miras a garantizar su total transparencia, me veo en la obligación de no seguir entendiendo en lo relacionado con el homicidio de Nora Raquel Dalmasso”, planteó después de que el Observatorio de Derechos Humanos de Río Cuarto pusiera en duda su accionar.
El fiscal tuvo tres imputados al mismo tiempo: Rafael Magnasco, Gastón Zárate y Facundo Macarrón; todos estaban acusados de asesinar a Nora Dalmasso aunque por diferentes motivos. Sobre el primero pesó una “sospecha leve” por haber sido amante de la víctima. En el juicio al viudo dijo que esa versión fue armada para “inculparlo”.
Zárate, quien estaba haciendo un trabajo de pintura en la casa de Dalmasso, fue detenido y la comunidad de Río Cuarto se movilizó para defenderlo. La marcha quedó en la memoria popular como “el Perejilazo”. Ahora está preso por matar a un hombre a golpes.
Cuando Zárate fue liberado, Di Santo enfocó sus sospechas en el hijo de la víctima. Facundo Macarrón quedó en la mira porque el ADN encontrado en el cuerpo de la mujer y en el cinto de la bata era de un Macarrón. Fue imputado en junio del 2007, pero no quedó preso porque el mismo fiscal entendió que no había pruebas suficientes. En 2012 fue sobreseído por el juez de Control de Río Cuarto, Daniel Muñoz.
A Di Santo le siguió el fiscal Miralles, que en marzo de 2016 imputó al viudo por el homicidio sobre la base de las mismas pruebas de ADN con las que habían acusado a Facundo. Al fin y al cabo, la creencia era que el crimen lo había cometido un Macarrón, y si no era el hijo, había que mirar hacia el marido.
Di Santo creía que el viudo había hecho un viaje relámpago desde Punta del Este hasta Río Cuarto −en un avión privado, de madrugada−, mantuvo relaciones con su mujer y la mató; y después de eso, volvió a Uruguay antes de que sus amigos se levantaran para desayunar, jugó la última vuelta del torneo de golf y levantó el trofeo de ganador.
En 2017 Di Santo renunció después de que la defensa de Macarrón pidiera su apartamiento. “La presencia genética del imputado es muy grande en la escena del crimen, lo que lo coloca como el principal sospechoso“, dijo horas antes de dejar el caso.
En setiembre de 2019, el fiscal Pizarro quien elevó la causa a juicio. Un año antes había agravado la acusación contra el viudo. Imposibilitado de acusarlo con pruebas concretas de haber sido el femicida, lo acusó de ser el instigador del crimen y de haber contratado a alguien para que matara a su esposa. Así, Marcelo Macarrón llegó al proceso por jurados populares imputado por homicidio calificado por el vínculo, por alevosía y por precio o promesa remuneratoria.
Pero en julio de 2022, un jurado popular absolvió a Marcelo Macarrón. La Justicia reconoció a la mujer como “víctima de violencia de género”, pero el crimen quedó impune. La decisión no podía ser otra toda vez que, en el proceso oral, el fiscal de Cámara Julio Rivero había admitido que no había elementos para sostener la acusación contra el viudo.