Pizza de polenta sin harina: receta rápida, liviana y sin gluten para una cena sabrosa en minutos
Para quienes buscan comidas simples, rendidoras y sin complicaciones, la pizza de polenta sin harina es una opción que vale la pena tener a mano. No solo se cocina en pocos minutos, sino que no re...
Para quienes buscan comidas simples, rendidoras y sin complicaciones, la pizza de polenta sin harina es una opción que vale la pena tener a mano. No solo se cocina en pocos minutos, sino que no requiere amasado ni levado, y es ideal para quienes llevan una alimentación libre de gluten. Al no usar harina de trigo, es apta para personas con celiaquía, siempre que se utilice polenta certificada sin TACC.
Esta receta da como resultado una base firme, doradita y con un toque crocante que se lleva muy bien con cualquier cobertura: salsa, quesos, verduras o lo que tengas en la heladera.
Ingredientes para una pizza sin harina1 taza de polenta (de cocción rápida o tradicional)3 tazas de agua1 cucharada de aceite de olivaSal y pimienta a gusto½ taza de queso rallado (opcional, para sumar sabor a la base)½ taza de salsa de tomate (casera o comprada)Queso mozzarella (en hebras o en fetas)Orégano, albahaca, aceitunas, tomates cherry o los toppings que prefierasTIP: Para que la base quede más firme y no se desarme, conviene dejar enfriar la polenta unos minutos antes de darle forma.
Paso a paso: cómo hacer pizza de polenta1. Cocinar la polenta: Llevá a hervir las tres tazas de agua con un poco de sal. Agregá la polenta en forma de lluvia y cociná a fuego bajo, revolviendo seguido para evitar que se formen grumos. Cuando espese, incorporá el aceite, los condimentos y, si querés, el queso rallado.
2. Formar la base: Extendé la polenta caliente sobre una asadera aceitada o cubierta con papel manteca. Le podés dar forma redonda o rectangular, según prefieras. Lo ideal es que tenga un grosor de entre 1 y 1,5 cm. Alisá con una espátula mojada para que quede pareja.
3. Llevar al horno: Con el horno precalentado a 200°C, cociná la base durante unos 15 minutos para que se dore y tome consistencia.
4. Agregar la cobertura: Sacá la bandeja del horno, colocá la salsa de tomate, el queso y los ingredientes que más te gusten.
5. Gratinar y servir: Volvé a hornear durante 10 minutos más, hasta que el queso se derrita bien y los bordes queden dorados.
Variantes, trucos y combinaciones posiblesSi preferís usar sartén, colocá la polenta cocida directamente en una antiadherente con un poco de aceite. Dorala a fuego medio por 10 minutos, agregá la cobertura y tapá hasta que el queso se derrita.Podés sumar cebolla caramelizada, jamón cocido, atún, rúcula fresca, champiñones, morrón asado o lo que tengas en casa.Para versiones individuales, hacé mini pizzas usando aros de metal, moldes de silicona o simplemente dándoles forma sobre la placa.Un truco para que quede más crocante: espolvoreá con un poco de harina de maíz gruesa antes de llevar al horno o cociná unos minutos extra.Esta receta es tan práctica como versátil. Ideal para quienes buscan una opción rápida, rica y sin harinas refinadas, perfecta para resolver una cena liviana en cualquier día de la semana.