Piden prisión preventiva por tentativa de homicidio para el autor de un ataque antisemita en Palermo
El fiscal federal Carlos Stornelli pidió procesar con prisión preventiva a un vecino de Palermo por el delito de tentativa de homicidio calificado por odio religioso, porque arrojó un tubo de al...
El fiscal federal Carlos Stornelli pidió procesar con prisión preventiva a un vecino de Palermo por el delito de tentativa de homicidio calificado por odio religioso, porque arrojó un tubo de aluminio desde su ventana contra una mujer y su bebé de ocho meses al grito de “¡Judía!”.
El acusado es Mariano Andrés Corera, a quien Stornelli le imputó haber intentado dar muerte a la influencer Michelle Tamara Schmukler y a su hijo Tomer Ben David. La mujer registró lo ocurrido en sus redes sociales.
El suceso tuvo lugar el 4 de octubre, alrededor de las 13.30, en un edificio situado en la calle Cabello 3961 del barrio porteño de Palermo.
Schmukler relató que, mientras se encontraba en el patio junto a su bebé, escuchó gritos que provenían del tercer piso, donde Corera residía.
El video que subió la influencer a sus redes socialesLos gritos incluían expresiones de odio como “¡Judía, judía, judía! ¡Qué asco, judía!” y, luego, Corera arrojó un elemento metálico que no llegó a impactarlos. A continuación los insultó: “¡Judía, judía, y ahora encima tenés un hijo judío, qué asco!”.
El elemento arrojado, que cayó en el cantero del patio a aproximadamente un metro de la madre y el bebé, fue secuestrado e identificado pericialmente como un objeto de aluminio, de 22,6 mm de diámetro y 10 centímetros de largo, con un peso de 67,82 gramos.
El 9 de octubre, Corera reconoció al prestar declaración indagatoria haber tirado el objeto, pero sostuvo que fue un “acto adolescente”.
Es “ridículo intentar matar a alguien con un tubito, es ridículo. No sabía de eso, no sabía de eso, de querer matar a alguien con un tubito”, dijo al ser indagado. Si bien admitió que “existe la posibilidad de homicidio con un tubito”, afirmó: “No, no quise matarla, no quise tirarle a ella sino al jardín, como un acto adolescente”.
El acusado también afirmó estar arrepentido: “Lamento lo sucedido, lamento lo sucedido, fue la única vez, no volverá a pasar. No volverá a pasar porque ya no quiero vivir más ahí, no quiero vivir más en ese edificio, no quiero ver más a ella...”.
La mujer relató que, cuando su esposo confrontó al atacante, este le respondió que había tenido “mala puntería”. Al respecto, en su indagatoria lo negó y señaló que en realidad tuvo “buena puntería, que fue no tirarle a ella ni al bebé...”.
Y concluyó: “Yo desde el minuto que le tiré algo al jardín, desde el segundo uno, que me arrepentí. Dije ‘No, no, estuve mal...’”.
Pese a la defensa de Corera, Stornelli consideró que su conducta es de “gravedad extrema” y solicitó su procesamiento por homicidio agravado por odio religioso, en grado de tentativa.
El Código Penal establece que se aplica reclusión o prisión perpetua a quien matare “por placer, codicia, odio racial, religioso, de género o a la orientación sexual, identidad de género o su expresión”.
Además, la fiscalía imputó a Corera este delito junto con promoción de la discriminación religiosa, que reprime la realización o participación en propaganda basada en ideas de superioridad de determinada religión o que promueva la discriminación.
El Ministerio Público Fiscal sostiene que la finalidad de discriminar y promover el odio fue explícita en las acciones y palabras del imputado.