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Penas leves por delitos aberrantes

Como parte de un fenómeno global, el mayor uso de celulares y redes entre niños y jóvenes ha incrementado también las denuncias por difusión de fotos y videos explícitos de menores. En 2023, ...

Penas leves por delitos aberrantes

Como parte de un fenómeno global, el mayor uso de celulares y redes entre niños y jóvenes ha incrementado también las denuncias por difusión de fotos y videos explícitos de menores. En 2023, ...

Como parte de un fenómeno global, el mayor uso de celulares y redes entre niños y jóvenes ha incrementado también las denuncias por difusión de fotos y videos explícitos de menores. En 2023, solo en la ciudad de Buenos Aires, hubo casi 100.000 denuncias. Desde el Ministerio Público bonaerense, se instruyeron más de 3300 causas penales por pedofilia, con 111 acusados, a las que se suman más de 4000 expedientes por los llamados NCMEC CyberTipline (National Center for Missing & Exploited Children), una alerta emanada desde Estados Unidos por distribución de material sobre abuso sexual infantil con la que nuestro país mantiene acuerdos.

En agosto último se realizaron más de 52 allanamientos en 13 provincias como parte del operativo internacional Aliados por la Infancia V, con 22 detenidos solo en el país y numerosos equipos secuestrados, además de rescatarse menores que vivían con los agresores. En febrero, se realizó el Operativo Nueva Era IV, a partir de cuyas imágenes secuestradas se confirmaron unas 495 víctimas menores de edad, permitiendo identificar a 27 sospechosos, tres de los cuales quedaron detenidos. En mayo, la operación Caída on line condujo a apresar a un agresor sexual de alta peligrosidad, a quien se le encontraron unas 80 mil imágenes de niños de entre dos y siete años siendo abusados sexualmente.

La principal motivación para estos crímenes, además de la perversión, es económica, pues las imágenes se venden en la deep web y en redes internacionales

El Departamento de Delitos Conexos a la Trata de Personas, Material de Abuso Sexual Infantil y Grooming de la Procuración General llevó adelante el Operativo Cisne Negro. En ese marco, se detectó al usuario de una computadora, sin antecedentes registrados, desde la que se distribuían imágenes de abuso infantil, un delito con una irrisoria pena de uno a seis años de prisión que lejos está de contemplar lo aberrante de los crímenes. Para ello se utilizó el software Child Protection System (CPS), provisto por la Child Rescue Coalition de Estados Unidos. Al irrumpir en un PH de Ituzaingó encontraron al agresor sexual con un manual a la vista de 10 páginas, con indicaciones sobre cómo abusar de un menor, filmarlo y compartirlo por internet. Se le secuestraron también además de los dispositivos electrónicos, aparatos sexuales y muñecos de bebés que utilizaba.

La revisión de los archivos encontrados condujo a identificar a sus sobrinas de ocho y diez años y al hijo de una pareja anterior del acusado filmados en el domicilio, todo lo cual permitió agravar la imputación y confirmar el procesamiento del técnico informático de 35 años. Apodado “el monstruo de Ituzaingó”, el mayor distribuidor de Material de Abuso Sexual Infantil (MASI) tenía 110.000 archivos con imágenes de menores en aberrantes situaciones.

Aunque pensemos que los niños están seguros en sus casas, muchas veces viven sumergidos en una selva de depredadores sexuales en sus dispositivos

Hace unos días, en La Plata, como parte de una nueva fase del Operativo Prisma, 19 allanamientos simultáneos permitieron secuestrar equipos y dispositivos, arrestándose a los implicados que se encuentran ahora investigados.

Es importante tener en mente que la producción de estos materiales puede originarse con una víctima presente siendo abusada, o de manera virtual, a través de modalidades como el ciberacoso, con engaños y extorsiones. La principal motivación para estos crímenes, además de la perversión, es económica, pues las imágenes se venden en la deep web y en redes internacionales.

Ante al aumento de estos delitos aberrantes todo lo que se realiza es poco. Correspondería incrementar sin demora las penas y habilitar la identificación y difusión de los abusadores, con foto y nombre. En simultáneo, poner sobre la mesa estos temas, acompañando de cerca a inocentes niños y jóvenes para evitar que caigan tan fácilmente en estas perversas trampas, tantas veces también amenazados por familiares de sus propios entornos. Aunque pensemos que están seguros en sus casas, muchas veces viven sumergidos en una selva de depredadores sexuales en sus dispositivos. Protegerlos es un imperativo.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/editoriales/penas-leves-por-delitos-aberrantes-nid15092025/

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