Pasó otra Feria de Editores, con récord de público y ventas dispares
Los organizadores de la ...
Los organizadores de la Feria de Editores (FED), que se realizó de jueves a domingo en C Complejo Art Media, en Chacarita, informaron un récord de público para la edición que cerró ayer: asistieron 30.800 personas, más que en 2024, cuando habían sido 24.600. El jueves la recorrieron 4250 personas; el viernes, 7125; el sábado, 9050, y el último día, cuando hubo filas de más una cuadra para ingresar, 10.375.
“El público de la FED nunca deja de sorprendernos: el apoyo, la curiosidad y el libro como uno de los principales pilares de la cultura son sus rasgos más notorios. Estamos muy contentos y agradecidos de ser parte de este ecosistema”, dijo Víctor Malumián, editor de Godot y uno de los organizadores, al cierre del evento.
Las ventas en los stands, sin embargo, fueron dispares. Algunos editores -como los de Galerna, Godot, Sigilo y Siglo XXI- informaron un aumento del 10% al 25% en las ventas respecto de 2024 (Fiordo se lleva el premio al incremento en las ventas, con un 70%); otros, un “empate”, y a otros les fue peor que en la edición anterior, con una caída que rozó el 25%, como en los casos de Katz e Interzona.
Este año, la FED y la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires tienen algo en común: la cantidad de visitantes no necesariamente implica buenas ventas para todos los sellos. En la FED, la entrada es libre y gratuita. En los próximos días, los organizadores del evento brindarán un informe, resultado de una encuesta entre los 330 expositores de América Latina y España.
“Hubo más gente pero menos ventas -sintetiza Guido Indij, de Interzona-. Pero el año pasado fue muy bueno para nosotros; nos encanta estar ahí, en la FED hay magia”.
“Vender ya es algo importante -dice Marcos Almada, de Alto Pogo-. Antes la gente compraba tres o cuatro libros, y ahora, uno”.
La FED alienta el intercambio entre lectores y editores. “Notamos buena afluencia de gente de jueves a domingo y gran interés de los lectores por nuestros libros, y eso es muy gratificante”, señala Carolina Di Bella, de Galerna. “Mejoramos respecto de la edición anterior, que no había sido muy buena”, responde Norberto Gugliotella, de Corregidor. “Sábado y domingo se vendió menos que jueves y viernes, pero sabemos que la gente también va a pasear, conocer editoriales y disfrutar de un fin de semana cultural diferente”, dice Carolina Rolle, de Beatriz Viterbo.
“La gente no puede comprar. No hay plata; los precios estaban bajos para vender más y aún así estuvo flojo de ventas”, cuenta Pablo Gabo Moreno, de Caleta Olivia. Carlos Díaz, de Siglo XXI, comenta que las ventas en la FED no son representativas de lo que pasa en librerías. “Ese mundo, que es de lo que vivimos, está muy complicado”, alerta.
Pese al descuento del 50% del programa “Librerías Aliadas”, los libreros no hicieron grandes compras. “Venían a buscar un libro determinado que necesitaban”, contó Francisco Costantini, de Letra Sudaca.
Entre algunos de los libros más vendidos en los stands mejor ubicados, se destacan novedades editoriales como Archipiélago (Ampersand), autobiografía lectora de Mariana Enriquez; La biblioteca del censor de libros (Fiordo), novela de la kuwaití Bothayna Al-Essa; Cómo los videojuegos están cambiando el mundo (Godot), ensayo de la lituana-británica Marijam Didžgalvytėde (Godot); ¡Pali Pali! Palabras intraducibles de la lengua coreana (Hwarang), de Nicolás Braessas y Flor Kaneshiro; Ritos privados (Sigilo), novela de Julia Armfield; El cine según François Truffaut (El Cuenco de Plata), de François Truffaut; La ceremonia del desdén (Mardulce), ensayo póstumo de Luis Chitarroni; El resto de nuestras vidas (Chai), novela del estadounidense Benjamin Markovits; Los fieles (Beatriz Viterbo), de Fernando Chilak, y La reinvención del amor (Siglo XXI), ensayo de Joaquín Linne.