“Pasó lo que tenía que pasar”: Para los judíos de Australia, la masacre de Bondi era trágicamente inevitable
SídneyPocos días después del ataque de Hamas contra Israel de 2023, donde murieron unas 1200 personas y que dio inicio a la guerra en la Franja de Gaza, en la fachada de una panadería ju...
Sídney
Pocos días después del ataque de Hamas contra Israel de 2023, donde murieron unas 1200 personas y que dio inicio a la guerra en la Franja de Gaza, en la fachada de una panadería judía de Sídney apareció un triángulo invertido pintado con aerosol rojo: sería tan solo el primero de una seguidilla de incidentes antisemitas en toda Australia.
Dieciséis meses y miles de incendios, estallidos, grafitis y discursos de odio más tarde, el director de la principal agencia de inteligencia de Australia declaró que en términos de amenazas contra la vida, el antisemitismo estaba a la cabeza de sus preocupaciones y prioridades.
El tiroteo masivo del domingo en una celebración de Janucá en Bondi Beach, Sídney, donde fueron asesinadas 16 personas y hubo decenas de heridos, hizo realidad el temor que muchos judíos australianos dicen sentir desde hace tiempo: que ya no están seguros en un país que supuestamente debería protegerlos.
“Es la peor pesadilla de la comunidad judía hecha realidad”, le dijo a Sky News el codirector del Consejo Ejecutivo del Judaísmo Australiano, Alex Ryvchin. “Es algo que está latente desde hace mucho tiempo, y ahora hizo eclosión.”
La diáspora judía en Australia es pequeña, pero está profundamente insertada en la comunidad en general, con unas 150.000 personas que se identifican como judías en un país de 27 millones de habitantes. Y se estima que alrededor de un tercio de esos judíos australianos vive en los suburbios del este de Sídney, incluyendo Bondi Beach.
Tras calificar el tiroteo masivo de Janucá de “devastador ataque terrorista contra el pueblo judío”, el primer ministro australiano, Anthony Albanese, aseguró que su gobierno “dedicará todos sus recursos para garantizar la seguridad y protección” de esa comunidad.
En medio de constantes informes periodísticos y relatos de padres judíos que temen llevar a sus hijos a las guarderías y escuelas judías y que deben contratar seguridad privada, el año pasado el gobierno nombró a su primer “enviado especial” para combatir el antisemitismo.
Entre enero y septiembre de este año se registraron unos 1600 incidentes antijudíos, el triple de los años previos al ataque de Hamas
“Para los que somos judíos vienen siendo años muy difíciles”, dice Terry, que se encontraba en otro evento de Janucá cerca de Bondi Beach y que solo quiso dar su nombre de pila.
“Quién sabe… Tal vez un día de estos tengamos que emigrar a Israel. Lo irónico es que parece ser el único lugar del mundo donde podemos estar realmente seguros siendo judíos”.
Según un informe publicado este mes por el Consejo Ejecutivo del Judaísmo Australiano, la organización de Ryvchin, entre enero y septiembre de este año se registraron unos 1600 incidentes antijudíos, aproximadamente el triple de la cifra registrada en cualquier año anterior al ataque de Hamas y la respuesta de Israel.
El informe consigna que uno de esos incidentes fue en enero: una pintada antisemita en la casa donde entonces vivía el propio Ryvchin, cerca de Bondi Beach.
Otros incidentes incluyeron el ataque con bombas incendiarias contra una guardería infantil y pintadas con grafitis antisemitas, también en los suburbios del este de Sídney, y el despido de dos enfermeras de un hospital público tras ser grabadas en una plataforma de redes sociales diciendo que empezarían a rechazar a pacientes israelíes.
“Pasó lo que tenía que pasar”, declaró el rabino Levi Wolff, de la Sinagoga Central de Sídney, en Bondi Beach. Como todo judío de Australia, agregó: “Hay que andar con ojos en la nuca”.
(Traducción de Jaime Arrambide)