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Paloma Contreras: es hija de dos grandes, padeció la muerte de su hermano y construyó una gran carrera como actriz

Tiene nombre propio, sin embargo, no se puede dejar de señalar que su rostro espeja algunos rasgos de su madre, la prestigiosa actriz ...

Paloma Contreras: es hija de dos grandes, padeció la muerte de su hermano y construyó una gran carrera como actriz

Tiene nombre propio, sin embargo, no se puede dejar de señalar que su rostro espeja algunos rasgos de su madre, la prestigiosa actriz ...

Tiene nombre propio, sin embargo, no se puede dejar de señalar que su rostro espeja algunos rasgos de su madre, la prestigiosa actriz Leonor Manso. “Pero los ojos son los de mi papá”, asevera la hija también orgullosa del enorme actor Patricio Contreras, aunque reconoce que cuando atiende el teléfono en casa de su mamá, “piensan que soy ella. Tenemos el mismo timbre de voz”.

Así como ese ADN es insoslayable, en su matriz también se dibuja e imprime un sello muy propio. Paloma Contreras lejos está de ingresar en ese conglomerado de “hija de...”.

La actriz construye una carrera sólida e independiente, con una muy buena “curaduría”. En el marco de esa fértil llanura creativa, se la puede disfrutar en Tafí viejo, serie que lleva la impronta bien marcada del argentino-portugués Eduardo Pinto, su director, que ya fue estrenada en la plataforma Flow y que, desde el mes de noviembre, se la podrá ver por elnueve, una buena noticia de recuperación de ficción nacional en una señal abierta.

Llega a la charla con LA NACION bien alistada y con ganas de conversar, incluso sobre aquellos dolores personales cuyas cicatrices aún son tangibles para ella. “Perdón”, dirá ante cada emoción que exhibe su profunda sensibilidad ante algunos temas que poca explicación tienen.

“La vida te lleva por caminos tan variados y sorpresivos, para bien y para mal”, reflexiona, convirtiendo la entrevista en un confesionario que también es pausa en medio de la vorágine de una mudanza “de Palermo a Palermo”, y de los ensayos de la pieza Imagen velada, escrita y dirigida por Santiago Gobernori, que se reestrenará en El Galpón de Guevara.

Ficción real

“A Lautaro Delgado Tymruk y a mí nos toca transitar el amor por fuera de lo correcto, de lo que correspondería por clase; nos sigue interpelando, porque sigue siendo así”, comienza reflexionando en torno a la criatura que le toca componer y que, con una impronta shakesperiana, debe sortear los obstáculos sociales más férreos y virulentos para concretar lo vincular.

Tafí Viejo dibuja el amor trunco, con Montescos y Capuletos definiendo vidas ajenas. En el medio, lo social atravesando ese territorio de vías abandonadas con plantaciones de limón y hasta una atmósfera de feudalismo anacrónico, pero, paradójicamente, vigente.

“La fuerza del amor, el encuentro entre las personas es algo muy poderoso que no se sujeta al mandato, sino que mueve otras fibras de lo humano, eso me parece hermoso”, reconoce la intérprete. Un juego de poderes, el contexto social, poderosos y oprimidos definen la trayectoria del relato.

Con un elenco sólido, en Tafí Viejo se destacan también los nombres de Luis Machín, Laura Grandinetti, Emanuel Rodríguez, Lili Juárez, Sergio Prina, Juan Palomino, Daniel Elías y Camila Plaate, entre otros. “Compartir el trabajo con actores tucumanos fue una enorme experiencia, en tantas cosas somos iguales y en otras tan distintos”.

El pensamiento sobre la serie en la que le toca jugar le permite también pensar en que “el siglo XXl nos decepciona, pero tampoco siento que todo tiempo pasado fue mejor y me preocupa la idea en torno a que los jóvenes hoy no tienen nada para aportar. En el arte también sucede ese discurso, cuando te dicen ´ya estuvo fulano, no habrá más directores como él´. Es un discurso asesino”.

-Anula el presente.

-Y a la vida que avanza con gente que piensa en cosas nuevas. No todo el mundo está idiotizado.

Contreras vuelve al planteo de la serie Tafí Viejo y su relación con el amor trunco inmortalizado por William Shakespeare: “Romeo y Julieta es, de alguna manera, la matanza de los jóvenes, en sacrificio de esos mandatos en torno a las familias y los poderes”.

-Pero se rebelan.

-Y llevan adelante su amor.

-En torno a esa cuestión del “ya hubo”, siendo hija de quién sos, ¿te ha sucedido padecer el prejuicio y la comparación?

-Al principio prefería no compartir trabajo con mis padres. Iba a la UNA (Universidad Nacional de Artes) y hacía teatro en los colectivos, en la plaza de Recoleta, como todos mis compañeros, para sobrevivir. Fue hacer mi propio camino, la búsqueda de la identidad. La interpretación tiene que ver con el trabajo sobre una misma, descubrir quién se es. Si me paraba en “lo que se hereda no se roba”, me iba a costar entender qué me daba placer y construir mi particularidad.

-Hoy es diferente.

-Lo celebro, me digo: “que suerte que tengo”. De hecho, mi vieja sigue haciendo teatro. Comparto con ambos el mismo lenguaje, hablamos sobre películas, nos reímos de anécdotas de compañeros actores. No todo el mundo puede compartir un oficio tan lindo.

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Su madre es prima del actor, director y gestor cultural Roberto Castro, con lo cual, las ramificaciones artísticas de la familia no son menores: “Iba a las casas de mis amiguitas del colegio y no entendía el nivel de nada que había en las conversaciones en la mesa”.

-¿Cómo es eso?

-En mi casa siempre había algo para conversar. Si no se hablaba de un ensayo o un libro, se comentaba la actualidad. Pensaba: “cómo se embolan en las casas de mis amigos”. Nuestro oficio es tan infinito. De una película de (Federico) Fellini podés hablar con todas las generaciones. El arte siempre es tematizable.

Se considera “fanática” de la educación formal, aunque reconoce que no concluyó la carrera de actriz en la UNA y que cursó varios años de Artes Combinadas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, pero sin concluir el plan académico.

“Mis viejos no me bajaban línea sobre qué ver o leer, pero era inevitable la influencia; de hecho, veo teatro desde que soy muy chica y no sólo las obras que interpretaban ellos”.

Con todo, desde pequeña fue “público” de sus padres: “Cuando hacían Made in Lanús, como la escenografía es un patio, yo quería entrar con una sillita y quedarme escuchando a un costado, les decía que no iba a hablar”.

-Maravilloso.

-El personaje de mi vieja cocinaba en escena, ponía a rehogar una cebollita, y los cuatro personajes comían una picadita, así que sentía que era como mi casa.

-Siendo chica, ¿sentías que la fama te “robaba” a tus padres?

-Nunca sentí que fueran famosos, pero la gente siempre les tuvo mucho cariño, son cercanos, no tienen esa fama de estrellas inalcanzables. El público les agradece el trabajo. Recuerdo que, siendo chiquita, escuchaba que les decían: “Hola, Patricio”, “hola, Leonor”, y yo les preguntaba de dónde los conocían. Me tomó un tiempo entender que eso sucedía por el trabajo de mis papás, era un límite entre la ficción y la realidad.

-¿Qué consejo de tus padres recordás especialmente?

-Son muy distintos, pero coinciden en la creencia de hacer lo que a uno le gusta y desea hacer. Mi vieja es hija de un colectivero y una ama de casa y mi papá es hijo de un empleado bancario que llegó de Santiago de Chile, así que, más allá del talento que ambos tienen, se han parado en una convicción muy férrea. No sé si tengo el carácter de ellos, pero es algo que admiro y busco generarme.

-La autodeterminación...

-Creer en uno, sin ser un necio. Es como la intuición, uno sabe, quizás no es intelectualizable, ni siquiera se puede hablar con el psicoanalista. Se trata de un fuego interior.

-Que muchas veces no se llega a ver claramente...

-Estoy atenta a ese fueguito.

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-Entonces, ¿no un consejo puntual de tus padres?

-No, aunque recuerdo una frase de mi mamá: “Los melones se acomodan andando”. La aplico cuando aparecen varios trabajos juntos o tengo que tomar una decisión.

Reconoce que la escritura es una de sus pasiones menos expuesta, pero entiende que también la construye. “Es la base del iceberg que no se ve”.

Como dramaturga, Paloma estrenó Wellness y ya tiene entre manos Crecida, otro texto de su autoría que buscará estrenar en el mediano plazo. Como actriz, fue parte de las obras Gris de ausencia, Todas las cosas del mundo y Aurora trabaja, entre muchos otros títulos. En el universo audiovisual fue parte de ficciones como El elegido, El deseo, Mujeres asesinas y de Barrabrava.

-Llevás una carrera muy prolija. ¿Cómo elegís?

-Me suelen comentar, pero no es algo tan pensado. Mi madre siempre dice que “las obras y las películas te eligen”.

Llega a su mente la temporada de La terquedad, obra de Rafael Spregelburd, y no duda en reconocer que “es hermoso estar con gente así, que te hace bien”, aunque lamenta no haber podido estar cuando el dramaturgo y director dio su reciente discurso de ingreso a la Academia Argentina de Letras. “Es un enorme intelectual que hace teatro”.

Imagen velada

Paloma celebra volver a compartir la escena con sus once compañeros de la pieza Imagen velada: “Es hermoso, porque cada uno tiene su impronta, una aproximación distinta. Nos hicimos amigos y, si no nos vemos seguido, nos extrañamos”.

Tafí viejo, a su vez, es la continuación de su trabajo junto con el realizador Eduardo Pinto. “Sabe qué quiere a la hora de filmar”, sostiene la actriz en torno a la poética del director, muy claro siempre en lo conceptual de sus films y en la textura que le otorga a las imágenes.

-¿Sos una actriz “dócil”?

-…

-Me parece que no...

-Aprendí. No soy de las que se enojan si la corrigen, soy un poco soldadito.

-Entonces...

-Tengo intuiciones sobre los personajes y las he defendido, sobre todo en teatro. Ahora puedo hacer eso sin tanta vehemencia.

-Con ausencia marcada de producción de ficción nacional en los canales de televisión abierta y merma en la realización fílmica, ¿cómo transitás este momento?

-El del actor nunca fue uno oficio que brindara seguridades y certezas. Mis padres fueron particularmente exitosos, pero se trataba de otro contexto. En Made in Lanús hacían funciones de martes a domingos, con una media de ochocientas personas.

-Hoy es imposible de sostener.

-No era un teatro distinto, era un país diferente, con una clase trabajadora y una clase media con acceso a la cultura y que, después de la función de teatro o cine, se iba a cenar. De todos modos, más allá de las restricciones, somos resilientes.

Se crio en San Cristóbal, fue a la escuela pública y aún se sigue encontrando con sus compañeros. “Qué poder tiene la infancia”.

Luminosa en su mirada, la nube que todo lo nubla llega cuando recuerda su dolor más profundo: “La muerte de mi hermano”. Se refiere al fallecimiento de Lucas, hijo de Leonor Manso y de Antonio Grimau. La actriz pide disculpas cuando el llanto la abarca. “Me estoy mudando y aparecen todos los recuerdos”.

-¿Cómo lo recordás?

-Era muy especial, teníamos muy buen vínculo hasta que empecé a crecer y, como teníamos distinto carácter, chocábamos un poco más, pero él siempre fue muy amoroso conmigo. Siempre me sentí querida por él.

A pesar de la separación, el afecto de Leonor Manso y Antonio Grimau jamás se herrumbró: “Mi mamá se casó con él, pero no con mi papá, y siempre tuvieron un gran vínculo”.

Paloma Contreras trabajó en varias ocasiones con el padre de su hermano, incluso, en la versión de Hamlet, que protagonizó Alberto Ajaka, el escenario también era compartido con Patricio Contreras.

“Mi mamá y mi papá siguen siendo muy amigos, viven a una cuadra y se encuentran a charlar y tomar mate; cuando visito a uno, veo al otro, lo pasamos bien”.

-Muy sano separarse así.

-Tiene que ver con la aceptación, nada es perfecto y no todo tiene una explicación.

-Parafraseando a tu próximo estreno como dramaturga, ¿te sentís “crecida”?

-Sí, pero se trata de un camino infinito. Estar crecida es también como volver al niño, disfrutar de lo mínimo, que es lo grande, lo esencial, lo primario, como que te pegue el solcito en la cara.

-¿Te pega?

-Sí.

Tafí Viejo. Plataforma de Flow y desde noviembre en elnueve. Imagen velada. Desde el 21 de octubre, los martes a las 20.30 en El Galpón de Guevara

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/personajes/paloma-contreras-es-hija-de-dos-grandes-padecio-la-muerte-de-su-hermano-y-construyo-una-gran-carrera-nid14102025/

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