Ocho de cada diez empresas no consiguen especialistas en inteligencia artificial: “El problema no es técnico, es cultural”
La inteligencia artificial se expande en el mercado laboral argentino a un ritmo que desafía la capacidad de adaptación de las empresas. Según el Informe del Mercado Laboral Argentino 2025 de Ad...
La inteligencia artificial se expande en el mercado laboral argentino a un ritmo que desafía la capacidad de adaptación de las empresas. Según el Informe del Mercado Laboral Argentino 2025 de Adecco, ocho de cada diez compañías tienen dificultades para cubrir puestos vinculados a la IA. Los especialistas advierten que el verdadero problema no es la falta de talento técnico, sino la ausencia de estructuras y culturas organizacionales preparadas para incorporar esta tecnología.
El fenómeno es global. El Foro Económico Mundial estima que hasta el 40% de los trabajadores deberá adquirir nuevas competencias en los próximos años debido a la automatización. Pero la formación, por sí sola, no alcanza. “El riesgo no es que la IA fracase técnicamente, sino que fracase estratégicamente: que se implemente sin transformar, que se adopte sin integrar, que se invierta sin medir”, resume Ezequiel Kieczkier, CEO y cofundador de Olivia, firma especializada en transformación organizacional.
Kieczkier explica que el problema central no pasa por la cantidad de especialistas, sino por la falta de capacidades culturales y de liderazgo para guiar el cambio. “La tecnología avanza más rápido que las personas. Hay más herramientas disponibles que capacidad para aprovecharlas. El punto es quién logra desarrollar antes una cultura capaz de integrar la IA con sentido estratégico”, señala.
El especialista plantea que el desafío no está en el desarrollo sino en la adopción. “El talento técnico se puede formar rápido si hay predisposición al aprendizaje. Lo que escasea es una visión común que conecte negocio y tecnología”, advierte.
Esa lectura también se replica en el ámbito académico. Para Sergio Pernice, director de Ingeniería en Inteligencia Artificial de la UCEMA, el problema es “60% preparación organizacional y 40% escasez de talento”. “Hay gente muy capaz en Argentina, pero muchas empresas todavía no tienen los datos ordenados ni procesos para pasar de pruebas de concepto a sistemas reales. Sin liderazgo, presupuesto y reglas de seguridad, los prototipos se quedan en demostraciones”, explica.
Pernice identifica tres perfiles clave que hoy escasean: ingenieros de datos senior, desarrolladores que operen sistemas de IA en producción y líderes capaces de traducir el negocio en productos concretos. Aun así, insiste en que la brecha más grande no es teórica, sino práctica: “Faltan horas de taller con problemas reales, experiencia integrando soluciones en sistemas existentes y formación en gobierno de datos y ética. La IA exige pensar producto, medir valor y riesgo, no solo precisión técnica.”
Por su parte, Julieta Prada, responsable de Marketing y Comunicaciones de Grupo Gestión, coincide en que el desafío es doble: “Existe una escasez de perfiles técnicos especializados, pero también una brecha cultural en la adopción de nuevas tecnologías”. Su relevamiento entre 189 ejecutivos de recursos humanos muestra que 6 de cada 10 organizaciones argentinas ya incorporaron IA en algún proceso, pero que la madurez de esa adopción sigue siendo desigual.
Según Prada, el 42% de los proyectos piloto fueron abandonados hacia fines de 2024 y el 46% de los líderes identifica la calidad y gestión de datos como la principal barrera. “El verdadero valor surge cuando la tecnología se combina con la inteligencia humana. Integrar la IA con las personas, acompañar con gestión del cambio y fomentar una cultura de aprendizaje continuo son pasos clave para convertir la innovación en resultados sostenibles”, resume.
Desde el ámbito corporativo, Constanza Quiñones, directora de Recursos Humanos de SAP para Región Sur, sostiene que la brecha de habilidades digitales es uno de los desafíos más urgentes para la región. Su estudio “Inteligencia artificial en el mundo corporativo” revela que el 51% de las empresas argentinas está contratando personal con experiencia en IA, pero un 27% de las grandes y un 24% de las pequeñas reconocen que la falta de personal calificado es una barrera significativa.
“La integración de la IA no solo debe enfocarse en la tecnología, sino también en el impacto cultural y organizacional. Es clave preparar y apoyar a los equipos para que puedan adaptarse a las transformaciones que trae la automatización”, explica Quiñones. Desde SAP impulsan programas como Reskilling y Future Talent, que durante 2024 y 2025 capacitaron a más de 9.000 profesionales en América Latina en habilidades relacionadas con inteligencia artificial, nube y análisis de datos.
Los sectores más dinámicos en la adopción de IA en Argentina —según los especialistas— son el financiero, el retail y la logística, impulsados por la necesidad de optimizar la experiencia del cliente y reducir costos operativos. En cambio, las pymes manufactureras y organismos públicos enfrentan mayores obstáculos por falta de estrategia de datos y madurez digital.
Pero el consenso entre los expertos es claro: el cuello de botella no está en la tecnología, sino en la cultura organizacional. “Hay que empezar chico y medible: elegir pocos casos de uso con valor concreto, formar equipos mixtos y medir resultados. La cultura cambia cuando la gente ve que una tarea les lleva la mitad del tiempo y el cliente queda mejor atendido”, apunta Pernice.
Para Kieczkier, el liderazgo cumple un rol decisivo en esa transición. “Hace falta un liderazgo ‘bilingüe’, que entienda el negocio y la tecnología. Sin esa conducción, el talento se frustra y nada escala. El desafío de la época es quién se adapta más rápido”, concluye.