Nueva encuesta revela qué piensan los votantes de la redistribución de mapas electorales en Estados Unidos
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La redistribución de los distritos congresionales ocupa un rol protagónico en el escenario político de cara a las elecciones legislativas 2026 en Estados Unidos. En este contexto, una nueva encuesta evidenció las marcadas diferencias entre votantes republicanos y demócratas respecto de este rediseño de los mapas electorales.
¿Cómo funciona la redistribución de mapas electorales en EE.UU.?Cada ciclo de diez años, los estados redibujan los límites distritales, según los datos del censo. Sin embargo, varias jurisdicciones iniciaron procesos de rediseño en medio de una competencia partidista por asegurar posiciones en el Congreso.
Ante esta situación, un sondeo realizado en conjunto por Politico y Public First reveló que una mayoría respalda el uso partidista de los mapas cuando el objetivo es obtener una ventaja en las elecciones de mitad de período. En específico, tanto demócratas como republicanos expresaron su apoyo a estas tácticas de redistribución.
¿Qué opinan los votantes sobre el rediseño de mapas electorales?El sondeo de Politico, realizado entre el 14 y el 17 de noviembre, indica que el 54% de los votantes demócratas y el 52% de los republicanos están de acuerdo con rediseñar los distritos para favorecer a su propio partido. Ambos grupos muestran también respaldo al uso de los mapas para equilibrar movimientos del adversario político.
La encuesta señala que los porcentajes aumentan cuando la pregunta plantea la redistribución como una forma de limitar los beneficios del partido contrario. El 68% de los simpatizantes demócratas y el 57% de los republicanos aceptan el uso de nuevos mapas como herramienta para reducir el impacto de estrategias impulsadas por la otra fuerza.
Sin embargo, cuando los encuestados deben elegir entre diferentes mecanismos institucionales para trazar los límites electorales, la opción más seleccionada es un proceso independiente, respaldado por el 38% del total de participantes. El 34% prefiere que las legislaturas estatales elaboren estas distribuciones, siempre que sean aprobadas por los votantes.
Diferencias entre republicanos y demócratas sobre el apoyo al rediseño de mapas electoralesEntre quienes apoyaron a la exvicepresidenta Kamala Harris en la última contienda presidencial, la inclinación hacia un modelo neutral alcanza el 47%. Entre los votantes del presidente Donald Trump, la proporción llega al 39%. La preferencia por un proceso no partidista contrasta con la disposición simultánea a respaldar rediseños favorables a los propios partidos cuando estos se encuentran en desventaja competitiva.
El sondeo también preguntó cómo debe reaccionar un partido cuando el otro adopta mapas favorables a su causa. Si los republicanos impulsan nuevos rediseños, el 29% de los consultados cree que los demócratas deberían responder con la misma herramienta en sus propios estados para contrarrestar el efecto. En tanto, el 21% optó por recurrir a los tribunales.
La dinámica es similar en la dirección inversa: el 30% considera que los republicanos deberían responder para neutralizar el impacto mediante sus propios mapas, mientras que el 20% cree que la vía adecuada es litigar ante los tribunales.
Contexto de los enfrentamientos legislativos por los mapas electorales en EE.UU.El clima político actual incluye disputas simultáneas en más de una docena de estados. En algunos de ellos, los partidos impulsaron rediseños fuera del ciclo tradicional de diez años. El ejemplo más visible es el intercambio de acciones entre Texas y California.
El Estado de la Estrella Solitaria, bajo liderazgo republicano, aprobó un nuevo mapa con la intención de obtener hasta cinco escaños adicionales en la Cámara de Representantes. En reacción, el Estado Dorado inició un proceso para modificar cinco distritos bajo control republicano.
La maniobra en Texas fue bloqueada por un panel de tres jueces federales que cuestionaron argumentos raciales asociados al nuevo trazado. El Estado presentó una apelación ante la Corte Suprema, pero, si la decisión se mantiene, deberá utilizar su mapa anterior en las próximas elecciones de 2026.
Por su parte, California aprobó con amplia ventaja la Proposición 50, que fue impulsada por el gobernador Gavin Newsom y legisladores demócratas con el objetivo de contrarrestar las acciones texanas.
Otros estados evalúan y ejecutan medidas similares:
Missouri: modificó un distrito ligado a los demócratas, lo que generó intentos de referéndum y demandas judiciales. Ohio: llegó a un acuerdo interno tras un proceso que requirió rehacer un mapa aprobado sin votos demócratas. Carolina del Norte: aprobó un rediseño que podría aumentar la representación republicana pese a tratarse de un estado competitivo.Florida: analiza un nuevo mapa con impacto potencial en distritos demócratas. Indiana y Kansas: aún no lograron reunir apoyos legislativos suficientes para avanzar con las estrategias. Virginia: discute una enmienda que trasladaría la autoridad de una comisión independiente a la legislatura. Utah: vio anulado su mapa por decisión judicial. Maryland e Illinois: exploran posibles ajustes, aunque enfrentan limitaciones internas y legales. Nueva York: aunque la gobernadora Kathy Hochul aseguró medidas en respuesta a las decisiones de Texas, el estado observa restricciones constitucionales que limitan estas acciones a mitad de década. En caso de querer cambiar esto, se debería someter a una votación en 2027.