No se podrán publicar libros póstumos de Beatriz Sarlo hasta que no se defina quiénes son sus herederos
Mientras sigue vigente el bozal legal impuesto por la Justicia a las partes que intervienen en la sucesión de la escritora Beatriz Sarlo, ...
Mientras sigue vigente el bozal legal impuesto por la Justicia a las partes que intervienen en la sucesión de la escritora Beatriz Sarlo, que falleció en diciembre de 2024 a los 82 años, LA NACION pudo confirmar que no podrán publicarse libros póstumos (incluidos recopilaciones de artículos o clases) de la autora de Escenas de la vida posmoderna sin expresa autorización del juez Fernando Jorge Cesari.
Cabe recordar que, tras la muerte de Ernestina Susana del Río, prima de Sarlo y una de las aspirantes a heredera, la sucesión podría extenderse más allá de lo previsto hasta que se defina quién o quiénes son los herederos de la mujer fallecida en Viedma a inicios de mes.
“Hasta que no se defina quiénes son los herederos, no se puede publicar nada nuevo -confirmó el director editorial de Siglo XXI, Carlos Díaz, a LA NACION-. Los contratos que fueron firmados por Beatriz y que están vigentes nos autorizan a hacer reimpresiones de los libros que tenemos en nuestro catálogo. De hecho, estamos reimprimiendo libros cada vez que hace falta. Confío en que la sucesión se resolverá en un tiempo razonable y nos sentaremos a hablar con quien corresponda cuando el juez se expida”. La Biblioteca Beatriz Sarlo de Siglo XXI está al cuidado de la profesora e investigadora Sylvia Saítta.
Cuando los plazos de los contratos firmados por Sarlo con Siglo XXI se venzan, será el juez el que deberá autorizar las reediciones, si aún no se hubiera resuelto la sucesión en la que intervienen, además de Sato, Álvaro Edmundo Sarlo Sabajanes) y el encargado del edificio del barrio de Caballito, Melanio Alberto Meza López (que reclama el departamento de la calle Hidalgo). Los pagos de las regalías por su obra se depositan en una cuenta especial determinada por el juez.
Tras una tercera audiencia, antes de la muerte de Del Río, trascendió que las partes continuaban tratando de “conciliar” para hallar una solución que beneficie a todos. Tal vez tengan que usar “la audacia y el cálculo”, como había titulado Sarlo su ensayo sobre Néstor Kirchner.