Milei refuerza sus lazos con los evangélicos: fue bendecido por pastores y atribuyó a Dios el triunfo bonaerense
El lunes al mediodía, tras ...
El lunes al mediodía, tras la reunión de Gabinete, Javier Milei encabezó en la Casa Rosada una ceremonia con pastores evangélicos. Escuchó oraciones, fue bendecido y, con la voz quebrada, atribuyó el triunfo bonaerense “al uno”.
El Presidente fue acompañado por la secretaria General, Karina Milei, además del flamante jefe de Gabinete, Manuel Adorni, y el nuevo ministro del Interior, Diego Santilli, los funcionarios que cambiaron de rol para oxigenar el equipo y relanzar al Gobierno bajo la consigna de orden y cohesión interna.
La convocatoria fue impulsada por la Alianza de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera), que agrupa a más de 15.000 congregaciones. El encuentro, según sus autoridades, tuvo un carácter institucional: “Fue un evento para bendecir al país, al Presidente y su gabinete, en el marco de una ley nacional que conmemora el Día de las Iglesias Evangélicas”, explicó Christian Hooft, presidente de Aciera.
La ley 27.741, sancionada el año pasado, instituyó el 31 de octubre como fecha oficial y dispuso que el Poder Ejecutivo “propiciará actividades específicas” relacionadas con el día nacional instituido. Curiosamente, cuando ese proyecto se votó en la Cámara de Diputados, en septiembre de 2023, Milei era legislador, estuvo presente en la sesión y se abstuvo.
Entre 40 y 50 pastores participaron del acto. Karina Milei acompañó a su hermano durante toda la ceremonia.
La escena central fue breve, pero cargada de simbolismo. Sentado y rodeado por pastores, Milei recibió una bendición para él y su equipo. Karina Milei, con las manos extendidas, acompañó la oración, mientras un grupo de esposas de pastores se acercaba para orar por ella, sosteniéndole los brazos. Luego vino el discurso presidencial, cuando lo político irrumpió en el rito: Milei interpretó el resultado bonaerense como una intervención divina.
Contó que, en plena campaña, un pastor -cuyo nombre no se reveló- había pedido verlo. La cita coincidió con una reunión con Santilli, ya designado jefe de la campaña en la provincia. “El religioso oró, nos bendijo y se fue”, recordó. Según los presentes, el Presidente admitió que, si La Libertad Avanza lograba achicar a cinco puntos la diferencia de 14 con el peronismo tras las elecciones del 7 de septiembre, ya se daban por satisfechos. Pero el resultado final, tras una campaña plagada de tropiezos -la renuncia de José Luis Espert y los reveses judiciales que impidieron cambiar las boletas-, fue leído como una sorpresa “sobrenatural”.
La reunión también funcionó como una devolución de gentilezas. Los pastores agradecieron la firma del Decreto 486/2025, que les permitió constituirse como iglesias sin necesidad de adoptar la forma de asociación civil o fundación, y reconvertirse bajo su propia normativa religiosa. “No es un registro, es justicia, es libertad y es igualdad religiosa”, celebró entonces la pastora y senadora libertaria electa Nadia Márquez.
La sintonía entre los sectores políticos de derecha y el evangelismo no es nueva. Es el mismo vínculo que ostentan Donald Trump en Estados Unidos o el expresidente Jair Bolsonaro en Brasil. En la Argentina, ese puente se consolidó por afinidades ideológicas: la defensa de la familia tradicional y el rechazo al aborto, a la “ideología de género” y a la educación sexual integral, son banderas del evangelismo conservador que el mileísmo adoptó como propias.
Uno de los nombres que simboliza ese cruce es Gabriel Ballerini pastor evangélico, exdirector de Bioética de Aciera y figura visible en el debate contra la legalización del aborto en 2018–2019. “Representamos el costado conservador del libertarianismo de Milei”, dijo a LA NACION, y definió lo ocurrido el lunes como “un encuentro histórico”. “Es la primera vez que se realiza un culto evangélico dentro de la Casa Rosada”, agregó.
Junto a organizaciones de derecha -entre ellas la Fundación Faro, de Agustín Laje-, Ballerini -que ya no está al frente de una congregación- prepara la próxima edición de La Derecha Fest, prevista para la segunda quincena de enero en Mar del Plata, con probable participación presidencial.
View this post on InstagramNo todos, sin embargo, celebran el acercamiento entre púlpito y poder. La propia Aciera difundió un documento en el que advierte sobre el riesgo de “mezclar o confundir las funciones pastorales con la vocación por la cosa pública”. La tensión no es menor: el crecimiento evangélico amplió la capilaridad territorial que el mileísmo necesitaba. Hoy el oficialismo ya cuenta con diputados y senadores que predican la fe entre sus filas.
Un estudio del Conicet de 2019 estimó que el 15,3% de la población argentina se identifica con el evangelismo -más de siete millones de personas- frente al 9% de 2008: un crecimiento del 70% en once años, motorizado sobre todo por jóvenes y sectores populares, dos segmentos que el Gobierno observa con especial atención.