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Milagros Amud, finalista de La Voz: entre un homenaje a Piazzolla, el rechazo de un productor y la ausencia de su padre

Milagros Amud siente orgullo por lo suyo. Por San Miguel, su terruño en el oeste del Conurbano bonaerense, por su historia familiar -marcada por ausencias que resuenan irreemplazables- y por su pa...

Milagros Amud, finalista de La Voz: entre un homenaje a Piazzolla, el rechazo de un productor y la ausencia de su padre

Milagros Amud siente orgullo por lo suyo. Por San Miguel, su terruño en el oeste del Conurbano bonaerense, por su historia familiar -marcada por ausencias que resuenan irreemplazables- y por su pa...

Milagros Amud siente orgullo por lo suyo. Por San Miguel, su terruño en el oeste del Conurbano bonaerense, por su historia familiar -marcada por ausencias que resuenan irreemplazables- y por su pasión por el tango, el género que abraza desde su voz portentosa y por el que, hace años, le dijeron que no era apropiado para alguien de su edad ya que no convocaba público. Si el comentario sigue resonando lamentable, tal rapto de ignorancia dolió aún más al provenir de parte de un funcionario de un ámbito estatal.

Sin embargo, se le dieron varias revanchas en su vida. Personales y laborales. Logró revertir el dolor de la no presencia de su padre y enaltecer la crianza de sus bisabuelos, sus mentores inspiradores a la hora de pensar en el despertar de su pasión por la música que mejor representa a Buenos Aires. Los frutos no tardaron en llegar.

Hace pocas semanas fue consagrada como finalista de La voz argentina, el exitoso formato internacional, muy bien realizado por Telefe, que lideró la audiencia del prime time nocturno en cada una de sus emisiones y, el próximo 11 de diciembre, Día Nacional del Tango -en recuerdo del nacimiento de Carlos Gardel- será una de las figuras invitadas en el espectáculo Piazzolla sinfónico, que se ofrecerá en el Teatro Coliseo.

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“La propuesta me llegó viajando en el 440, de San Miguel”, confiesa la cantante. “Me encanta ser parte, es un honor poder participar en un día tan especial y siendo convocada por la Fundación Astor Piazzolla, recordando a quien fuera un gran exponente del tango”.

Piazzolla sinfónico también contará con la presencia de Raúl Lavié y la Orquesta Académica del Teatro Colón, bajo la dirección del maestro Juan Miceli. Los arreglos del concierto estarán a cargo de Nicolás Guerschberg y el músico Federico Santisteban ofrecerá su arte en la ejecución del bandoneón.

“Astor Piazzolla atravesó a varias generaciones, como lo hizo Carlos Gardel en su momento, pero tuvo una llegada especial en la juventud. Conozco a muchos músicos que comenzaron a dedicarse al piano gracias a Piazzolla, fue un renovador”, sostiene la joven artista de 19 años, quien reconoce que “interpretarlo es un desafío, ya que ha trabajado con grandes letristas como Horacio Ferrer o Eladia Blázquez”.

Piazzolla sinfónico será también excusa para homenajear las tres primeras décadas de existencia de la Fundación que resguarda el legado de la obra del formidable músico, quien significó una bisagra en los modos de entender e interpretar el tango argentino.

-¿Cómo llegó el tango a tu vida?

-Me crié con mis bisabuelos y fueron ellos los que me hablaron y me hicieron escuchar esta música. Con ellos aprendí la esencia y, como en mi casa había muchos cancioneros, pude entender las letras de los grandes poetas desde muy chica.

El primer tema que aprendió fue “Volvió una noche”, la impuesta creación de Alfredo Le Pera y Carlos Gardel.

“Volvió una noche, no la esperaba...”. Basta darle el pie para que rápidamente se envalentone y ofrende su voz inmaculada, de una hondura y madurez que se desmarcan de sus 19 años. Así lo demostró frente a las cámaras de La voz argentina.

Una historia, como la de tantas

Marga Aguirre fue su bisabuela, la mujer que la crió. En honor a ella, una butaca del Teatro Coliseo llevará su nombre. “No lo puedo creer”. La cantante, muy aplomada en su decir, confiesa que “si tengo tantas ídolas en el mundo del tango, en la vida mi ídola es mi bisabuela”.

-¿Cantaba?

-No, pero me apoyó mucho en mi vocación. Incluso, fue la que me acercó el entendimiento de los términos del tango. Me sentaba y me explicaba palabras como “grela” o “parca”, para que supiera lo que estaba cantando.

-Si no se entiende el argot, no se puede interpretar desde adentro, con sentimiento, como te sucede a vos.

-En la vida es necesario entender, y mi bisabuela me dio todo eso.

-¿Por qué te criaste con tus bisabuelos?

-No conocí a mi padre, ya que mi madre, Melina, fue madre soltera.

Su mamá es nacida y criada en San Clemente del Tuyú, donde residió hasta los veinte años. Milagros nació en Mar de Ajó. “Mis bisabuelos maternos, Marga y Cacho, siempre vivieron en San Miguel, un lugar donde mi mamá podía conseguir trabajo todo el año y no durante la temporada de verano como sucedía en la Costa”.

Su madre trabajaba de sol a sol para poder sostener a su hija, razón por la cual, Milagros creció al cuidado de esos bisabuelos, ya fallecidos. “No me vieron en La Voz, pero, como fueron partícipe de todo lo que sucedió, siento que, de una u otra forma, me pudieron ver”.

-¿Tenés hermanos?

-Sí, mi madre formó una nueva pareja, reivindicó su vida, y tengo un hermano de seis años. Me pone muy feliz que mi mamá esté bien.

-¿A qué se dedica?

-Hizo de todo. Ahora trabaja en un call center. Si hay algo que puedo decir, es que mi mamá es muy trabajadora.

-¿Conociste a tu padre?

-Sé quién es.

-¿Llevás su apellido?

-Estoy anotada como Celeste Gerez, fui reconocida, pero no en crianza. Lo único que me dio fue el apellido.

-¿Duele esa ausencia?

-No tuve carencias. Mis bisabuelos fueron padre y madre, porque mi mamá trabajó mucho para mantenerme. Tuve mucho cariño, soy lo que soy gracias a ellos, algo que defiendo a muerte. Es más, dicen que me parezco a mi bisabuela.

La excelente performance de la joven en el certamen de Telefe, conducido por Nico Occhiato, revolucionó al Partido de la Costa y también a la localidad de San Miguel: “En San Clemente y Mar de Ajó se pegaron letreros en las calles apoyándome y en San Miguel sucedió lo mismo, había carteles como los de los partidos políticos, alentando a que la gente me votara”.

Para las últimas celebraciones patronales de San Miguel Arcángel, la cantante y su trío de músicos oficiaron de “teloneros” de Axel, la atracción principal de esa jornada tan sentida para los vecinos de la localidad.

Conformada por piano, contrabajo y bandoneón, no es la única agrupación que la acompaña: “También tengo otro trío de tres guitarras al estilo de Nelly Omar”.

-Sos la estrella de San Miguel.

-Soy una vecina, amo a mi lugar. Me siento de San Miguel, porque llegué cuando cumplí los siete meses de vida, es el santuario de mi niñez.

Homenaje

-¿Qué interpretarás en Piazzolla sinfónico?

-Voy a hacer “Siempre se vuelve a Buenos Aires”, que tiene una letra que es hermana de la música, desde lo instrumental se podría insinuar esa letra, que pertenece a una grande como Eladia Blázquez, a quien admiro mucho, era una gran captadora de ambientes.

-Un tema no tan transitado.

-Creo que porque tiene una gran dificultad y es por eso que también me gusta.

Varios temas más y alguna sorpresa importante formarán parte del set de Milagros Amud en el Coliseo. “Me voy a reencontrar con un maestro como Raúl Lavié, a quien conocí en el Café La Humedad”.

-¿Te interesa “Balada para un loco”, tan significativo en el acervo de Piazzolla?

-Creo que fue uno de sus grandes quiebres, me gusta mucho.

-Fue un disruptivo, muy combatido en su momento por los “tangueros de ley”. Las vanguardias molestan.

-El tango se quiso defender a sí mismo, no está mal. El tanguero no quería que se perdiera la esencia de esta música, pero Piazzolla logró que fuera muy aceptada en diversos lugares del mundo. Mucha gente ingresó al universo del tango a través suyo, para luego abrirse y conocer a otros artistas más tradicionales y a su esencia más histórica.

-¿Qué otros nombres del tango te interesan?

-Soy muy fan de Nelly Omar. Admiro mucho como se mantuvo como una ídola nacional, a pesar de la edad y de la historia argentina. Celebró sus 100 años en el Luna Park cantando parada, sabiendo las letras de memoria y acompañada por esas guitarras que fueron tan características en ella.

A partir de ese estilo, Amud reconoce que “gracias a ella me enamoré del tango con guitarras. Es un amor que tengo dentro del género; Nelly Omar enarboló el tango bonaerense, defendía esta música dentro y fuera de la ciudad, y le sumó temáticas vinculadas al campo, como lo hizo en la milonga surera ‘Tu vuelta’”.

-Si pensamos en la edad en la que Nelly Omar hizo su último concierto en el Luna Park, te restarían, por lo menos, 81 años de carrera.

-Si tengo esa suerte, ¿por qué, no?

También menciona a Inés Cuello, una cantante radicada en España, a la leyenda Azucena Maizani, y a la recordada Virginia Luque, “cantaba agudito cuando comenzó y luego se transformó en otra cosa, incluso se vestía con trajes de hombre y llevaba el pelo muy corto”.

Sorprende que mencione a celebridades tan alejadas de su generación: “También me gusta mucho lo que hacía Paquita Bernardo, la primera bandoneonista, de quien no existen registros grabados”.

-¿Con qué soñás?

-Soñar es algo que hago todos los días, es gratis y hace muy bien. Sueño con nuestra música. Así como lo hizo Soledad y hoy lo hace Maggie Cullen con el folklore, aspiro a llevar el tango a todos lados y hacer que los chicos jóvenes lo escuchen.

-¿Es cierto que te han rechazado por cantar tango?

-Sí, fue de parte de grandes productores y hasta de algún funcionario público. “Quedás ridícula cantando tangos, hacé a Charly García”. A los 13 años, me pasó de todo.

-¿Qué te sucedía cuando escuchabas eso?

-Llegaba a mi casa y lloraba, pero me proponía dar vuelta esa idea, demostrar que sí podía. De hecho, a los 17 años gané la medalla de oro en los Juegos Bonaerenses cantando tango.

-¿Sos de no rendirte?

-Cuando me dicen “no”, para mí es “sí”, pero no lo hago por rebeldía, es mi forma de ser.

Nombra a una reconocida cantante que también le sugirió que se dedicara a otro género con un impertinente argumento: “No te pasó nada de lo que dicen las letras del tango”. Ella no claudicó y siguió fiel a su propio latido. “Me dicen que aparento menos edad, pero que canto como una mujer de 80”, finaliza Milagros Amud, tomando tales comentarios como un elogio.

Tiene garra, presencia escénica y juventud. Pero, sobre todo, le sobra talento y disponibilidad para enaltecer esa música que siempre late poderosa desde su poesía y que se renueva con oleadas de generaciones jóvenes que le suman bríos perdurables. La chica de San Miguel es uno de esos nombres que hoy obran tal prodigio.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/milagros-amud-finalista-de-la-voz-entre-un-homenaje-a-piazzolla-el-rechazo-de-un-productor-y-la-nid05112025/

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