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Miami, con ritmo latino: el arte de la región sube el volumen del mercado

Era otoño en Nueva York cuando ...

Miami, con ritmo latino: el arte de la región sube el volumen del mercado

Era otoño en Nueva York cuando ...

Era otoño en Nueva York cuando Pinta, la única feria especializada en arte latinoamericano, comenzó allí de la mejor manera, en 2007, con apoyo de grandes coleccionistas como Estrellita Brodsky, Patricia Phelps de Cisneros y Eduardo Costantini. Este último, fundador del Malba, compró allí el registro fotográfico de una performance de 1985, que simbolizaba pago de la deuda externa argentina a Andy Warhol por Marta Minujín. El Instituto para Estudios sobre Arte Latinoamericano (Islaa) adquirió poco después las otras dos ediciones, que donaría más tarde al Museo de Bellas Artes de Houston (MFAH) y al Whitney de Nueva York, donde la artista más popular de la Argentina pasó desde entonces a estar representada también en el MoMA, el Guggenheim y el Met.

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Es apenas un ejemplo del terreno ganado en menos de dos décadas por el talento creativo de la región. Hoy, mientras Frida Kahlo acaba de batir otro récord en subastas para América Latina y para las mujeres a nivel global, y el MFAH se dispone a dedicarle desde enero una gran muestra a la artista mexicana, el MoMA presenta la primera retrospectiva en Estados Unidos del cubano Wifredo Lam y el Guggenheim dedica otra exposición a las cerámicas de Lucio Fontana. También el MACA de Uruguay tiene previsto inaugurar este verano otra del artista de doble nacionalidad nacido en Rosario en 1899, pero considerado italiano en el mercado internacional.

Esto explica por qué, en la edición de Art Basel Miami Beach que se realizará la semana próxima, la galería Tornabuoni ofrecerá por cuatro millones de euros una de las célebres telas tajeadas por Fontana. En el mismo stand se exhibirán, del 5 al 7 de diciembre, obras de Lam, Roberto Matta y Fernando Botero, para “celebrar los lazos entre el arte de Italia y de América Latina”. Lam y Fontana estarán a su vez muy bien representados en la misma feria por la galería Mazzoleni, mientras que Richard Saltoun incluirá entre sus “artistas latinoamericanos pioneros” a Olga De Amaral, nacida en Bogotá hace 93 años, que el año pasado inauguró en Fundación Cartier su primera gran retrospectiva en Europa y participó de la Bienal de Venecia.

En esa gran cita internacional que por primera vez estuvo curada por un latinoamericano, la Argentina estuvo representada por Luciana Lamothe. La artista participará ahora en Art Basel con la galería francesa Alberta Pane en la sección Nova, dedicada a obras realizadas en los últimos tres años. Allí estarán también dos galerías de Buenos Aires, Rolf Art y W-galería, a las cuales se suman otras cuatro porteñas -Ruth Benzacar, Barro, Isla Flotante y Pasto- en distintas secciones de esta feria que reúne a 283 galerías de 43 países en el Miami Beach Convention Center.

Pero la participación argentina no termina ahí, ya que otras lo harán en las ferias NADA y Pinta, que está por cumplir dos décadas en Estados Unidos. “Todo arrancó con Utopías invertidas”, recuerda su impulsor, Diego Costa Peuser, en referencia a la muestra inaugurada en 2004 en el MFAH que cambió la forma de ver el arte latinoamericano desde Estados Unidos. Curada por Mari Carmen Ramírez y Héctor Olea, marcó un hito que continuaría tres años después en Nueva York con La geometría de la esperanza: arte latinoamericano de la colección Patricia Phelps de Cisneros y el lanzamiento de Pinta.

“Fue un despegue muy fuerte para América Latina, en un momento en que las subastas no eran tan contemporáneas –explica Costa Peuser en diálogo con LA NACION-. Empezó a verse una presencia del arte latinoamericano en los museos, e hizo que el mercado fuera creciendo. Cada vez hay más entusiasmo por el arte latinoamericano: tiene más visibilidad, hay más compradores y ventas por cifras muy superiores a las de 2007. La próxima década va a ser un muy buen momento para la región, y eso se va a reflejar en el arte”.

Varios reflejos ya pueden comprobarse en Miami, la llamada “puerta de las Américas” por su ubicación estratégica, donde Pinta desembarcó en 2014. Entonces acababa de inaugurarse el Pérez Art Museum Miami (PAMM), un museo diseñado por los suizos Herzog & de Meuron que lleva el nombre de un empresario argentino. Hijo de cubanos y fundador de Related, una de las desarrolladoras inmobiliarias más importantes de Estados Unidos, Jorge Pérez donó al museo decenas de millones de dólares y obras de grandes artistas como Wifredo Lam, Diego Rivera, Joaquín Torres-García, Antonio Berni y Alejandro Xul Solar.

También creó El Espacio 23 para exhibir su colección y ofrecer residencias para artistas, como la que hizo en las últimas semanas Manuel Brandazza. El artista rosarino compartirá allí el martes el resultado de su experiencia con una comitiva argentina, en un encuentro organizado por arteba y la cámara de galerías Meridiano. Al mismo tiempo, otra muestra titulada Argentina Creativa que cuenta con apoyo de Cancillería reunirá en la galería Dot Fiftyone quince obras de artistas de distintas regiones de nuestro país, en una muestra curada por Santiago Villanueva.

Otros empresarios argentinos, Costantini y Alan Faena, dejaron su impronta en esta ciudad con emprendimientos millonarios. Al igual que Craig Robins con el Design District, donde se concentran las marcas de lujo, Faena creó un barrio que lleva su inconfundible sello creativo. Durante la gran semana del arte de Miami, cada año presenta instalaciones artísticas públicas sobre la playa contigua al hotel; esta vez será una biblioteca giratoria diseñada por la artista británica Es Devlin.

También en la playa, pero debajo del agua, se presentará en los próximos días Concrete Coral, instalación de Leandro Erlich que funciona como puntapié inicial del ambicioso proyecto The ReefLine. Un “parque cultural y ecológico” submarino, un arrecife híbrido de once kilómetros que integra arte, ciencia y restauración marina. “Su fuerza está en cambiar la relación de Miami y la gente con el océano -explicó a LA NACION su impulsora, la argentina Ximena Caminos-, en abrir un laboratorio vivo donde arte, ciencia y comunidad imaginan juntos cómo habitar una costa que cambia rápidamente”.

Algo de ese espíritu vivo y transformador se sentirá este fin de semana en el Malba, que acaba de anunciar la incorporación de once obras a su colección única de arte latinoamericano y celebrará mañana con una fiesta lo mejor del arte pop brasileño, al que le dedica una gran muestra. Un ritmo animado que definirá, también, la próxima edición de Pinta Miami: “Durante cinco días -dice Irene Gelfman, su curadora-, la agenda latina estará en la feria a partir de un ciclo de performance, el foro (que va a centrarse en claves para decodificar el mercado del arte), DJs que pasarán tendencias en música de la región y más, lo que convertirá a Pinta Miami en una experiencia total”.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/cultura/miami-con-ritmo-latino-el-arte-de-la-region-sube-el-volumen-del-mercado-nid28112025/

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