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Luis Caputo le respondió a un trader que le pidió información sobre bonos

“Tirate un centro”. Con esa expresión habitual en la jerga del mercado financiero, un usuario de la red social X consultó de manera directa al ministro de Economía, Luis Caputo, sobre la pos...

Luis Caputo le respondió a un trader que le pidió información sobre bonos

“Tirate un centro”. Con esa expresión habitual en la jerga del mercado financiero, un usuario de la red social X consultó de manera directa al ministro de Economía, Luis Caputo, sobre la pos...

“Tirate un centro”. Con esa expresión habitual en la jerga del mercado financiero, un usuario de la red social X consultó de manera directa al ministro de Economía, Luis Caputo, sobre la posibilidad de que el Gobierno avance con una emisión de deuda en Nueva York en enero. La respuesta del funcionario fue pública: dijo que la intención oficial es evitar ese camino para reducir la dependencia del financiamiento externo, pero destacó que no hay garantías.

El mensaje original, publicado por un trader que se identifica como parte del mercado financiero, decía: “Toto, ¿vamos a tener emisión en NY en enero? Tirate un centro para los que nos quedamos a laburar en el mkt en el verano. Abz”. Caputo contestó sin rodeos y dejó explícita la orientación que busca imprimirle a la política económica. “Trataremos que no la haya. El objetivo es ir eliminando la dependencia que el país tiene con Wall Street. ¿Lo vamos a poder lograr? Nosotros creemos que sí. Abrazo y Feliz Navidad”, escribió.

Trataremos que no la haya. El objetivo es ir eliminando la dependencia que el país tiene con Wall Street. Lo vamos a poder lograr? Nosotros creemos que sí.
Abrazo y Feliz Navidad 🎄🇦🇷 https://t.co/QTFhV8i7rn

— totocaputo (@LuisCaputoAR) December 23, 2025

El intercambio, breve pero contundente, volvió a colocar bajo la lupa la relación entre el Gobierno y los mercados internacionales. En un escenario en el que cada gesto oficial es seguido de cerca por inversores y operadores, la respuesta del ministro funcionó como una señal política y financiera: reafirmó que buscarán evitar mayor emisión del Estado.

En términos económicos, el mensaje de Caputo se inscribe en una etapa en la que el Gobierno busca ordenar las cuentas públicas, sostener el superávit fiscal y reducir la necesidad de acudir a financiamiento externo.

El apoyo de Wall Street

Los principales jugadores de Wall Street recibieron con señales positivas las modificaciones en el régimen cambiario anunciadas por el Banco Central semanas atrás, pero dejaron en claro que el nivel de reservas continúa siendo el principal factor de riesgo para la economía argentina. “Los cambios son bienvenidos, pero con este nivel de reservas mucho del destino de la Argentina continúa fuera de sus manos”, dijo a LA NACION desde Nueva York el economista jefe de uno de los mayores bancos de Estados Unidos, al analizar las medidas oficiales difundidas esta semana por el Banco Central (BCRA) .

El analista destacó que las bandas dentro de las cuales se mueve el dólar oficial comiencen a ajustarse al ritmo de la inflación a partir de 2026 y que el Banco Central haya reiterado la intención de acumular divisas. Sin embargo, marcó como punto débil la ausencia de una hoja de ruta concreta para reforzar las arcas de la autoridad monetaria.

Ese diagnóstico se repitió en reportes de distintas entidades financieras de Wall Street, que coincidieron en valorar el cambio de orientación, aunque subrayaron la rigidez que todavía conserva el esquema de bandas cambiarias y la limitada capacidad para fortalecer las arcas de la autoridad monetaria en un contexto atravesado por riesgos internos y externos.

La mirada crítica no se limita a los bancos privados: también la comparten inversores institucionales, analistas internacionales y el propio Fondo Monetario Internacional, que sigue de cerca el programa económico argentino.

En ese marco, Morgan Stanley sostuvo en un informe que “ha habido consenso en que la política cambiaria debía ajustarse, especialmente considerando que la inflación persiste en el 2% mensual o ligeramente por encima”. El líder en servicios financieros agregó que, si bien no se abandona por ahora la demanda de un régimen de flotación total, las medidas introducen “al menos cierta flexibilidad cambiaria”. Según la entidad, la decisión podría aliviar las tensiones con el personal técnico del FMI y facilitar una exención en la segunda revisión del programa, ante el incumplimiento de la meta de acumulación de reservas prevista para el 25 de diciembre.

Para JP Morgan, la Argentina avanza en la dirección correcta, “sentando las bases, lenta pero firmemente, para el panorama macroeconómico que visualizamos”. En este contexto, el banco no anticipó disrupciones cambiarias en el corto plazo y señaló que una mayor oferta de dólares, impulsada por emisiones de deuda corporativa y provincial junto con una buena cosecha, podría dar algo de alivio. En ese escenario, su recomendación de inversión se orientó hacia bonos indexados por inflación, en detrimento de estrategias de cobertura cambiaria.

Una evaluación similar planteó BBVA Research, que en un informe publicado este viernes afirmó que las medidas representan “un paso en la dirección adecuada para fortalecer la posición financiera del país”, aunque las consideró insuficientes para garantizar la solidez del balance del Banco Central frente a episodios de volatilidad.

En paralelo, Standard & Poor’s Global Ratings mejoró la calificación de la deuda argentina en moneda extranjera y de largo plazo, de CCC a CCC+, tras los anuncios del Banco Central. La agencia justificó la suba luego de la victoria del oficialismo en las elecciones intermedias y en la reducción de los desequilibrios macroeconómicos. Con el reajuste, la nota soberana quedó alineada con las de Moody’s Ratings y Fitch Ratings, aunque todavía permanece siete escalones por debajo del nivel conocido como investment grade (grado de inversión).

La mejora en las calificaciones resulta fundamental para los objetivos que persiguen el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili. Ambos remarcaron en distintas oportunidades que durante su gestión la compra de reservas alcanzó niveles récord, pero que la acumulación neta fue prácticamente nula porque las divisas se destinaron al pago en efectivo de vencimientos de deuda. La estrategia oficial apunta a recuperar el acceso al mercado voluntario para refinanciar obligaciones y permitir que el Banco Central retenga los dólares que se generen en el mercado.

Desde el lado de las calificadoras, Standard & Poor’s anticipó que podría volver a elevar las calificaciones crediticias durante el próximo año si se observa una mejora en la liquidez externa, una reducción de las vulnerabilidades económicas y mayor certidumbre política. La agencia consideró que una gestión adecuada de la inflación y del tipo de cambio podría sentar las bases para una estabilidad sostenida y facilitar el acceso a financiamiento voluntario para cubrir los vencimientos en moneda extranjera de 2026 y 2027.

Las dudas sobre las reservas siguen siendo centrales. El acuerdo con el FMI fijaba como meta cerrar el año con reservas internacionales netas por US$3000 millones, pero “según la metodología del programa, el nivel actual ronda los –US$16.500 millones, lo que implica un desvío de aproximadamente US$13.500 millones respecto del objetivo de fin de año”, detalló un informe de Fundación Capital. En la última revisión, realizada en julio, el FMI ya había flexibilizado en US$5000 millones la meta de acumulación.

En lo inmediato, el Gobierno enfrenta un pago a bonistas privados por US$4200 millones el próximo 9 de enero y busca demostrar que no se recurrirá a las reservas para cancelar ese vencimiento. El Tesoro cuenta con unos US$2000 millones, entre compras recientes y la colocación de bonos en dólares, una cifra que obliga a explorar alternativas para completar el monto restante.

Entre las opciones para obtener el remanente figuran la activación de otro tramo del swap con Estados Unidos —del que ya se utilizaron US$2500 millones—, el swap con China, un acuerdo repo con bancos internacionales y la eventual colocación de bonos bajo legislación extranjera. El riesgo país perforó esta semana los 600 puntos, aunque todavía se mantiene por encima del nivel que la Argentina necesita para volver a emitir deuda en los mercados internacionales.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/luis-caputo-le-respondio-a-un-trader-que-le-pidio-informacion-sobre-bonos-nid23122025/

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