Los países de la UE aprueban el endurecimiento de su política migratoria
BRUSELAS.- Los países miembros de la Unión Europea aprobaron el lunes un endurecimiento de las normas migratorias que permitirán la creación de “centros de retornos” fuera del bloque para l...
BRUSELAS.- Los países miembros de la Unión Europea aprobaron el lunes un endurecimiento de las normas migratorias que permitirán la creación de “centros de retornos” fuera del bloque para los solicitantes de asilo cuyas demandas hayan sido rechazadas.
Reunidos en Bruselas, los ministros de Interior de los 27 Estados miembros dieron luz verde a las medidas presentadas por el brazo ejecutivo del bloque en un contexto de auge de los partidos que reclaman reducir la migración.
El paquete debe ser aprobado por el Parlamento Europeo antes de entrar en vigor.
Los ministros se pronunciaron por primera vez sobre tres propuestas presentadas este año por la Comisión Europea, destinadas a endurecer el control de las llegadas y las expulsiones de migrantes.
Además de la apertura de centros fuera de las fronteras de la UE donde se enviaría a los migrantes cuya solicitud de asilo haya sido rechazada, se contemplan sanciones más severas contra quienes se nieguen a abandonar el territorio europeo.
A esto se sumaría la posibilidad de enviar a los migrantes a países que no sean sus naciones de origen, pero que Europa considere “seguros”.
La caída de las entradas irregulares en Europa -un 20% menos respecto al año anterior- no ha reducido la presión sobre los gobiernos para actuar sobre un asunto políticamente explosivo. Todo lo contrario.
“Es realmente importante que transmitamos a los ciudadanos la sensación de que controlamos lo que está ocurriendo”, subrayó este lunes el comisario europeo Magnus Brunner, artífice de este giro restrictivo en la política migratoria del Viejo Continente.
Las propuestas han desatado la indignación de la izquierda y de las organizaciones que defienden a los exiliados, quienes denuncian que se trata de medidas que vulneran los derechos humanos.
“En lugar de invertir en seguridad, protección e inclusión, la UE opta por políticas que expondrán a más personas al peligro y a la inseguridad jurídica”, advirtió Silvia Carta, de PICUM, una ONG que trabaja en la defensa de los migrantes en situación irregular.
Bajo el impulso de Dinamarca, que ejerce la presidencia rotatoria de la UE y lleva tiempo defendiendo estas medidas, los Estados miembros avanzan con determinación en el examen de las medidas.
“Estamos avanzando rápidamente”, declaró un diplomático europeo, que habló al igual que otros bajo condición de anonimato. Según él existe una “voluntad política ampliamente compartida” entre los Veintisiete para aprobar estas propuestas.
Sin embargo, algunos países del bloque mostraron reparos. España duda de que los “centros de retorno” sean efectivos, después de varios ensayos fallidos en otros países, mientras que Francia cuestiona la legalidad y eficacia de ciertas propuestas.
Estas medidas contaron además con el respaldo de los diputados de derecha y extrema derecha, que ya le dieron un primer visto bueno en el Parlamento Europeo la semana pasada.
Ahora que los Estados miembros del bloque aprobaron las iniciativas, varios eurodiputados y dirigentes abogan por una adopción final a inicios del próximo año.
NegociacionesAunque gran parte de la atención estará puesta en las nuevas propuestas, este lunes también están previstas delicadas negociaciones sobre un nuevo sistema de reparto de solicitantes de asilo en Europa.
Con el fin de aliviar la carga de los países situados en las principales rutas migratorias, como Grecia e Italia, la Unión Europea exigirá próximamente que los demás Estados miembros acojan en su territorio a solicitantes de asilo. Caso contrario, deberían aportar una contribución financiera de 20.000 euros (unos 23.000 dólares) por cada solicitante a los países que soportan mayor presión.
Pero con los gobiernos apremiados a endurecer sus políticas migratorias, aceptar acoger solicitantes de asilo adicionales conlleva un alto riesgo político.
Bélgica, Suecia y Austria ya han dejado claro que no aceptarán solicitantes de asilo procedentes de otros Estados miembros.
“Son pocos los ministros del Interior que estarán dispuestos a decir ante la prensa: ‘De acuerdo, acogeremos a 30.000’”, predijo un funcionario europeo bajo condición de anonimato.
Aun así, se requiere una decisión final sobre la distribución de varios miles de solicitantes de asilo antes de que termine el año.
Agencia AFP