Los mantenimientos básicos del auto que reducen el consumo de nafta
El precio del combustible es uno de los gastos que más pesan en el bolsillo de los conductores. Sin embargo, en algunas ocasiones el aumento del consumo no se debe únicamente a los valores de los...
El precio del combustible es uno de los gastos que más pesan en el bolsillo de los conductores. Sin embargo, en algunas ocasiones el aumento del consumo no se debe únicamente a los valores de los surtidores, sino que también influye en el nivel de mantenimiento que se le da al vehículo.
Una automotriz vende casi todos sus autos en cuotas y a tasa 0
En esa línea, los especialistas coinciden en que con simples chequeos y hábitos regulares, es posible lograr que el motor trabaje de manera más eficiente y gastar menos cada vez que se llena el tanque.
1) Filtros y bujías en condicionesUno de los puntos más importantes es revisar el estado del filtro de aire. Cuando está sucio, el motor recibe menos oxígeno, lo que obliga a inyectar más combustible para compensar.
Por ende, se sugiere reemplazarlo según el kilometraje indicado por el fabricante (generalmente entre los 10.000 y 20.000 km) puede mejorar la eficiencia hasta un 10%. Lo mismo ocurre con las bujías: si presentan desgaste, la chispa no será óptima y el motor quemará mal la mezcla de aire y nafta.
2) Presión correcta de los neumáticosPor otro lado, circular con neumáticos desinflados incrementa notablemente la resistencia al rodaje. Esto obliga al motor a trabajar más y, en consecuencia, a consumir más combustible.
La recomendación es controlar la presión al menos una vez por semana y siempre con los neumáticos fríos. Una diferencia de apenas 7 PSI por debajo de la presión recomendada puede elevar el consumo en un 3% o más.
3) Alineación y balanceoAdemás de garantizar la estabilidad del vehículo, tener una correcta alineación y balanceo evita que las ruedas se arrastren o vibren. Cuando hay un desequilibrio, la pérdida de energía se traduce en un mayor esfuerzo del motor.
Por eso, se recomienda realizar este servicio aproximadamente cada 10.000 kilómetros.
4) Control del aceite y del sistema de refrigeraciónLos especialistas coinciden en que un motor con aceite viejo genera más fricción interna, lo que se traduce en un funcionamiento menos eficiente y en un consumo mayor. A su vez, se siguiere verificar el nivel y respetar los cambios según lo que indica el manual del fabricante.
También es importante chequear el sistema de refrigeración, ya que un motor que trabaja a temperaturas más altas de lo normal demanda más combustible.
5) Peso y aerodinámicaPor último, transportar objetos que no son necesarios o mantener el baúl cargado de manera permanente incrementa el peso total del vehículo y obliga al motor a trabajar más. Aunque parezca un detalle menor, llevar carga de más reduce la eficiencia y hace que el consumo se dispare, sobre todo en trayectos urbanos con constantes frenadas y aceleraciones.
También influye la aerodinámica: los portaequipajes o barras de techo que permanecen instalados sin uso generan una resistencia adicional al aire. Del mismo modo, circular con el aire acondicionado encendido de forma continua demanda más energía del motor y aumenta el gasto de combustible.