“¡Los arrestos son maravillosos!”: chats filtrados revelan el detrás de escena de la fábrica de videos del ICE contra los migrantes
Mensajes internos del ...
Mensajes internos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) mostraron cómo su área de comunicación pasó de difundir información institucional a producir contenidos diseñados para redes sociales, en coordinación con la Casa Blanca. Los intercambios revelaron celebraciones internas por detenciones, edición estratégica de operativos y una búsqueda de impacto digital.
De información institucional a videos virales: la nueva estrategia del ICELos chats, obtenidos y revisados por The Washington Post a partir de material aportado por fuentes con conocimiento directo de esas discusiones, reflejaron una cultura interna donde las detenciones fueron tratadas como oportunidades de contenido.
En ese marco, los operativos dejaron de ser solo procedimientos administrativos o judiciales para convertirse en materiales audiovisuales destinados a redes sociales.
La documentación mostró además una coordinación constante con la Casa Blanca durante la administración de Donald Trump. Desde allí se impulsó de manera directa la producción de videos de arrestos y enfrentamientos, con el objetivo de mostrar la política de deportaciones masivas como un componente central de la agenda de seguridad nacional.
El equipo pasó a priorizar imágenes impactantes, escenas de detenciones y relatos visuales que pudieran circular con rapidez en plataformas digitales. La instrucción reiterada era “llenar las redes” con contenido que mostrara acción y resultados.
Este giro transformó al ICE en una estructura con dinámicas similares a las de una agencia de marketing digital. Productores de video acompañaban en los operativos nocturnos, grababan los arrestos en tiempo real y enviaban el material a chats privados donde se evaluaba su potencial viral antes de su publicación.
Las escenas consideradas “cinematográficas” eran destacadas y priorizadas para su difusión en los canales oficiales y, posteriormente, en los perfiles de la Casa Blanca.
Las redadas del ICE en Houston como mensaje central de difusiónEl artículo de The Washington Post mencionó como uno de los episodios más ilustrativos de esta tendencia de comunicación lo que ocurrió durante una redada en el área metropolitana de Houston, en octubre. Más de 120 personas fueron detenidas en una sola noche y un productor audiovisual del ICE documentó el operativo completo.
“Hoy hicimos varias docenas de arrestos muy rápidamente. No estoy seguro de si todos tenían antecedentes penales más allá de estar en EE.UU. sin permiso”, señaló el productor en uno de los chats filtrados. Esa duda chocaba con el eslogan habitual que el ICE utilizaba en redes, centrado en capturar a “lo peor de lo peor”.
Esas imágenes fueron compartidas de inmediato de manera interna. “¡Los arrestos son maravillosos!”, habría dicho un oficial al ver el contenido, según lo retomado por el medio estadounidense. El operativo fue calificado como una oportunidad excepcional para generar contenido.
“Me gustaría intentar publicar esto sin centrarme en los inmigrantes o sus crímenes, sino para demostrar que estamos trabajando duro”, habría dicho un funcionario en otro de los chats.
El ICE busca hacer viral en las redes sociales sus operativos migratoriosTras debatirlo, en lugar de destacar supuestos historiales criminales, el equipo optó por presentar un video como una acción para retirar de las calles a “inmigrantes ilegales detrás del volante” y enfatizar riesgos viales. El texto acompañante fue ajustado para sostener esa narrativa.
“El 29 de octubre hicimos más de 120 arrestos en Houston, limpiando nuestras carreteras de inmigrantes ilegales peligrosos, a menudo sin licencia ni seguro, que NO deberían estar detrás del volante”, publicó la agencia en su cuenta de X junto a un material audiovisual.
Para maximizar la difusión, el equipo decidió agregar una banda sonora reconocible. Eligieron una canción de rap cuya letra inicial sugería confrontación. Más tarde, según The Washington Post, el sello del artista señaló que la música había sido utilizada sin autorización.
El video acumuló más de un millón de visualizaciones entre distintas plataformas, por lo que este tipo de prácticas se volvió a repetir en otros casos. El criterio principal era el rendimiento en redes, medido en visualizaciones, compartidos y republicaciones por cuentas oficiales de alto alcance.
Cuando la Casa Blanca replicaba uno de estos videos, las respuestas internas eran de celebración. Emojis, mensajes de felicitación y expresiones de entusiasmo aparecieron de manera recurrente en los intercambios revisados por el medio estadounidense.
La relación entre la agencia y Washington era presentada internamente como una colaboración estratégica: el ICE producía las imágenes y la Casa Blanca amplificaba su alcance, tras validar el enfoque.
Las opiniones sobre la nueva estrategia de comunicación del ICEEl cambio de enfoque generó preocupación entre algunos fiscales y exfuncionarios, que advirtieron sobre posibles consecuencias legales. La difusión de contenidos con lenguaje agresivo o sesgado, señalaron, podía afectar procesos judiciales al influir en la opinión pública y en potenciales jurados.
David Lapan, exsecretario de prensa del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) durante el primer mandato de Trump, describió la estrategia actual como irreconocible frente a prácticas previas. Según su visión, la comunicación oficial debía limitarse a presentar hechos de manera neutral para evitar riesgos operativos.
“Se suponía que debíamos presentar los hechos, no exagerar. Pero esto se convierte en propaganda, en generar miedo”, dijo a The Washington Post. “No teníamos esta memeificación de varias operaciones serias. No es un asunto para tomar a broma. Pero así es como lo están tratando ahora”, señaló.
Desde el gobierno, la respuesta fue distinta. Voceros de la Casa Blanca y del DHS defendieron la velocidad y el volumen de información tras argumentar que la estrategia buscaba mostrar resultados y mantener informada a la población.
“Eso es algo bueno y el pueblo estadounidense no merece menos”, aseguró la portavoz de la Casa Blanca, Abigail Jackson.
La portavoz del DHS, Tricia McLaughlin, señaló que las publicaciones, incluso aquellas con material protegido por derechos de autor, contaban con aval legal previo. “La Casa Blanca había otorgado a las áreas de comunicación del DHS y del ICE autonomía para crear contenido que llegue eficazmente al público estadounidense”, explicó.
Otros funcionarios del DHS afirmaron que el nuevo enfoque había logrado mayor visibilidad que las estrategias tradicionales, consideradas poco efectivas. “Eran irrelevantes y hemos hecho que importen”, señalaron.