Los antecedentes del presunto jefe de la banda que vendía dólares falsos en una confitería de Recoleta
En junio de 2021, el ciudadano uruguayo Edgardo Márquez Martín fue condenado a la pena de cuatro años de prisión por haber integrado una asociación ilícita y por el delito de “puesta en cir...
En junio de 2021, el ciudadano uruguayo Edgardo Márquez Martín fue condenado a la pena de cuatro años de prisión por haber integrado una asociación ilícita y por el delito de “puesta en circulación de moneda de curso legal y extranjera apócrifa”. Durante el debate, a cargo del juez federal José Michilini, integrante del Tribunal Oral Federal (TOF) porteño N°1, dijo que había cometido errores, que ya era una persona grande y que quería salir adelante.
Pero, anteayer, Márquez Martín, de 59 años, fue detenido por detectives de la Policía Federal Argentina (PFA) en su domicilio del barrio de Villa Crespo. Su captura fue ordenada por el juez en lo penal económico Marcelo Aguinsky. El sospechoso está señalado como jefe de una organización criminal que comercializaba dólares falsos, dijeron a LA NACION fuentes calificadas fuentes judiciales.
Las transacciones, según la investigación judicial, se hacían en un bar-confitería de Recoleta, entre otros locales gastronómicos.
“Según la PFA y la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), organismo que participó de la investigación, Márquez Martín sería el jefe de la banda. La SIDE presentó un informe de inteligencia donde detallaron que los días de las transacciones, el sospechoso visitaba un domicilio del barrio de Chacarita, lugar donde, supuestamente, se acopiaban los dólares falsos”, explicó un detective judicial.
Según afirmaron los detectives de la PFA y los espías a las autoridades judiciales “Márquez Martín iba al domicilio de Chacarita para cobrar las ganancias de la venta de los dólares falsos”, sostuvo una fuente con acceso al expediente.
Nicoletti, de 43 años, también fue condenado en el mismo juicio donde fue juzgado Márquez Martín, según se desprende de la sentencia, a la que tuvo acceso LA NACION. Recibió una pena de tres años de prisión en suspenso por los delitos de "puesta en circulación de moneda de curso legal y extranjera apócrifa" y asociación ilícita.
“Se ha logrado demostrar que los integrantes de la citada organización, una vez ingresado el dinero falsificado en el país, lo comercializan en el mercado ilegal y lo ponen en circulación en el marco de reuniones o encuentros que son cuidadosamente coordinados con potenciales compradores, que se llevan a cabo en bares, restaurantes o confiterías de la ciudad de Buenos Aires. En esos lugares, materializan los intercambios de las divisas estadounidenses falsas a cambio de dinero legítimo y a un precio que ronda en el 30% del valor nominal de cada billete, reteniendo para sí, cada uno de los integrantes de la banda, un porcentaje de dinero en concepto de comisión, de acuerdo con el aporte brindado a la organización criminal”, sostuvo el fiscal en lo penal económico, Emilio Guerberoff, a cargo de la pesquisa, en el dictamen donde solicitó la detención de los sospechosos.
Como informó LA NACION, la investigación comenzó el 22 de abril pasado a partir de una denuncia anónima que aportó el nombre y apellido de un ciudadano paraguayo que, según se afirmó en la presentación, “traería dólares estadounidenses falsificados desde Paraguay, para luego venderlos tanto en la ciudad de Buenos Aires, como en varias provincias de la Argentina. Además, infiere que estaría relacionado con el financiamiento de organizaciones de narcoterrorismo y lavado de dinero”.
De la pesquisa participaron la Dirección General de Articulación Operacional e Investigaciones de la Superintendencia de Agencias Federales de Investigación de la PFA y la SIDE, que además de los informes de inteligencia, aportó el dinero para que un agente revelador se hiciera pasar por cliente y comprara los dólares truchos comercializados por la organización criminal.
Según pudieron reconstruir los detectives policiales durante la investigación, los integrantes de la organización criminal se reunían en bares y locales de comida rápida. Sospechan, además, que los billetes falsos, una vez que llegaban a la Argentina de contrabando desde Paraguay eran acopiados en una propiedad en el barrio porteño de Chacarita hasta que los denominados “facilitadores” conseguían clientes y se hacían las transacciones en el bar de Recoleta que fue allanado en las últimas horas o en otras confiterías.
Para seguir los movimientos de la organización criminal, por orden de la Justicia, los detectives de la PFA lograron instalar, de forma oculta, una cámara en proximidades de la propiedad utilizada para acopiar los dólares falsos, dijeron fuentes judiciales.
Como se dijo, un agente revelador de la PFA se hizo pasar por cliente y logró hacer tres transacciones.
La primera operación, por US$10.000, se hizo a principios de septiembre último. El viernes pasado hubo una segunda por US$5000 y anteayer se iba a hacer la tercera, por US$45.000. Pero el intercambio de billetes, en un bar-confitería de Recoleta fue abortado a poco de comenzar por detectives de la PFA que detuvieron a dos sospechosos y secuestraron los dólares falsos.
“En el último encuentro, antes de que se concretara el allanamiento, el agente revelador llevó la mitad del dinero acordado. Explicó que la otra mitad la tenía guardada en la camioneta que había dejado estacionada a 100 metros, pero que no bajó con toda la plata por seguridad y para asegurarse de que tuvieran los US$45.000. En el momento en que salió del bar para buscar el resto de los billetes, irrumpieron sus compañeros y detuvieron a los dos sospechosos”, dijo una fuente judicial.
A uno de los detenidos en el bar, identificado como Roberto Paidal, de 61 años, el personal de la PFA le secuestró 44.600 dólares falsos y 12.000.000 de pesos. En maro de 2022 había sido condenado a la pena de tres años y cuatro meses de prisión. El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) porteño N°15 lo encontró culpable del delito de robo agravado.
Fuentes judiciales dijeron a LA NACION que, por primera vez, en el fuero penal económico se aplicó la flamante ley antimafia.
“Se trata de una buena herramienta para combatir el crimen organizado”, dijo una calificada fuente judicial.
Los seis detenidos fueron indagados ayer por el juez Aguinsky. Los detectives policiales continúan la búsqueda de dos prófugos.
Los sospechosos están imputados del delito de asociación ilícita agravada por la ley antimafia para cometer delitos de contrabando, falsificación y puesta en circulación de moneda extranjera y lavado de activos.
De ser encontrados culpables y sancionados por el agravante contemplado en la ley antimafia, podrían recibir una pena de entre ocho y 20 años de prisión.