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Las historias de canciones que más disfrutamos este año: Una trágica carta de despedida, la confesión de Alejandro Lerne

Las mejores canciones pueden ser aquellas que, por los motivos más personales, nos acompañan a lo largo de nuestras vidas porque parecen hechas a medida. Pero también están aquellas universales...

Las historias de canciones que más disfrutamos este año: Una trágica carta de despedida, la confesión de Alejandro Lerne

Las mejores canciones pueden ser aquellas que, por los motivos más personales, nos acompañan a lo largo de nuestras vidas porque parecen hechas a medida. Pero también están aquellas universales...

Las mejores canciones pueden ser aquellas que, por los motivos más personales, nos acompañan a lo largo de nuestras vidas porque parecen hechas a medida. Pero también están aquellas universales, que siempre vale la pena descubrir y redescubrir porque traen grandes historias. Estas son algunas de las “Grandes historias de canciones” más elegidas por los lectores de LA NACION durante 2025.

“Nosotros”

En 1943, con apenas 23 años, el pianista y compositor cubano Pedro Junco moría en Cuba, dejando como legado una de los boleros más populares del repertorio latinoamericano y quizás también, el que evoca la leyenda de amor más dolorosa que se ha hecho canción: “Nosotros”, una melodía escrita a raíz de una muerte inminente.

La historia comienza en Pinar del Río, provincia cubana ubicada en el extremo occidental de la isla, la “tierra del mejor habano del mundo”. Cuando tenía apenas seis años, Pedro Buenaventura Jesús del Junco-Redondas, popularmente conocido como Pedro Junco, había comenzado sus estudios de piano, graduándose a los 19 en el conservatorio Orbón de Pinar del Rio con el título de maestro de música.

La musa de su famoso bolero fue María Victoria Mora Morales, una joven de la alta sociedad, natural de la localidad de San Juan y Martínez. Fue amor a primera vista. Pero al enterarse sus padres que el pretendiente de la chica era un bohemio con fama de seductor y aventurero, desde el vamos se opusieron al romance. De todas maneras, no pudieron impedir que la historia siguiera adelante. Como amantes en las sombras, sus citas continuaron en secreto mientras el amor prosperaba en cada encuentro. Así las cosas, una pésima noticia ensombreció el romance, cuando de la noche a la mañana, Pedro Junco fue diagnosticado con tuberculosis, una enfermedad que por aquellos años era un pasaje a la muerte.

Primero quedó aislado y años después terminó internado. Fue allí, en un arrebato de dolor, cuando escribió, primero, una carta de despedida para María Victoria. Pero consciente de que no llegaría porque sería interceptada por su padre, decidió entonces convertirla en una canción de despedida, seguramente la canción más difícil que le tocó escribir. “Atiéndeme, quiero decirte algo, que quizás no esperes, doloroso tal vez / Escúchame, aunque me duela el alma, yo necesito hablarte, y así lo haré”, anotó en un papel los primeros versos del bolero que inmortalizaría su amor.

Luego le pidió a su amigo, el trovador Tony Chiroldes que la cantara por primera vez en un programa de radio muy popular que su amada escuchaba cada noche, por la Estación Radial de Pinar del Río CMAB. Fue allí cuando ella y el mundo conocieron esta hermosa y dolorosa confesión hecha canción. Muy angustiada de inmediato fue al hospital para verlo pero llegó demasiado tarde: Pedro había muerto horas antes, el 25 de abril de 1943 pasadas las 10 de la noche. Su certificado de defunción declaraba muerte por anoxemia y bronconeumonía. Tuvo una vida tan breve como apasionada.

“Love to Love You Baby”

Se la puede reconocer por su título o como la canción en la que Donna Summer fingía llegar al clímax. Se convirtió en su primer hit. Entre tantas historias que se pueden encontrar en la carrera de esta cantante, una que se distingue es la de “Love to Love you Baby”, esa que tuvo un efecto de rechazo para algunos, pero de adoración para otros. En plena revolución sexual de los 70, muchos miembros de la sociedad, principalmente de la comunidad gay, adoptaron la canción como un himno y como un símbolo de libertad.

“No la escribí para que fuera una canción. La escribí como un concepto para que alguien más escribiera la letra. Solo inventé una voz e intenté crear una vibra”, aseguró Donna décadas atrás. Cuando le entregó la grabación a Giorgio Moroder, el productor le pidió que hiciera un demo con referencias sexuales y letras explícitas. En ese entonces, Summer aceptó la propuesta bajo la condición de que el material final fuera para otro intérprete, ya que ella no se sentía identificada con lo que estaba haciendo. Desobedeciendo las condiciones de Donna, Giorgio decidió transformar lo que ella grabó en una canción. Le pasó el material a Neil Bogart, CEO del sello Casablanca Records, ya que buscaba el éxito que hiciera despegar a Donna en Estados Unidos, y qué mejor que una canción disco, fenómeno que “vendía millones y millones de álbumes”, según Bogart.

Pero algo salió mal: la prohibieron en las radios debido a su contenido sexual y erótico explícitos. Básicamente, no querían pasar una canción que imitara un orgasmo. Pero Bogart no se dio por vencido. Se le ocurrió poner el tema un día en su casa, durante una fiesta que organizó. Fue bien recibida por sus invitados. La única crítica que recibió fue que era muy corta. “Puse la canción en una fiesta en mi casa y, cuando terminó, alguien me pidió que la vuelva a poner; después, cuando volvió a terminar, me la pidieron de vuelta. Yo dije: ‘la canción es muy corta’. Seguían pidiendo más. Llamé a Alemania, donde se produjo el tema y les pedí una versión de 20 minutos”, contó Bogart.

Tal como lo pidieron, Donna Summer junto con Giorgio Moroder grabaron una nueva versión de “Love to Love you Baby” de 16 minutos y 48 segundos. La idea fue intentar que las radios la pasaran a las 12 de la noche para que la gente “sintonice para 20 minutos de amor”.

La canción fue un verdadero éxito. La gente se descontrolaba con el nuevo himno de la revolución sexual del momento, a tal punto que en vivo le revoleaban la ropa a Summer. “La gente empezó a arrancarse la ropa y tirarla al escenario, corpiños o ropa interior. No sabía que iba a ser tan lujurioso. La audiencia se ponía totalmente incontrolable y eso era un tanto aterrador”, confesó la diva.

La bamba

Nació como sátira, fue grabada por un joven desconocido y se convirtió en un éxito que no tuvo techo. “Para bailar la bamba / Para bailar la bamba / Se necesita una poca de gracia / Una poca de gracia pa’ mí, pa’ ti / Arriba y arriba.

Con una melodía simple y pegadiza, la historia es que en 1958, el productor Bob Keene había descubierto un talentoso joven de apenas 17 años llamado Ricardo Valenzuela. De ascendencia mexicana, el chico se hacía llamar Ritchie Valens, mientras comenzaba una carrera en ascenso fusionando canciones populares mexicanas con el rock and roll. Durante una sesión de grabación, Valens escogió “La bamba” para ponerle su propia voz, le añadió una batería potente y sumó unas guitarras eléctricas. El resultado fue… “electrizante”, un cóctel explosivo que la popularizó definitivamente, mientras trepaba cada vez más en las listas de éxitos de Estados Unidos.

En la cúspide de su corta y vertiginosa carrera, Ritchie Valens se encontraba en medio de una gira por Estados Unidos junto a otros compañeros de ruta, como Buddy Holly y The Big Bopper, cuando entre todos decidieron contratar una avioneta para ir de Clear Lake (Iowa) a su próximo destino. Mala idea. Transcurría la tormentosa noche del 3 de febrero de 1959 cuando, poco después de despegar, el avión donde viajaban se estrelló y todos sus ocupantes murieron en el acto.

“Mi historia entre tus dedos”

“Hay una cosa que yo no te he dicho aún...” Mientras que el furor por los lentos en inglés, al final de una noche de boliche, prácticamente terminaba con la década del ochenta, a mediados de la década siguiente nacía un hitazo de esa estirpe, pero en italiano. Y por su éxito masivo, al poco tiempo tuvo una versión en castellano.

«La mia storia tra le dita» (Mi historia entre tus dedos"), el gran hit de Gianluca Grignani, cumplió 30 años en 2025 y es todo un clásico que sigue acumulando nuevas versiones.

La canción aborda el tema del desamor y la dificultad de dejar ir a un romance que ha llegado definitivamente a su fin. Su letra refleja la perspectiva de alguien que, aún reconociendo el ocaso de la relación, todavía guarda profundos sentimientos por el otro y se debate en la idea de continuar pese a todo.

A 30 años de su lanzamiento, “Mi historia entre tus dedos” no sólo se mantiene vigente como un auténtico clásico de la música romántica sino que figura además entre los temas más recurrentemente solicitados por los fanáticos del karaoke alrededor del mundo.

“Todo a pulmón”

Transcurría el año 1978, en plena dictadura militar, cuando dos hechos marcaron a fuego la vida del músico y compositor Alejandro Lerner. El primero, cuando fueron a buscarlo a su casa por averiguación de antecedentes y se lo llevaron detenido a la cárcel de Devoto, porque habían encontrado un “cigarrillo de marihuana”. Estuvo un mes preso en el pabellón de mala conducta. El segundo, cuando al poco tiempo de salir de la cárcel murió su padre.

“Acababa de cumplir 21 y me empezó a agarrar una especie de bronca. De ahí salieron todas mis canciones más irónicas, más ácidas de esa época”, recuerda Lerner en diálogo con LA NACIÓN, mientras se dispone a repasar la historia del inolvidable “Todo a pulmón”, el hitazo lanzado en 1983 que dio nombre a su segundo álbum y con el que dio el salto más importante de su carrera.

“La letra estaba ligada al asma que padecía. De chiquitito tenía una gran sensibilidad pulmonar, entonces, por alguna razón, la gente que me rodeaba veía cómo yo venía empujando, me esforzaba para salir adelante, y me decían: ‘Che, lo estás haciendo todo a pulmón’. Esa era una frase que me rondaba todo el tiempo. Y como era asmático, me resultaba muy significativa, porque el pulmón estaba muy presente en mi vida. Imaginate que en esa época se fumaba mucho en los pubs donde tocaba, entonces siempre me subía al escenario con una carterita de cuero negro donde tenía mi aparatito para el asma”, proclamaba Lerner.

“Era un día otoñal, yo estaba en un departamento que me había prestado mi suegro, el papá de una novia que tenía, sobre la calle Aguilar. No tenía dinero. Imaginate que hacía un año que había sacado mi primer disco, pero todavía no podía comprarme una casa o un departamento. Entonces me senté como siempre al piano, un piano chiquito que había podido comprarme, con una hoja en blanco y una lapicera, y me puse a confesar. Porque “Todo a pulmón” fue como una confesión, no tuvo otra finalidad que documentar con gran honestidad mi estado de ánimo en ese momento".

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/musica/las-historias-de-canciones-que-mas-disfrutamos-este-ano-una-tragica-carta-de-despedida-la-confesion-nid28122025/

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