Las confesiones de Teri Hatcher: “Mi historial sexual está lleno de errores y tengo suerte de estar viva”
Son varias las estrellas que consiguieron en los pódcast una plataforma ideal para mantener el contacto directo con sus seguidores y, además, recordar y homenajear las series y películas más im...
Son varias las estrellas que consiguieron en los pódcast una plataforma ideal para mantener el contacto directo con sus seguidores y, además, recordar y homenajear las series y películas más importantes de su carrera. Teri Hatcher se sumó esta semana a ese grupo de celebridades. La actriz debutó este martes como Desperately Devoted, un espacio en el que rinde homenaje a Amas de casa desesperadas, el programa televisivo de principio de siglo que se convirtió en uno de los más exitosos de su tiempo.
Hatcher, de 60 años, conduce el pódcast junto a su hija en la vida real, Emerson Tenney, de 27 años, y Andrea Bowen, la actriz que interpretó a su hija en la serie que retrataba la vida de un grupo de mujeres de clase acomodada que intentaban resolver el asesinato de una amiga en común mientras lidiaban con sus conflictos de señoras ricas de mediana edad.
Más allá de las referencias a aquellos días y al programa en sí, Hatcher eligió transitar un tema en ese primer programa que logró gran repercusión tanto en los medios como en las redes: su debut sexual. Al respecto, reveló: “En ese momento, ni siquiera sabía lo que era un condón”.
“Creo que la primera vez que tuve relaciones sexuales, yo era estudiante de secundaria, y lo hice en mi casa, en la cama de agua de mis padres”, reveló, y agregó que cree que había escuchado sobre los condones en la escuela, pero no sabía ni qué eran ni cómo se veían.
“Hasta ahora no le había contado esta historia a nadie... Estaba revisando en los cajones de mis padres para ver si había algo y encontré una cosa blanca, casi como una curita, pero más gruesa que una curita. Tenía 10 o 15 centímetros de largo y venía envuelto plástico, como si lo desenvolvieras”, describió.
“Tenía en mente que quizás se lo pondría sobre la punta del pene para evitar que se saliera. Así de inexperta era al empezar a tener sexo”, recordó. Al menos en ese momento, no se quitó la duda de cómo funcionaba, porque decidió dejar aquel objeto misterioso en el cajón y tener su primera vez sin ningún tipo de protección.
“No conseguí un condón, así que no usé uno”, confesó Hatcher a sus coanfitrionas, insistiendo en que no creía que su pareja en ese momento hubiera traído un condón con él. Y disparó: “Simplemente, sé que tuve suerte de haber salido con vida. Tengo suerte de estar aquí hoy para hablar de todo esto. Si realmente vamos a examinar mi historial sexual, está lleno de errores”.
Bowen, entonces, le preguntó a la hija de Hatcher, Emerson, si en su hogar se hablaba abiertamente sobre sexo. La joven indicó que tanto su madre como su padre, Jon Tenney, con quien la actriz estuvo casada entre 1994 y 2003, en general tenían una actitud abierta con respecto al tema. “No me daba mucha vergüenza. Incluso, sé que a muchos padres les genera incomodidad algo tan simple como ver una escena de sexo en una película junto a sus hijos. Ese no fue mi caso... Nunca sentí que eso no era algo horrible o anormal, o algo que no se podía hacer”, explicó.
Emerson también se refirió a su experiencia de vivir en una “casa tan desnuda y positiva” cuando era pequeña, y recordó que siempre corría desnuda cuando era niña, y su madre incluso inventó una canción sobre eso, cuya letra todavía conoce y canta ahora. “Creo que fue muy positivo ese nivel de apertura en torno al cuerpo y a preguntas como ‘¿Qué es una vagina? ¿Qué es un pene?’. Siento que siempre se habló de esas cosas".
Esta confesión de Hatcher en su flamante podcast llegan después de que analizara cómo habían cambiado las cosas en lo que respecta a las citas en una aparición en Sherri. En aquel momento, bromeó: “La gente me preguntaba: ‘¿Estás saliendo con alguien?’, y yo respondía: ‘Bueno, ya no salgo mucho porque antes salía con alguien, y mirabas al otro lado de la mesa y pensabas: ‘Bueno, me pregunto si acabaremos en la cama juntos’, y ahora miro al otro lado de la mesa y pienso: ‘¿Cuándo tendré que cambiarle los pañales a este tipo?’”.