Lali cumple 34 años: el papel que consiguió “de rebote”, el que la catapultó y el que la sacó de su zona de confort
Hay algunas personas que están tocadas por la varita mágica, o que simplemente estuvieron en el lugar y el momento correcto o el destino les jugó una buena pasada. El “que hubiese pasado, si...
Hay algunas personas que están tocadas por la varita mágica, o que simplemente estuvieron en el lugar y el momento correcto o el destino les jugó una buena pasada. El “que hubiese pasado, si…”, nunca tendrá respuesta. A los nueve años, Mariana “Lali” Espósito vio la publicidad de un casting para un programa de televisión. Fue a escondidas, pero se equivocó de fila y terminó audicionando para Cris Morena. Así, de casualidad, empezó su carrera en el mundo del espectáculo. Iba a la escuela a la mañana, almorzaba en el auto mientras estudiaba el guion y viajaba una hora hasta el canal. Grababa toda la tarde y a medianoche llegaba a su casa, cenaba y se ponía a estudiar. Era un sacrificio, pero para ella era felicidad pura.
El mundo la conoció primero como actriz de tiras juveniles, hasta que empezó a despegarse del rol de adolescente que canta y baila para asumir otros roles, primero en comedia y luego en drama y cada vez más tiempo en pantalla. En un momento la música se volvió el centro de su vida y hoy es una de las artistas más populares de su generación, llena estadios, saca discos, responde a través de su arte y afirma y reafirma su compromiso social. Este 10 de octubre Lali cumplió 34 años y celebró 22 como una actriz cómica que se anima al drama y puede ser una niña caracterizada de varón, monja, novia despechada o la principal acusada de un asesinato.
Malena / Coco Cabrera en Rincón de luz (2003)Todo comenzó cuando vio en la televisión de su casa de Parque Patricios que buscaban niños para un programa. Le pidió a su madre María José Riera que la llevara, pero ella, que tenía más de un trabajo, le dijo que no. Fue su hermana mayor Ana Laura, que por entonces tenía 14 años, la que “le hizo la segunda” y la llevó a escondidas al casting. Cuando llegó le preguntaron de dónde venía. “De mi casa”, les respondió Mariana con la inocencia de una niña de su edad. En realidad querían saber qué agencia la representaba y quién era su mánager, algo que ella no tenía. Estaba completamente desconcertada y molesta porque no le pidieron ni que cantara ni que bailara. Le tomaron los perfiles y se fue, furiosa y a puro insulto. De pequeña mostró las garras.
Una semana después llamaron a su casa para avisarle que había sido seleccionada para ir a una segunda prueba. Resulta que el día que fue había dos castings en simultáneo a dos cuadras de diferencia. En uno, que era privado, buscaban actores para Rincón de Luz, el nuevo proyecto de Cris Morena, y otro era el que vio por televisión, al que nunca llegó y cuyo proyecto no se llevó a cabo. Lali y su hermana se bajaron antes del colectivo. ¿Casualidad? ¿Suerte? ¿Destino?
A regañadientes, su madre la llevó a la segunda prueba. Era un taller de canto, baile y actuación en el que los niños quedaban eliminados a medida que pasaban las etapas. “Pensándolo desde hoy, qué fatal lo que hacían. Salían a la puerta del canal todos los viernes y decían: ‘Marcelo, Claudia y Sofía no vienen más. A los demás, ¡nos vemos la semana que viene!’. Padres y chicos llorando. A mi mamá le daba tanto pudor ese mundo que me esperaba adentro del auto. Yo iba y le decía: ‘¡No me nombraron!’. Y mi mamá, pobrecita, decía: ‘No, andá a preguntar de vuelta, seguro que te nombraron’. Yo bajaba, iba: ‘Disculpame, ¿yo estaba en la lista?’. ‘No, mi amor, te veo la semana que viene’. Volvía al auto y le decía: ‘No. Yo tengo que volver’”, contó Lali en una entrevista con Leila Guerriero para El País. “Era lógico rechequear. En nuestra familia no había nadie en el arte. Era algo imposible lo que pasaba conmigo. Y un día estaba ella, Cris Morena. Su metro ochenta, su pelo rubio, era una entidad. Entró, nos miró. Doce nenes. Y dijo: ‘Ustedes ¡son el elenco!’. Y yo no entendía qué significaba la palabra elenco”, rememoró. Malena Cabrera, una niña que se hacía pasar por un varón, “Coco”, y se escondía en el hogar de huérfanos Rincón de luz, fue su primer personaje
Roberta Espinosa en Floricienta (2004-2005)Una vez que Cris Morena la encontró, no la soltó más. Le dio un personaje en la que sería una de sus tiras más exitosas que incluyó dos temporadas, shows en vivo, giras y un destacado elenco encabezado por Florencia Bertotti, Juan Gil Navarro, Isabel Macedo, Benjamín Rojas y Graciela Stefani.
Entre todas las anécdotas de Floricienta, hay una en particular que quedó para siempre guardada su memoria. ¿El motivo? Pensó que su carrera en los medios estaba terminada. El hecho ocurrió durante un show en el Estadio Único de La Plata. “Con Stefano , que éramos los niños de la historia, teníamos que abrir con nuestros mini dedos una cosa pesada que se cerraba a modo de telón, salir y hacer una escena con Floricienta que nos esperaba en proscenio. El viento no nos permitía abrirla y salir y ya estaba la música de fondo. De la desesperación Robertita que era un amor, le dice: ‘Dale bo***o’ con el eco del estadio. Yo lo primero que pensé es: ‘Me despido de la televisión argentina’. El viento del estadio me devuelve una risa general del público y Robertita sale con su vestido rosa. Pasé mucha vergüenza, me quería morir”, recordó durante su paso por el programa de ESPN, Pura Química. Pero eso no fue todo, sino que después tuvo que enfrentarse a Cris Morena. Para su sorpresa, la productora se acercó, la miró y le dijo: “Te lo perdono, porque me hiciste reír”.
Agustina Ross en Chiquititas (2006)Con 14 años, se sumó a la lista de actores que integraron algún elenco de Chiquititas. En esta etapa se pudo ver una evolución no solo en lo personal, asumiendo un rol de liderazgo dentro del elenco, sino también en lo actoral, con un personaje más maduro que tenía dos canciones solistas “Mamá” y “Me pasan cosas”, uno de los hits de la tira. Junto a Juan Pedro “Peter” Lanzani, quien por ese entonces hacía su debut en la televisión como Tábano, eran la pareja adolescente del programa. La química traspasó la pantalla y se enamoraron en la vida real.
Marianella “Mar” Talarico Rinaldi en Casi Ángeles (2007-2010)El primer momento bisagra de su carrera y el papel que le dio la posibilidad de explorar su costado más histriónico, jugar dentro de la comedia, bailar y cantar. Su protagonismo fue en ascenso y su evolución actoral quedó a la vista a lo largo de las cuatro temporadas y los shows con los Teen Angels, banda que conformó con Peter Lanzani, Gastón Dalmau, Nicolás Riera y María Eugenia “la China” Suárez, que continuaron tras el final de la tira.
A nivel personal también fue clave, puesto que interpretó el personaje durante su adolescencia. Lo asumió con 15 años y le dijo adiós con 19. Durante esta etapa decidió mudarse de Banfield a Capital para reducir los tiempos de viaje hasta Martínez. “A los 17 quedábamos dos o tres que íbamos al colegio. Los demás lo habían dejado. Y Cris nos dijo: ‘Chicos, necesito que hagan quinto año libre, los necesito rodando a las ocho de la mañana, como adultos’. Así que empecé a hacer una escuela a distancia. Dormía tres horas por día. Parece terrible. Pero estaba feliz”, relató para El País.
Paralelamente, hubo otra cuestión significativa. Volvió a formar pareja en la pantalla con Peter Lanzani, que era Thiago Bedoya Agüero, y los fans los apodaron “Thiaguella”. A partir de la buena química que mostraron en Chiquititas, Cris Morena volvió a emparejarlos, esta vez en una relación más madura y se convirtieron en una de las parejas de ficción favoritas de la televisión argentina. Sumado a esto, eran novios en la vida real, algo que era un secreto a voces por aquel entonces, pero ellos no confirmaban para no mezclar las cosas.
“Creo que era muy genuino, más allá del chiste de que en la vida real nos enamoramos y fuimos nuestro amor y en una edad re especial del amor también. Me parece que había algo tan genuino en los personajes escritos, tan lindo, que nos salía a nosotros con mucha facilidad ese encanto que tenía la pareja y creo que traspasó la tele y bueno, fijate vos, ¡70 años tenemos ahora y nos siguen queriendo!”, sostuvo Lali durante el Cris Morena Day. Hasta la actualidad mantiene una gran relación con Lanzani y aunque los fanáticos sueñan con que vuelvan a ser pareja, cada uno está con su propia historia de amor, pero guardan los mejores recuerdos del tiempo compartido.
Milagros Rivas en Cuando me sonreís (2011)Mientras continuaba sacando discos con los Teen Angels, siguió trabajando con la producción de la familia Yankelevich pero esta vez en el prime time de Telefe, dándose a conocer ante un público más adulto. Fue Milagros Rivas en Cuando me sonreís, telenovela protagonizada por Facundo Arana, Julieta Díaz, Mercedes Funes, Mario Pasik, Benjamín Rojas, Julia Calvo y Fabio Aste.
Ana en Dulce amor (2012)Hizo una participación especial junto a Lanzani y Dalmau, en la telenovela de Telefe. En el elenco estable estaban Riera y Rocío Igarzábal, quien el año anterior se había sumado a los Teen Angels tras la salida de Suárez, por lo que tuvieron un encuentro de la banda en la pantalla chica.
Abigaíl Williams en Las brujas de Salem (2012)Dio un salto de calidad a nivel actoral y por primera y única vez (hasta el momento), se animó al teatro de texto con un papel en la obra de Arthur Miller con dirección general de Marcelo Cosentino y un elenco integrado por Juan Gil Navarro, Rita Cortese, Julia Calvo y Roberto Carnaghi. Fue uno de los mayores desafíos actorales, puesto que se encontró con un material completamente nuevo y algunas situaciones complejas. “Mi maravilloso compañero Juan Gil Navarro se fumaba que venían a verme niñas, fans de las telenovelas. Me adoraba por suerte y nos llevábamos bárbaro. Pero hubo un día que había una chica en la primera fila, muy metida en el mundo papa frita, y en un momento estábamos en proscenio, y la chica se acerca y dice: ‘Lali vengo de Córdoba. Te quiero mucho’. Yo helada y lo veo a Juan que me mira y me hace una seña de ‘este es mi límite’ y de pronto rompió la cuarta pared y dijo ‘te pido por favor que no hables más’”, rememoró en su paso por Esto es ¡Fa!
Belén en La pelea de mi vida (2013)Su primera experiencia en la pantalla grande y además en una película en 3D. Bajo la dirección de Jorge Nisco, interpretó a Belén, la niñera de Juani, el hijo de ocho años de Alex (Mariano Martínez) —un boxeador retirado que vuelve para recuperar la gloria perdida— que vive con su padrastro Bueno (Federico Amador), un campeón del boxeo.
Daniela Cousteau en Solamente vos (2013)Por primera vez trabajó con Polka en una telenovela del prime time. Solamente voz, protagonizada por una de sus ídolas, Natalia Oreiro, y también con Adrián Suar y Muriel Santa Ana, le dio la posibilidad de darse a conocer ante un público diferente y fue la previa de su primer protagónico total en la pantalla chica.
Melissa en A los 40 (2014)Su segunda experiencia en cine fue en la producción peruana dirigida por Bruno Ascenzo (Hasta que nos volvamos a encontrar), sobre un grupo de personas que se reúne 25 años después de su egreso del colegio secundario. Interpretó a una joven estudiante de gastronomía, cuya madre se enamora de uno de sus compañeros de clase, a quien dobla en edad.
Esperanza en Esperanza mía (2015-2016)Otro momento bisagra en su carrera. Tras debutar como solista y lanzar su disco A bailar, a los 23 años tuvo su primer protagónico en prime time. Interpretó a Julia Albarracín, una joven que, escapando del peligro, se refugia en un convento y se hace pasar por monja. El programa fue un éxito rotundo con 192 episodios, un álbum y una versión teatral en el Ópera. Ganó el Martín Fierro a la mejor ficción y Espósito fue nominada a mejor actriz protagónica de ficción. Su popularidad escaló, explotó su lado más cómico y trasladó su música a la pantalla chica. Incluso varios de los diálogos de su personaje se volvieron populares en TikTok.
Además del desafío de protagonizar una tira, en el set de filmación Lali Espósito se enamoró de su coprotagonista, Mariano Martínez, con quien previamente trabajó en cine. En medio de rumores de romance, ella se separó del actor Benjamín Amadeo, después de cinco años juntos, y él de su esposa, la modelo Julieta Giambroni, y blanquearon su relación. Tuvieron un vínculo de alto perfil mediático y su separación un año después fue igual de escandaloso. “El amor terminó por cosas privadas de la pareja”, le dijo ella a la prensa y aseguró que era una decisión mutua y definitiva. Aunque nunca ahondó en detalles, con el tiempo quedó en evidencia que no terminaron en los mejores términos.
Lali en Me casé con un boludo (2016)Esta vez le tocó actuar de ella misma. Hizo una participación especial, junto a Mariana Fabbiani y Gimena Accardi, en la película de 2016 protagonizada por Adrián Suar y Valeria Bertuccelli y dirigida por Juan Taratuto.
Camila en Permitidos (2016)Bajo la dirección de Ariel Winograd, explotó su lado más cómico interpretando a Camila, una joven cuyo novio comienza a salir con su “permitido”, tema que abrió el debate a nivel social. “Amo el registro de comedia, me siento muy cómoda en él, siempre buscando y siendo dirigida, pero me gusta formar parte de lo que sucede con una comedia; al buen momento que se le hace pasar al espectador. Como actor hablar de algo trágico para el personaje, que termina siendo gracioso para el que está mirando, me parece muy interesante y muy lindo para encarar. Amo hacer comedia y lo que genera la comedia”, sostuvo Espósito durante el rodaje.
Reyna Russ en Sandro de América (2018)Una biopic no podía faltar en su carrera. En la producción dirigida por Adrián Caetano interpretó a una vedette que tuvo un amorío con Sandro, el cual, en esa etapa de la serie, estuvo interpretado por Marco Antonio Caponi.
Dolores Dreier en Acusada (2018)Su primer rol dramático fue el de una joven acusada de asesinar a su mejor amiga. Cuando llegó al set, el director Gonzalo Tobal le pidió ver su “cara de verdad” y ella, convencida en mostrar algo diferente a todo lo que hizo antes, emprendió esa búsqueda. “En un momento experimenté algo parecido a una simbiosis. Estás tan metida en el cerebro del personaje que ya sos su conciencia. Trabajamos muchos meses previos al rodaje con Gonzalo para encontrar al personaje en todos sus aspectos: físico, mental, cómo se expresa, cuán rápido reacciona. La riqueza de detalles que tiene el personaje me hizo abstraerme de cualquier especulación sobre cómo le iría a la película, qué le parecería al público, cómo se ve de afuera lo que hago”, dijo Lali en una entrevista con LA NACION en 2018.
Wendy en Sky Rojo (2021-2023)La vieron durante una presentación en unos premios en México y, confiados de que tenía la energía que necesitaban, la contactaron para realizar un casting. Después de un año de pruebas, en octubre de 2019 le avisaron que en una semana tenía que estar en España para interpretar a una prostituta que escapa de su proxeneta. Tuvo que correr en tacos vestida con poca ropa en plano invierno europeo, atravesar una pandemia, tomar clases de pole dance y grabar escenas de acción. La serie española de Netflix, creada por Álex Pina y Esther Martínez Lobato, las mentes detrás de La casa de papel, se emitió en 197 países y le significó su reconocimiento como actriz internacional.
Tamara en El fin del amor (2022-2025)Según sus propias palabras, el personaje de Tamara, una joven filósofa criada en una familia judía ortodoxa que empieza cuestionar las reglas establecidas y a explorar las relaciones desde otro lugar mientras busca encontrarse a sí misma, fue el papel más desafiante de su carrera. La serie de Prime Video está inspirada en la novela homónima de Tamara Tenenbaum, y además de protagonista, Espósito asumió el rol de productora ejecutiva.
“Me parece que los “treintis”, a nivel iberoamericano, no están tan narrados. Por supuesto que hay piezas y son buenísimas, pero a nivel argentino, sobre todo, me parecía que era una serie interesante, importante, necesaria. Todo lo que se pone sobre la mesa son temas a los que nos enfrentamos, me atrevo a decir nosotras, las mujeres, o las diversidades. Estas miradas de la sociedad, estos deditos que nos juzgan, preguntas que nos hacemos y cosas que nos incomodan en la sociedad. Y yo, como mujer y como artista en la música, también estoy atravesada por esas temáticas, y así como escribo una canción hablando de diferentes formas del amor o de vivir los vínculos, también lo hago a través de este personaje”, reflexionó en diálogo con LA NACION.
Vera Motta en Puan (2023)En el film de María Alché y Benjamín Naishtat hizo una participación especial como una estrella de la música y novia del profesor de filosofía Rafael Sujarchuck, interpretado por Leonardo Sbaraglia.
Verano Trippin (2025)Este año, se puso en la piel de una dealer en la ópera prima de una de sus mejores amigas, Morena Fernández Quinteros, que tiene como protagonistas a Miranda de la Serna y Zoe Hochbaum
Con todo servido sobre la mesa, su próximo proyecto actoral ya está en marcha. En plena gira con su nuevo disco No vayas a atender cuando el demonio llama y tras la confirmación de que saldrá su propio documental en Netflix, Lali: la que le gana al tiempo, se confirmó que protagonizará Glaxo, una adaptación de la novela homónima de Hernán Ronsino, que tendrá como director a Benjamín Naishtat y un elenco completado por Marcelo Subiotto y Esteban Lamothe. Las grabaciones comienzan este mes en la Argentina y Brasil.