La máquina: la película “anti Rocky” que convierte a La Roca en un actor comprometido
La máquina (The Smashing Machine, EEUU/2025). Guion y dirección: Bennie Safdie. Fotografía: Maceo Bishop. Edición: Bennie Safdie. Música: Nala Sinephor. Elenco: Dwayne Johnson, Emily Blunt, Ry...
La máquina (The Smashing Machine, EEUU/2025). Guion y dirección: Bennie Safdie. Fotografía: Maceo Bishop. Edición: Bennie Safdie. Música: Nala Sinephor. Elenco: Dwayne Johnson, Emily Blunt, Ryan Bader, Bas Rutten. Duración: 123 minutos. Nuestra opinión: buena.
Los hermanos Josh y Bennie Safdie adquirieron notoriedad como realizadores con películas de máxima tensión y alto octanaje como Good Time: Viviendo al límite (2017) y Diamantes en bruto (2019). Tras este último film, inmejorablemente recibido y que relanzó la carrera de Adam Sandler, no volvieron a dirigir un largometraje. Este año regresan a la realización aunque, por primera vez, cada uno por su lado. Curiosamente, ambos eligieron volcarse a films sobre figuras del deporte. Josh estrenará en diciembre Marty Supreme, una comedia inspirada en el apostador y campeón de ping-pong norteamericano Marty Reisman, mientras que Bennie escribió y dirigió esta biopic sobre Mark Kerr, un pionero de los combates de artes marciales mixtas, con Dwayne Johnson, el artista anteriormente conocido como The Rock, en el rol principal.
Para su debut en solitario, Bennie parece haber tomado al determinación de ir contra todas las expectativas. Desde el punto de vista formal, este film abandona la tracción narrativa hiperkinética y neurótica que caracterizó su obra anterior para asentarse en un estilo casi documental (parte del metraje fue registrado en 16 mm) subrayado por el uso de cámara en mano y planos secuencia que apuntalan el realismo.
La máquina también desarma lo esperable respecto a su temática. Si bien está centrada en una vida real y basada en un documental de 2002 que lleva el mismo nombre, a la vez pertenece a un género casi tan viejo como el cine, las películas de boxeadores (aunque se trate específicamente de luchadores de MMA, para el caso es lo mismo). Sin embargo, Safdie claramente se impuso la restricción de evitar cada uno de los lugares comunes que caracterizan al rubro. No está aquí el vía crucis emotivo que va del origen pobre al momento de gloria y de la inevitable caída del campeón a su reivindicación en un combate final. Algunos de estos tópicos se insinúan para ser rápidamente abandonados (una adicción que se soluciona velozmente, la construcción de un enfrentamiento entre dos rivales que nunca se da) como para hacer evidente que nos son deliberadamente negados.
Si bien es encomiable que Safdie haya encarado esta guerra personal contra los clichés, también hay que señalar que no logró hallar con qué reemplazarlos. Es cierto que al extirpar esas escenas reconocibles de la ficción queda la sensación de que somos espías de momentos auténticamente vividos y la película se enfila a la presentación ya no de un personaje sino de una personalidad, con sus excentricidades, falencias y contradicciones. Sin embargo, esta personalidad no es tan cautivante, compleja, ni original como para ser el sostén del film.
Cabe destacar, sin embargo, la muy buena interpretación de Johnson, quien pocas veces pudo demostrar que además de ser una estrella de cine también es un actor. Como si fuera Hulk bajo el efecto de ansiolíticos, aquí es un gigante de una amabilidad imperturbable que, a la vez, trasluce una frustración infinita. Esta se desata en la violencia de un deporte brutal y también en su vida de pareja, que es presentada como incompatible con la concentración extrema que requiere un luchador. Emily Blunt es una novia de una nota sola: ser el otro polo del cortocircuito permanente de la relación.
La máquina es una suerte de anti-Rocky, una película de luchadores poco complaciente con el público, sin combates inmersivos, sin caídas lacrimógenas, ni recuperaciones heroicas. Es un experimento sobre cómo llevar realismo a un genero hipercodificado que no tiene golpes bajos, pero tampoco ninguno para el knock-out.