La Iglesia pidió construir consensos y advirtió que “nadie puede ser excluido”
En la misa de apertura de la asamblea plenaria del Episcopado, que reunirá hasta el viernes a un centenar de obispos en Pilar, la Iglesia hizo un fuerte llamado a la “construcción permanente de...
En la misa de apertura de la asamblea plenaria del Episcopado, que reunirá hasta el viernes a un centenar de obispos en Pilar, la Iglesia hizo un fuerte llamado a la “construcción permanente de consensos” y reafirmó su cercanía con las personas con discapacidad, los jubilados y las víctimas de las adicciones, la trata y las apuestas en línea.
Así expresó el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Daniel Colombo, las principales preocupaciones de la Iglesia, en la misa de apertura de la asamblea plenaria episcopal, ocho días después del resonante triunfo en las urnas del presidente Javier Milei.
El arzobispo Colombo advirtió que “nadie puede ser excluido” en la búsqueda de caminos y consensos para superar la crisis, lo que algunos sectores interpretan como una alusión a la reciente convocatoria del Presidente a los gobernadores, invitación que no fue cursada a algunos mandatarios de la oposición, como el bonaerense Axel Kicillof.
“Si damos un paso más, también podemos pensar en la amistad social como una fiesta a la que estamos invitados todos los que conformamos una determinada comunidad; por esa razón, nos resulta imperioso, más que nunca, referirnos a la participación sin exclusiones”, señaló el presidente del Episcopado.
Y añadió: “Quienes tienen un mandato de su pueblo para el ejercicio de un cargo, no deben ignorar la voz y los aportes de todos los miembros y sectores de esa comunidad, algunos de los cuales tienen representación política parlamentaria y su propio espacio de manifestación institucional”
Ratificó, de este modo, que “la construcción permanente de consensos debería ser el norte de quienes quieran gobernar con amor, inteligencia y pasión por el bien de su pueblo”.
En una reciente entrevista con la corresponsal de LA NACION en Italia, el titular del Episcopado llamó a reflexionar sobre el respaldo financiero de los Estados Unidos al país, al preguntarse “¿qué se está dando a cambio?”.
Ludopatía y complicidadEn momentos en que el líder libertario se apresta a iniciar la segunda etapa de su gobierno con una reformulación de su gabinete, monseñor Colombo denunció el avance de la ludopatía, “extendida masivamente por intereses espurios, permitida y alentada con la complicidad de tantos sectores políticos y sociales”. Una preocupación compartida con la Comisión Episcopal de Pastoral Social, que reclamó a la vicepresidenta Victoria Villarruel el inmediato tratamiento de un proyecto en el Senado para regular y poner límites a las apuestas en líneas, antes de que la iniciativa pierda a fines de este mes estado parlamentario.
“Si la vida puede ser entendida como una fiesta a la que todos estamos llamados, nadie puede ser excluido Tenemos la misión de luchar con todas nuestras energías, junto a la sublime causa de la paz, por el derecho a la vida y su dignidad, en todas las etapas de la existencia humana”, dijo monseñor Colombo en su mensaje.
“Así lo hemos venido haciendo desde distintos espacios del episcopado en relación con las personas con discapacidad, los jubilados, los hermanos y hermanas víctimas de las adicciones y la trata, los niños y jóvenes afectados por la ludopatía virtual extendida masivamente por intereses espurios, permitida y alentada con la complicidad de tantos sectores políticos y sociales”, alertó el arzobispo en su homilía.
Sin exclusionesMonseñor Colombo insistió en que a la Iglesia no le resulta posible “participar de la fiesta de la vida sin interesarnos en invitar a todos para que nadie quede afuera a causa de la mezquindad, la avaricia o el desinterés por los más pobres y vulnerables”, en relación con los sectores sociales afectados por la crisis.
Y citó al papa León XIV, con quien el presidente del Episcopado se reunió la semana pasada en el Vaticano, al señalar que “es responsabilidad de todos los miembros del pueblo de Dios hacer oír, de diferentes maneras, una voz que despierte, que denuncie y que se exponga, aun a costa de parecer “estúpidos”.
Sostuvo, en ese sentido, que “las estructuras de injusticia deben ser reconocidas y destruidas con la fuerza del bien, a través de un cambio de mentalidad, pero también con la ayuda de las ciencias y la técnica, mediante el desarrollo de políticas eficaces en la transformación de la sociedad”, como lo expresó el pontífice en su reciente exhortación apostólica Dilexi te, sobre el amor humano.
El presidente del Episcopado adelantó que los obispos reflexionarán a lo largo de esta semana sobre “la actitud profética que el Señor le pide a su Iglesia”.
Explicó, así, que “la sinodalidad vivida en la escucha recíproca, con especial atención al grito de los pobres y el clamor de la Tierra, nos permita hacer realidad entre nosotros lo que la Semana social de este año invitaba a todos los argentinos: Que la sabiduría del diálogo, la misericordia que acoge y la alegría de la esperanza nos impulsen a involucrarnos y organizarnos como sociedad para tejer vínculos que hagan posible una Patria con verdadera amistad social y orientada al bien común.”