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La historia de Facundo Bogarín: “Tuve que aceptar mi ceguera y salir a la calle, salir a la vida”

Actor, músico y director de teatro,...

La historia de Facundo Bogarín: “Tuve que aceptar mi ceguera y salir a la calle, salir a la vida”

Actor, músico y director de teatro,...

Actor, músico y director de teatro, Facundo Bogarín nació en una familia donde la ceguera es una condición genética común. Su mamá, su papá y su hermano son ciegos y hasta el perro de la familia no podía ver. Cuando Facundo nació tenía visión, hasta que le diagnosticaron desprendimientos de retina y terminó perdiendo la vista a los 14 años.

Bogarín es director artístico de Teatro Ciego. Muchos lo conocieron como uno de los protagonistas de la serie División Palermo, donde interpreta a un oficial de la unidad de inclusión de la guardia urbana, y se luce por la naturalidad con la que aborda su personaje, desafiando estereotipos sobre la discapacidad.

“En realidad, no sé cómo encaro la actuación sin ver. Toda mi vida la encaro de la misma forma, con el mismo ímpetu, y no podría hacer una comparación, porque es más el tiempo de mi vida que no vi que el que vi”, reflexiona sobre su oficio de actor.

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Además de su trabajo en la actuación, Bogarín es un activo comunicador en redes sociales a través de su proyecto Ciegología. Con videos llenos de humor, comparte su vida cotidiana y derriba mitos sobre la ceguera con una postura de militancia antilástima.

“Es un proyecto que surgió a partir de preguntas que me hacen todo el tiempo, del tipo ¿Che, qué ve un ciego? ¿Ve todo negro? ¿Los ciegos sueñan? o ¿cómo usás el celular?, preguntas que contesté 10 mil veces en mi vida. Y a mi novia, Érica, le pasa algo similar, le preguntan ¿cómo es vivir con un ciego? Así que entre los dos, con todas esas preguntas que nos llegaban, un día decidimos hacer una cuenta de Instagram y empezamos a responder todas estas cosas, porque entendimos que es una curiosidad bastante generalizada. Intentamos que sea algo dinámico y si le podemos poner un poquito de humor, mucho mejor”, sigue Bogarín, que por estos días se dedica de lleno a la dirección en Teatro Ciego.

La compañía de teatro es experta en contar historias en absoluta oscuridad, una oscuridad que juega un rol fundamental en sus puestas, ya que potencia al límite la percepción de los demás sentidos. En sus elencos trabajan personas ciegas o con disminución visual, habituados a orientarse y desplazarse en la penumbra.

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Arte y resiliencia

De chico, a Facundo le gustaba mucho nadar, dibujar y andar en skate, hasta que se quedó ciego. “Si bien sabía que había muchas chances de quedarme ciego por mi herencia familiar, fue un garronazo. A partir de ahí empezó todo un proceso de adaptación, pasé uno o dos años de bajón hasta que pude encontrar otros medios para expresarme, dejé de dibujar y encontré la música, el arte en general como salida”, explica.

Recuerda que le costó, que le fue muy difícil: “Me enojé con el mundo, porque todo aquello que me gustaba hacer se me dificultaba. Tenía que aprender a manejar mi vida de una forma distinta, a poder moverme en la calle. Pasaba mucho tiempo encerrado en mi casa, y claramente, no podía dibujar ni andar en skate. Hubo un lapso en el que no sabía cómo encausar ese tiempo libre que tenía, no sabía cómo ocuparlo. Entonces empecé a escuchar música, me refugié en el rock, empecé a tocar una guitarra que había en el placar y con el tiempo empecé a soñar. Soñaba tener una banda de rock con mis amigos y vivir de gira por todos lados. Así que tuve que aceptar mi ceguera y salir a la calle, salir a la vida”, evoca.

Y añade: “Siempre destaco la compañía de mi familia y mis amigos, que para mí fueron fundamentales. En mi caso, el proceso fue bastante rápido. Volví a tener proyectos que me entusiasmaran y volví a ser feliz. A los 16 años ya había empezado a tener mis bandas, y ese fue un motor, al menos un lugar hacia donde quería ir. Todos los días me despertaba y decía, bueno, hoy vamos a hacer esto”, recuerda.

Salir a la calle llenó a Facundo de grandes amigos y empezó a juntarse con un grupo de “pseudo punks” del barrio. Comenzó tocando el bajo, y su camino en la actuación se abrió casi por casualidad, cuando se presentó a un casting para la compañía de Teatro Ciego. Si bien no era actor, y nunca había pensado en actuar, era ciego. Y como estaban haciendo un casting de actores que no vieran igualmente decidió presentarse, quedó seleccionado e inmediatamente comenzó a trabajar,

Sus años de formación junto a Raúl Serrano y su dedicación al trabajo lo llevaron a convertirse en actor, director y una de las figuras claves de esta compañía.

“Más allá de las dificultades que se presentan, creo que el camino es buscar lo que te haga feliz. Y si encima eso después lo podés monetizar y puede ser un trabajo, mucho mejor. Además de cómo está hoy la situación del país, bastante estresante para mí, la verdad es que todo el trabajo que estoy llevando adelante en el Teatro Ciego no podría hacerlo si no me hiciera feliz. Creo que el camino es divertirse y ser feliz”, se despide Facundo.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/salud/la-historia-de-facundo-bogarin-tuve-que-aceptar-mi-ceguera-y-salir-a-la-calle-salir-a-la-vida-nid12092025/

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