“La generala”: cómo es la biografía no autorizada de Victoria Villarruel
El elenco libertario sigue despertando interés entre editores y lectores. Después de las biografías no autorizadas del Presidente, ...
El elenco libertario sigue despertando interés entre editores y lectores. Después de las biografías no autorizadas del Presidente, de su hermana, Karina Milei, y del asesor presidencial Santiago Caputo, le toca el turno a la vicepresidenta. En La generala. Biografía no autorizada de Victoria Villarruel, la vicepresidenta que desafía a los Milei (Planeta, $ 28.900), la periodista Emilia Delfino (Buenos Aires, 1983) reconstruye la vida de la compañera de fórmula de Javier Milei, a quien todavía la unen la oposición a la legalización y despenalización del aborto, la “batalla cultural” contra el ideario progresista, la fe religiosa, su paso por el programa televisivo Intratables y el amor a los perros. Villarruel es devota de la Virgen del Valle (Generala del Ejército Argentino), añora las misas en latín y tiene dos perros: Gaucho y Capitán.
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La vicepresidenta, asegura Delfino, “está convencida de que puede gobernar la Argentina”, a la espera del voto popular o de un traspié que podría eyectar a Milei -“que acumula varias humillaciones públicas” hacia la vicepresidenta- del sillón de Rivadavia. Mientras tanto, teje alianzas con sectores liberales, libertarios y peronistas “ortodoxos”, y refuerza aún más los lazos con el nacionalismo conservador y católico.
El padre de la vicepresidenta, el teniente coronel Eduardo Villarruel , que llevó a la Virgen del Valle a los campos de batalla en la guerra de Malvinas, es una figura clave de la biografía. “Su padre le inculcó una visión épica, el deseo de ser la protagonista de su propia vida”, sostiene Delfino, que consultó archivos, expedientes judiciales y documentos, y entrevistó a fuentes cercanas a la vicepresidenta, si bien muchas prefirieron mantener el anonimato. “Villarruel despierta miedo entre sus adversarios”, observa la autora.
Aunque la vicepresidenta desmintió que fuera negacionista del terrorismo de Estado, décadas atrás visitó, con miembros de la agrupación Jóvenes por la Verdad, al general Jorge Videla en su departamento, en Belgrano, mientras estuvo con prisión domiciliaria. “Llevaba a jóvenes a escuchar y preguntar al presidente de facto de la etapa más sangrienta de la dictadura cívico-militar”. Dos confidentes sobre esta cuestión fueron el mayor retirado Pedro Mercado y su esposa, Cecilia Pando, amigos de la vicepresidenta.
Otro personaje recurrente de La Generala es Karina Milei, “el Jefe” de los libertarios, que progresivamente excluyó a Villarruel del círculo del poder. “Como faltó a algunos de los encuentros de los ministros con el Presidente, Karina Milei y Santiago Caputo la excluyeron de la lista de convocados -se lee en la biografía no autorizada-. Tampoco tiene un despacho en la sede de Gobierno. La secretaria general de Presidencia le ofreció un cuarto interno y sin baño, entre la sala de periodistas y la oficina del sindicato de los estatales, UPCN. Villarruel lo rechazó y se recluyó en su cómodo despacho del Senado”.
Villarruel tuvo su propio “monje negro”, cuenta Delfino. Es el actual diputado libertario Guillermo Maximiliano Montenegro, que fue amigo del exmarido de Villarruel (se divorciaron y el matrimonio fue anulado por la Iglesia, aunque quedaron como amigos) y que, al igual que su exjefa, ama a los perros y el perfil bajo. “Cerca de Montenegro no solo niegan el noviazgo, aseguran que Villarruel mantenía una relación desde hacía más de cuatro años con un general del Ejército”, desliza la autora.
“El libro abarca la vida de Villarruel, quien cumplió cincuenta años el 13 de abril, desde su niñez hasta mayo de 2025 -dice Delfino a LA NACION-. Incluye un capítulo sobre la vida de su padre, y subcapítulos sobre su abuelo materno, marino e historiador, y su tío paterno, Ernesto, también militar. Durante la investigación se realizaron unas sesenta entrevistas con personas que la conocieron de pequeña, de adolescente, de joven y de adulta, allegados a la familia, colegas de la militancia, amigos y enemigos, personas con las que trabajó durante los últimos veinte años, del mundo libertario y colaboradores cercanos actuales y pasados”.
Villarruel, que es abogada y activista en defensa de los derechos de las víctimas del terrorismo, publicó un libro sobre la “guerra revolucionaria” en la Argentina en el Instituto de Publicaciones Navales y el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas, que fundó y presidió.
La expectativa de Delfino, coautora de El hombre del camión (biografía no autorizada de Hugo Moyano) con Mariano Martin, es que el libro permita a los lectores conocer mejor a la vicepresidenta. “Quién está detrás de la armadura que viste Villarruel, una figura enigmática, fruto de un plan de la derecha ligada a las fuerzas armadas, y que, en ese camino, el lector pueda ver lo que oculta y lo que desearía que no se sepa: desde su exmarido que reivindica la tortura y desaparición de personas hasta los hombres del poder económico que la financiaron y guiaron durante su carrera”, detalla.
“Es un libro que desarma mitos, como los de su padre y su abuelo, sobre su relación con Milei y lo que la enemistó con el Presidente, sobre su relación con la Iglesia y el lefebvrismo, sobre las visitas a Videla y sobre su verdadera relación con los militares y la Inteligencia militar; desde cómo festejó su 50° cumpleaños al son del karaoke hasta su desordenada rutina diaria”, concluye la autora.