La Casa Rosada le lleva a los gobernadores la reforma laboral e impositiva para buscar gobernabilidad
Aunque resulte extemporáneo y poco terrenal en este momento de extrema fragilidad para el Gobierno, luego de la derrota en la provincia de Buenos Aires Javier Milei decidió activar una agenda que...
Aunque resulte extemporáneo y poco terrenal en este momento de extrema fragilidad para el Gobierno, luego de la derrota en la provincia de Buenos Aires Javier Milei decidió activar una agenda que apunte a reconstruir la gobernabilidad y a poner la mira en la etapa post electoral.
En la Casa Rosada comenzaron a enfatizar que lo más importante del álbum de fotos de la última semana -y de las sucesivas “mesas políticas” que se inauguraron- es que el ministro de Economía, Luis Caputo, se sentará a hablar con los gobernadores. Y que allí, más allá de temas de coyuntura, presentará las reformas laboral e impositiva, con la mira puesta en el día después del 26 de octubre, de cara a la segunda mitad del mandato.
“Finalmente aparece esto, hacerlo ahora es infinitamente más difícil que hace seis meses; y sin embargo hay que hacerlo igual porque sino no hay 2027”, se sinceró un colaborador oficial al tanto de las conversaciones que se dieron puertas adentro esta semana.
Caputo verbalizó esta nueva narrativa en su participación del jueves en el canal de streaming Carajo. “Nada va a cambiar en lo económico, pero en lo político se tomó nota. El Presidente se puso al hombro el tema, se puso al frente de las nuevas mesas políticas. En mi caso me pidió participar en la mesa federal, con los gobernadores. A mí tampoco me gusta la política como al Presidente, pero entiendo que es importante porque nosotros hemos venido a implementar las reformas que el país necesita. No solo lo fiscal, monetario y cambiario sino también lo tributario, laboral y posteriormente lo previsional. Es para lo que venimos… como dice el Presidente, nuestro job description… entonces necesitamos más gobernabilidad”, dijo el titular del Palacio de Hacienda.
El planteo -que internamente y desde hace meses venían haciendo el jefe de Gabinete, Guillermo Francos y el estratega Santiago Caputo- parece tardío.
El Gobierno sale a pedir el auxilio de los gobernadores para reconstituir la gobernabilidad luego de haberlos destratado y sobrado. Milei llegó a decir que los mandatarios buscaban “destruir” al país. Y la cúpula de La Libertad Avanza (LLA) subestimó la importancia de tejer acuerdos provinciales durante el cierre de listas. Los armadores “karinistas” confiaron en “pintar el país de violeta” sin mayores esfuerzos. Tampoco se dio respuesta a las provincias en términos de recursos y fondos, ni se hicieron concesiones en materia legislativa.
Cómo sigueMilei ahora pretende mantenerse firme con su programa de déficit cero. Ya rechazó los últimos proyectos sancionados por el Congreso, que para él tienen un alto costo fiscal (a contramano de los que dice la oposición). En las últimas horas, vetó las leyes de financiamiento universitario, de emergencia pediátrica (Garrahan) y la ley que coparticipa los Aportes del Tesoro Nacional (ATN). Tampoco aceptará soltar generosamente la billetera para volcar fondos para las provincias, ni tomar medidas de corto plazo para incentivar el consumo. “No va a haber nada de eso”, ratificó a LA NACION un funcionario de la Casa Rosada.
En el Gobierno creen que la peor señal que pueden dar a los mercados es la de recalcular el rumbo o aplicar un “plan platita” con fines electoralistas. Quienes trataron con Milei en los últimos días, además, lo vieron más dispuesto a perder una elección que a soltar su “modelo”.
En esa línea, Caputo comenzó a cambiar las expectativas. “Se está sobredimensionando la elección de octubre; por supuesto que nos encantaría ganar pero lo que nosotros necesitamos es gobernabilidad. Mayoría en el Congreso no vamos a tener aunque ganemos por 14 puntos. Si nosotros queremos implementar estas reformas, que aprovecho para decir que son espectaculares, necesitamos esa gobernabilidad. Con lo cual, en el fondo, esto va mucho más allá de las elecciones”, dijo el ministro de Economía en Carajo.
Fuentes oficiales señalaron que las reformas tributaria y laboral están “prácticamente terminadas” y escritas.
Poca concurrencia a la “mesa federal”Por ahora el Gobierno sólo logró sentar a la “mesa federal”, encabezada por Caputo, por Francos y por el flamante ministro del Interior, Lisandro Catalán, a los tres gobernadores con los que selló una alianza electoral para octubre: Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Leandro Zdero (Chaco) y Alfredo Cornejo (Mendoza).
“Algo se habló de las reformas de largo plazo, pero yendo a lo concreto y urgente, los gobernadores le plantearon a los funcionarios que si vetaban ATN tenían que hacer alguna contrapropuesta en materia de fondos. Ya sea con ATN o con el impuesto a los combustibles. Tienen que estar estos temas en el Presupuesto 2026 que Milei va a presentar el lunes”, dijo a LA NACION un colaborador muy al tanto de esa reunión.
Antes de pensar en las reformas de largo plazo, el Gobierno debe evitar nuevos reveses en el Congreso. Y llevar cierta certidumbre a los eventuales aliados (que ahora se escurren más fácilmente) para poder sostener la nueva tanda de vetos que hizo Milei esta semana.
Resulta difícil que el grueso de los gobernadores se preste a auxiliar al Gobierno en medio de la campaña nacional. La mayoría de ellos va a competir con LLA en sus provincias, en un esquema de doble o triple oferta (el peronismo, los libertarios y el sello del oficialismo provincial). “La mayoría no se puede pegar al Gobierno ahora. Parece casi imposible que la Casa Rosada consiga una foto con buena parte de los gobernadores antes de los comicios”, dijeron a LA NACION cerca de uno de los mandatarios dialoguistas.
Lo que sí podría haber es un pack de pactos económicos individuales, con algunos de ellos, como se vio esta semana con el acuerdo que “Toto” Caputo suscribió con el gobernador de Chubut, Ignacio Torres. En ese caso, a través del Régimen de Extinción de Obligaciones Recíprocas, ambas partes firmaron un convenio que permite compensar deudas por más de $100.000 millones entre la provincia patagónica y el Estado Nacional.
A su vez, la provincia asumirá la ejecución de cuatro rutas nacionales, cruciales para el territorio, pero que el Gobierno (que hace cero obra pública) venía desatendiendo.
Lo que se espera ahora es que la Casa Rosada hilvane algunos anuncios de gestión con los tres gobernadores con los que LLA hizo una alianza electoral. “Los gobernadores y Milei tienen que mostrar en las provincias por qué van juntos”, explicaron cerca de uno de los mandatarios. Una mínima campaña tradicional en la que se exhiba algo de gestión en la previa a las urnas.