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José Ortega y Gasset, pensador y maestro

Se cumplieron el 18 de octubre 70 años del fallecimiento de José Ortega y Gasset (1872-1955). Evocar su trayectoria de gran pensador, de una riqueza y amplitud que se agiganta a medida que pasan ...

José Ortega y Gasset, pensador y maestro

Se cumplieron el 18 de octubre 70 años del fallecimiento de José Ortega y Gasset (1872-1955). Evocar su trayectoria de gran pensador, de una riqueza y amplitud que se agiganta a medida que pasan ...

Se cumplieron el 18 de octubre 70 años del fallecimiento de José Ortega y Gasset (1872-1955). Evocar su trayectoria de gran pensador, de una riqueza y amplitud que se agiganta a medida que pasan los años, excede las posibilidades de esta nota: su egregia obra merecería varios tomos y aun así siempre quedarían matices por descubrir. Consciente de esta limitación, en esta nota de homenaje a su memoria cabe destacar otra faceta de su vida de extraordinaria importancia: Ortega fue un maestro ejemplar para más de una generación.

Ortega es sinónimo de maestro. Y como tal, se propuso la titánica labor de poner a España a la altura de los tiempos del pensamiento europeo. Tres son las facetas principales de su magisterio, complementarias del legado de sus libros: su obra periodística y editorial, su catedra de metafísica, sus discípulos. A propósito de su obra periodística, Ortega repetía que nació sobre una rotativa debido a sus vinculaciones familiares con el diario El Imparcial de Madrid, prestigioso e influyente.

En este rubro, su obra es brillante y prolífica. Publicó su primer artículo, dedicado a Ramón del Valle-Inclán, en el Faro de Vigo en 1902. Tenía apenas 19 años. En El Imparcial escribió desde 1911 hasta 1917. Contribuyó a fundar las revistas Faro (1908-1909), Europa (1910) y España (1915-1924). Y no se puede olvidar El Espectador, la magistral revista unipersonal que comenzó a publicar en 1916, con la intención de que fuera bimestral. No lo pudo cumplir y su octavo volumen apareció en 1934.

Ortega publicó numerosos artículos y capítulos de libros como España invertebrada y La rebelión de las masas en el periódico El Sol (1917-1939). Asimismo, escribió en Crisol (sucedido por Luz) de 1931 a 1934. En La Nación fue colaborador desde 1923 hasta 1940. En La Prensa publicó un artículo en 1911, su contacto inicial con el público argentino. En esta brevísima enumeración, su mayor logro editorial fue fundar la Revista de Occidente (1923), desde cuyas páginas Ortega haría conocer al público de habla hispana a los más prestigiosos intelectuales de la hora. Apunta Ignacio Blanco Alfonso en su imprescindible libro Nací sobre una rotativa. Las empresas culturales de José Ortega y Gasset: “No es exagerado decir que la obra de Ortega no se entiende sin el periodismo”.

Su segundo extraordinario campo de influjo fue la cátedra de Metafísica de la Universidad Central de Madrid, que ocupó desde 1911 hasta 1936. Allí dictó cursos magistrales, que serían más tarde recogidos en libros fundamentales y allí tomó forma su renovadora filosofía de la razón vital, en diálogo directo con Heidegger. En la misma línea de expositor magistral, en 1948 fundó junto con Julián Marías el Instituto de Humanidades y dictó dos cursos de enorme valor “Una interpretación de la historia universal” y “El hombre y la gente”.

En tercer lugar, Ortega fue el maestro de brillantes intelectuales. En España, su discípulo ejemplar fue Julián Marías, quien se refirió a la Escuela de Madrid como punto de encuentro de pensadores sobre los que ejerció influencia Ortega. Para nombrar solo a algunos de los más conocidos, figuran Xavier Zubiri, María Zambrano, José Gaos, José Luis López Aranguren, Pedro Laín Entralgo, Paulino Garagorri, Antonio Rodríguez Huéscar, Joaquín Xirau, Manuel Mindán Manero, David García Bacca. Y fuera de España, Francisco Romero (Argentina), Manuel Granell (Venezuela), Luis Recaséns Siches (Guatemala).

Ortega se definía “como un profesor de Filosofía in partibus infidelium”. Aceptó forjar su obra intelectual en una circunstancia de España poco propicia para la filosofía y el pensamiento en general. Por eso, pudo escribir en su Prólogo para alemanes: “Yo tengo que ser, a la vez, profesor de la universidad, periodista, literato, político, contertulio de café, torero, hombre de mundo, algo así como párroco y no sé cuántas cosas más”. Fue todo eso, pero antes que todo, fue el gran maestro del pensamiento en español del siglo XX.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/opinion/jose-ortega-y-gasset-pensador-y-maestro-nid27102025/

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