Investigan si la remisera y el joven que la asesinó y se suicidó en La Matanza tenían un vínculo previo ligado a la venta ilegal de armas y municiones
La investigación del conmocionante ...
La investigación del conmocionante homicidio de Rosa Candela Santa María en La Matanza podría tener un dramático giro en las próximas horas. Es que la policía bonaerense sospecha, a partir de testimonios y de pruebas instrumentales, que la víctima y su asesino, Rodrigo López, se conocían. Y que ese eventual vínculo entre la remisera de 24 años y el joven de 20 que se suicidó de un tiro cuando la policía se disponía a arrestarlo habría estado relacionado con supuestas actividades ilegales; más precisamente, la venta de municiones y armas por fuera de la ley.
Según pudo saber LA NACION de calificadas fuentes de la investigación, la policía obtuvo un testimonio de un joven que admitió haber comprado la semana pasada dos cajas de balas calibre 9 milímetros a 140.000 pesos y afirmó que había hecho el pago a través de una billetera electrónica, a la cuenta de la madre de Santa María. Dijo, concretamente, que Candela se dedicaba a la venta de municiones y que la había conocido a través de “Piñón”, que decía ser familiar suyo. Ese era el apodo de López, el asesino de la chica.
Los investigadores también obtuvieron testimonios que aseguraban que en el barrio Primavera II, de González Catán, era vox pópuli que en la casa donde vivía “Piñón” López se vendía droga. El crimen se produjo a metros de la puerta.
Un hermano de la víctima había dicho, en declaraciones a la prensa, que su hermana trabajaba a destajo como remisera para poder pagar el Fiat Cronos que había comprado hace cuatro meses para realizar esa labor y que estaba yendo a guardar el auto cuando perdieron el contacto con ella. La encontraron muerta de un tiro en la sien dentro del coche y faltaba su celular. Eso llevó a que la primera hipótesis verosímil fuera la de un eventual homicidio en ocasión de robo.
Ni Uber ni DiDi (las plataformas para las cuales la joven operaba) tenía registrado un viaje solicitado desde esa coordenada que Candela Santa María hubiese aceptado. Por otra parte, se comprobó que el celular de la víctima estaba en su casa, a 15 cuadras de la escena del crimen.
Los detectives bonaerenses encontraron dentro de Fiat Cronos una caja vacía de una pistola Taurus PT809E, número de serie TIR-311531 y sin impedimentos legales, o sea que estaba registrada ante el Renar y no había sido reportada como robada o extraviada.
Se determinó que “Piñón” ofrecía esa arma a la venta a través de Instagram. Esto y el testimonio de aquel testigo que admitió haber comprado balas “por izquierda” robustecen, para la policía, la hipótesis de que la víctima del homicidio y el asesino eran “socios” en al venta clandestina de municiones y armas de fuego.
Tras el crimen y gracias al aporte de testigos presenciales, los efectivos del Grupo Táctico Operativo de la Policía de la Provincia de Buenos Aires con asiento en La Matanza fueron a buscar a “Piñón” por orden del agente fiscal Diego Rulli. Realizaron un allanamiento de urgencia en su vivienda de Coronel Ramos y La Bastilla, pero se había escabullido.
Fueron tras su rastro hasta la casa de unos familiares de “Piñón”, en la localidad matancera de Virrey del Pino. Sí, allí estaba: al saberse rodeado, López intentó escapar por los fondos; pero cuando los uniformados ya le pisaban los talones, se pegó un tiro en la sien derecha murió en el acto.
Según se informó, había usado la pistola Taurus 9 milímetros que intentaba vender por Internet y cuya caja apareció dentro del Cronos, casi al lado del cadáver de Candela Santa María.
El fiscal Rulli, de la Unidad Funcional de Instrucción Temática de Homicidios, encomendó los peritajes de la escena del crimen a personal de la Policía Federal Argentina.
El testimonio de la familia de Santa MaríaLa familia fue notificada del fallecimiento a las 7, comentó Alan, hermano de Santa María. “Hoy a las 7 me avisaron que estaba muerta y esto fue a la 1 de la madrugada. El comisario de González Catán no fue capaz de mandar un móvil. Cuando nosotros fuimos a la comisaría estaba tomando mate y nos atendió como si estuviera en su casa. Nosotros mismos después fuimos a dar vuelta en el barrio y encontramos la casa del asesino“, señaló en diálogo con LN+.
Y agregó: “Fuimos hasta ahí y vimos la mancha de sangre de mi hermana. Esa sangre entraba en la puerta de una casa, que estaba cerrada con candado”. Alan contó que los vecinos de la cuadra rompieron la vivienda y la quemaron.
“No la veía en todo el día, pobrecita. Ella se levantaba a las 7 de la mañana y hasta las 9 de la noche no llegaba a su casa. No nos vamos a mover hasta que agarren al culpable”, lamentó Alan.
El reclamo de los vecinosLuego de conocerse la noticia, vecinos de la zona cortaron la Ruta 3 a la altura del kilómetro 28, en Laferrere, por su asesinato. Decenas de personas se acercaron a las inmediaciones con un bombo. Mientras aplaudían, pedían por la intervención de la Justicia. Los manifestantes estuvieron allí desde las 8 de la mañana hasta la tarde. El Metrobús fue interrumpido.
Alan y otros vecinos denunciaron que efectivos de la Policía bonaerense, que dispararon balas de goma, junto a Gendarmería y entre siete u ocho patrulleros.
Una joven de 24 años fue asesinada de un tiro en la cabeza mientras trabajaba como chofer de aplicación en La Matanza“Cande era una compañera y era mi hermana. Trabajaba en el Uber, yo también trabajaba. Me la sacaron de un tiro. Mira lo que es. Decime vos cómo le robasrobásta criatura“, reclamó su hermano Alan. La víctima iba a cumplir 25 años el próximo 9 de septiembre.
La hermana mayor de Candela se quebró en vivo al hablar de la víctima: “Nos arruinaron. Estamos muertos en vida. Mi papá murió hace menos de dos años y ahora se la llevó a mi hermana”.
En ese momento, Alan aseguró que no iban a retirarse a allí hasta que el delincuente “esté esposado”. “No podemos salir a comprar o con los chicos en la bici. No hay policías. Está todo abandonado. Yo me cuido con un palo que tengo en el auto”.