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“Hipotecando mi salud”: las inundaciones provocan conflictos entre vecinos y con los gobiernos municipales

En el partido de Carlos Casares se libra una batalla silenciosa y desigual, casi denominada como la “guerra del agua”, donde advierten que el enemigo no es la naturaleza, sino la acción delibe...

“Hipotecando mi salud”: las inundaciones provocan conflictos entre vecinos y con los gobiernos municipales

En el partido de Carlos Casares se libra una batalla silenciosa y desigual, casi denominada como la “guerra del agua”, donde advierten que el enemigo no es la naturaleza, sino la acción delibe...

En el partido de Carlos Casares se libra una batalla silenciosa y desigual, casi denominada como la “guerra del agua”, donde advierten que el enemigo no es la naturaleza, sino la acción deliberada del hombre. Allí, Julián Carlos, un productor agropecuario de 450 hectáreas, de las cuales solo 50 están fuera del agua, denuncia que la Municipalidad está sacrificando sus campos para evitar que el casco urbano se inunde. Su familia está arraigada a esa tierra desde hace varias generaciones, y asegura que el Municipio, en lugar de canalizar, tapa los pasos de agua. LA NACION habló con el intendente Daniel Stadnik, quien negó las acusaciones y lo invitó a realizar una denuncia formal.

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Para el productor, la raíz del problema es una combinación de geografía y negligencia histórica. La zona es una planicie con lomas y hondonadas naturales por donde el agua debería escurrir. Sin embargo, la Ruta Nacional 5 actúa como una gigantesca represa, conteniendo el flujo de agua que baja desde el sur. Desde marzo no puede entrar y salir de su campo y acusa al municipio y a un presunto acuerdo con un reconocido empresario rural por mantener cerradas las alcantarillas que permitirían el drenaje del agua.

“Nunca hicieron nada para que el agua fuera y fluyera. Soy el tapón de Casares”, resumió el productor, quien dice que esta situación se asemeja a una que vivieron en el 2000. Esta falla de infraestructura original se ha agravado con el tiempo por “sucesivas obras municipales mal hechas o directamente inexistentes”. Esto que ha creado un “tapón” que deja a 19 estancias, entre ellos la de Julián Carlos, atrapados en un mar interior cada vez que llueve con intensidad, según remarcó.

Explicó que desde hace tiempo vienen hablando con el intendente Stadnik, para encontrar una solución, que no ha llegado. “El 65% del problema que tenemos acá es inacción humana o mala acción; solo el 35% se debe a los 1500 milímetros que llovieron en este tiempo. Cada vez que llueve, esto se transforma en un mar. La ruta actúa como una represa porque nunca hicieron los desagües para que el agua corra“, dimensionó.

La solución técnica, según el productor afectado, sería darle un curso natural al agua bordeando la Ruta 5 hasta un canal existente en la estancia “El Broquel”. Esta estancia supuestamente controlaría arbitrariamente el flujo del agua por tener el canal aprobado y decidir supuestamente cuándo abrir o cerrar alcantarillas. La estancia pertenecería, según el productor, a la familia del expresidente de la Sociedad Rural Argentina, Hugo Luis Biolcati.

Según afirmó, “existe un convenio entre el Municipio y Biolcati que solo autoriza el paso del agua hasta el kilómetro 313,5 de la ruta”, actuando como un cuello de botella. “Y vos, ¿qué convenio hiciste conmigo para dejarme el agua a mí y a los productores que estamos de este lado?”, relató que fue la recriminación que le hizo al Intendente.

LA NACION se comunicó con el intendente de Casares, quien respondió que “no existe ningún convenio con Biolcati” o ningún otro privado. Además, dijo que el municipio está realizando las tareas pertinentes en la zona. “No me consta a mí que El Broquel o La Dorita hayan hecho algo. No digo que no lo hayan hecho, pero no me consta. El productor debería hacer la denuncia si detecta que hay algún problema con estas dos estancias, tanto El Broquel como La Dorita, que son las dos de Biocalti", dijo el intendente.

LA NACION también se comunicó con Biocalti, quien negó ser el dueño de El Broquel. “La mía se llama La Dorita, El Broquel es un vecino", remarcó y agregó: “Nosotros recibimos agua, nunca taparíamos, queremos que siga su curso”.

De acuerdo con una empresa argentina que proporciona información comercial y financiera a través de informes, el presidente de la Estancia El Broquel era Héctor Esteban Biolcati , mientras que su vicepresidente es Diego Héctor Biolcati, y María de los Ángeles Biolcati, como directora. Hugo Luis Biolcati, en efecto, figura como el presidente de La Dorita.

Según el intendente Stadnik, desconoce lo que sucede con el paso del agua en el kilómetro 313,5 de la ruta: “No tengo ni idea. Se limpió un canal que está hecho sobre la Ruta 5, hasta el kilómetro 313-500 porque es lo que estaba acordado, porque es el agua que pone en riesgo la planta urbana de Carlos Casares, con una máquina que contrató la provincia. Esa es una obra provincial y no sé absolutamente cómo está. Se hizo una expropiación en un momento dado dentro del campo La Dorita, justamente para cruzar este canal, pero esto es una obra provincial".

En tanto que Biolcati desmintió ser un obstáculo para el flujo del agua y aludió ser un afectado más por la crítica situación hídrica. “Yo cuando voy a la zona me tengo que quedar en hoteles porque no puedo acceder al campo”, afirmó. Negó también la existencia de un pacto con el municipio para frenar el escurrimiento del agua que está inundado las zonas productivas: “No hay acuerdo o convenio en el medio. La Municipalidad está haciendo todos los trabajos que puede”, sostuvo.

Biolcati, además, atribuyó la inundación a un problema de mayor escala en la provincia y que excede a una cuestión puntual en su propiedad. “No es solo agua de lluvia. Es agua del oeste, son las obras sustanciales que hay que hacer como la zona del Salado”, argumentó, y agregó que estas obras “se fueron abandonando en distintos períodos y cada 10 años hay estas grandes inundaciones”. De esta manera, remarcó que se trata de una “crisis histórica” que se acrecienta por la falta de infraestructura provincial.

Por último, Julián Carlos aseguró que ya perdió casi toda su producción -le quedan dos bolsones de comida- y dijo que “lucha por salvar sus 300 vacas con alimento para apenas dos meses”. Su padre vivió una situación similar, junto con los productores de la región, quienes viven aún atrapados entre el agua y en medio de una disputa judicial que ya lleva 24 años con un fallo a favor en primera y segunda instancia. Todos, resaltó, resisten, mientras ven cómo su patrimonio y su historia se hunden, “esperando una solución que, después de más de 20 años”, sigue sin llegar. “Soy el tapón de Casares: estoy hipotecando mi salud“, resumió por último.

Coinciden en que la responsabilidad principal es de la Dirección de Hidráulica, que no ejecutó ni controló las obras necesarias en los últimos 25 años.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/campo/hipotecando-mi-salud-las-inundaciones-provocan-conflictos-entre-vecinos-y-con-los-gobiernos-nid17102025/

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