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Hamilton tocó fondo en Ferrari: un fin de semana para el olvido, señales de alarma y una escudería que pide calma

En el desierto luminoso que caracteriza a Las Vegas, Ferrari volvió a extraviarse. Y Lewis Hamilton, su refuerzo estelar para 2025, profundizó la sensación de derrumbe emocional que atraviesan t...

Hamilton tocó fondo en Ferrari: un fin de semana para el olvido, señales de alarma y una escudería que pide calma

En el desierto luminoso que caracteriza a Las Vegas, Ferrari volvió a extraviarse. Y Lewis Hamilton, su refuerzo estelar para 2025, profundizó la sensación de derrumbe emocional que atraviesan t...

En el desierto luminoso que caracteriza a Las Vegas, Ferrari volvió a extraviarse. Y Lewis Hamilton, su refuerzo estelar para 2025, profundizó la sensación de derrumbe emocional que atraviesan tanto él como la escudería desde que comenzó el año.

El británico terminó décimo —octavo tras la doble descalificación de McLaren— pero ni siquiera ese consuelo estadístico lo conmovió. “Nada”, respondió cuando le preguntaron qué podía rescatar del fin de semana. “El 10º puesto no significa nada. Fue mi peor temporada. Intento todo, dentro y fuera del auto, y cada vez va peor”. Duro, seco y frontal. Sin filtro.

La frustración no es nueva, pero sí creciente. Hamilton largó 20º por un error grueso en la Q1, donde la pista mojada y la falta de timing lo dejaron sin cerrar una vuelta rápida. Y aunque escaló posiciones en la salida gracias al caos de la curva 1, nunca tuvo ritmo para más que un papel secundario. Ferrari terminó la carrera con un diagnóstico inquietante: no solo está cerca de cerrar el año en el tercer lugar del campeonato de constructores, sino que además parece haber perdido claridad para anticipar sus propias debilidades.

Lo llamativo no fue el resultado, sino el semblante. Hamilton habló como si la temporada fuese un castigo. “No sé ni cuántos puntos tenemos, pero a este ritmo, con mi rendimiento, estamos acabados”, deslizó cuando le preguntaron por la pelea por el subcampeonato de constructores. Matemáticamente posible, sí; realista, no tanto: Ferrari está cuarto, a 53 puntos de Mercedes y 16 por detrás de Red Bull. Un abismo para dos carreras.

En Maranello tomaron nota del pesimismo del siete veces campeón del mundo. Por eso, Fred Vasseur, jefe de equipo, intentó bajar la tensión. “Tengo que entender la reacción de Lewis justo después de la carrera, pero todos debemos calmarnos”, remarcó. Para el francés, la llave del fin de semana estuvo en el jueves: allí Ferrari mostró un ritmo competitivo que jamás reapareció. “Empezar último nunca es la mejor manera de construir un buen resultado”, explicó.

Vasseur también relativizó la crudeza del piloto británico. “La zona de TV cinco minutos después de la carrera es durísima. Es normal que la adrenalina hable. Prefiero pilotos honestos, que digan que están frustrados, antes que los que repiten que todo está perfecto”.

La reflexión apunta a un punto central de la temporada del Cavallino Rampante: Hamilton llegó para aportar experiencia, empuje y mentalidad ganadora, pero el SF-25 nunca le dio herramientas para competir. Y él nunca encontró comodidad real en un auto que castiga el tren trasero, su talón de Aquiles desde 2022.

Charles Leclerc, en tanto, vivió una carrera distinta pero igual de amarga. Fue sexto tras un sábado complejo, condicionado por una clasificación mojada donde también padeció un auto imprevisible. En el ritmo puro, fue el mejor Ferrari del fin de semana. “Empujé al 200%. No me guardé nada”, aseguró. Su carrera tuvo momentos brillantes, como el sobrepaso a Oscar Piastri en la vuelta 12, pero la parada tres giros más tarde lo condenó a remar desde atrás. “Quedé atrapado con DRS contra un rival con DRS. Muy difícil”, lamentó.

Uno de los puntos más discutidos en Ferrari fue justamente la estrategia. Sin datos reales de tanda larga por la lluvia del viernes, el equipo eligió un plan conservador que, visto en retrospectiva, no funcionó. “Es fácil evaluarlo después de la bandera a cuadros”, aceptó Vasseur.Lo cierto es que, aun con los McLaren sancionados, Ferrari se quedó sin podio en un circuito donde lo había imaginado posible.

En el resumen del fin de semana, lo técnico se mezcla con lo anímico. Leclerc terminó resignado: “No voy a extrañar este auto”. En quince días, el SF-25 será historia, probablemente sin victorias y con la sensación de oportunidad perdida. Un modelo que nunca logró un punto dulce estable y que obligó a sus pilotos a correr al límite para arañar migajas.

Hamilton, mientras tanto, atraviesa un escenario inusual en su carrera: un año sin podios, sin ritmo sostenido y sin respuestas. La estadística es contundente, pero su estado de ánimo lo es aún más. Su llegada a Ferrari, presentada como un renacimiento épico, derivó en un año cargado de frustración y autocrítica.

La buena noticia para la Scuderia es también la más simple: la temporada está por terminar. En Qatar y Abu Dhabi todavía habrá objetivos por cumplir, pero el enfoque real ya está puesto en 2026. El desafío será enorme: recuperar a Hamilton emocional y deportivamente y diseñar un auto que vuelva a permitirles soñar.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/automovilismo/hamilton-toco-fondo-en-ferrari-un-fin-de-semana-para-el-olvido-senales-de-alarma-y-una-escuderia-que-nid24112025/

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