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Génesis de la Misión Permanente ante las Naciones Unidas

Durante la presidencia de Edelmiro Julián Farrell y por decreto 26.487 de 1945, se creó la Representación Permanente ante la Organización de las Naciones Unidas. La República Argentina había ...

Génesis de la Misión Permanente ante las Naciones Unidas

Durante la presidencia de Edelmiro Julián Farrell y por decreto 26.487 de 1945, se creó la Representación Permanente ante la Organización de las Naciones Unidas. La República Argentina había ...

Durante la presidencia de Edelmiro Julián Farrell y por decreto 26.487 de 1945, se creó la Representación Permanente ante la Organización de las Naciones Unidas. La República Argentina había contado entre 1935 y 1939 con una Delegación Permanente ante la Sociedad de las Naciones con asiento en Ginebra, al frente de la cual se desempeñó el doctor Enrique Ruiz Guiñazú.

Luego de la adhesión por nuestro gobierno al Acta de Chapultepec, una delegación, cuyo presidente en ejercicio fue el embajador en Gran Bretaña doctor Miguel Ángel Cárcano, participó de la Conferencia de San Francisco. Allí suscribió la “Carta de las Naciones Unidas”, que sería ratificada a través del decreto 21.195 del 8 de septiembre de 1945.

El 10 de noviembre de ese año, por decreto 28.114 que refrendó el canciller Juan Isaac Cooke, se designó al subsecretario de Relaciones Exteriores y Culto, Lucio Manuel Moreno Quintana, Delegado Plenipotenciario Permanente ante las Naciones Unidas. Nacido en París el 31 de agosto de 1898, hijo de Hilarión Domingo Moreno y Adela Mercedes Quintana, se graduó como doctor en Derecho y Ciencias Sociales; falleció en Buenos Aires el 28 de diciembre de 1979.

En noviembre de 1945 circulaban versiones sobre el establecimiento de las relaciones diplomáticas argentino-soviéticas (Moscú se había opuesto al ingreso de nuestro país en la Organización). La Nación del día 16 reprodujo un comunicado según el cual el titular del Palacio San Martín consideraba dicha normalización “una cuestión de oportunidad, que todavía no se ha producido”. Ese mes se designó la delegación a la Primera Asamblea General a celebrarse en Londres en enero de 1946. Presidida por Moreno Quintana, fue vicepresidente el doctor Adrián César Escobar (embajador en Francia) y delegado plenipotenciario el doctor Pablo Santos Muñoz (Embajador en el Perú).

El 9 de agosto de 1946 se dejó sin efecto el nombramiento de embajador extraordinario y plenipotenciario en favor del doctor Moreno Quintana, quien en Política internacional de la República Argentina (1948) concluiría: “Hasta ahora poco fructíferos, los resultados de la organización de la U.N. no son como para alentar mucho optimismo. El mundo entero espera la guerra y no la detendrá con formas jurídicas la organización internacional. ¡Triste porvenir! La Argentina poco tiene que hacer en la U.N.”. En septiembre de 1946 fue designado delegado plenipotenciario permanente José Arce (1881-1968), tras desempeñarse en calidad de primer embajador argentino ante la República Popular China.

Este doctor en Medicina, oriundo de Lobería, llegó a presidir la Asamblea General en el Segundo Período de Sesiones Extraordinario (1948). De sus destacadas intervenciones pueden mencionarse el pronunciamiento contrario al poder de veto (debate general de octubre de 1946), el sostenimiento de la doctrina de no intervención en asuntos internos de los Estados (“Caso español”), el alegato en favor de la autodeterminación del pueblo de Cachemira, el apoyo a la independencia de Indonesia, el llamamiento a un acuerdo entre árabes y judíos ante la partición de Palestina y la condena a la invasión india de Hyderabad.

En una carta manuscrita al ministro Hipólito Jesús Paz, fechada en Buenos Aires el 31 de diciembre de 1949 y que se conserva en el archivo de la Cancillería, Arce puso a su consideración la renuncia al cargo de embajador señalando: “Entiendo que V.E. proyecta la reorganización del servicio exterior. Las sesiones de la 4ª Asamblea de las Naciones Unidas se clausuraron tres semanas hace y hoy expira el término para el que fue elegida Argentina en el Consejo de Seguridad. Las tareas más importantes de la representación que invisto quedan, pues, cumplidas. Procedo así con el propósito de dejar a V.E. la más amplia libertad de procedimiento en esa reorganización”. Sucedieron al doctor Arce, en carácter de delegados plenipotenciarios permanentes, Jerónimo Remorino, Rodolfo Muñoz, Juan Isaac Cooke y Aníbal Osvaldo Olivieri.

Luego de la resolución 257 (III) A de la Asamblea General, a través del decreto 10.751 del 15 de junio de 1956 (Aramburu-Podestá Costa) se adoptaría la denominación de Misión Permanente de la República ante las Naciones Unidas, al frente de la cual actuaron Mariano José Drago, Mario Octavio Amadeo, Bonifacio Del Carril, Augusto Palacios Arce, José María Ruda, Carlos Ortiz de Rozas, Enrique Ros, Juan Carlos Beltramino, Eduardo Roca, Carlos Manuel Muñiz (ministro de Relaciones Exteriores y Culto 1962-1963, creador del Instituto del Servicio Exterior de la Nación y presidente fundador del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales), Marcelo Delpech, Jorge Vázquez, Emilio Cárdenas, Fernando Petrella, Arnoldo Listre, César Mayoral, Jorge Argüello, María Cristina Perceval, Martín García Moritán, María del Carmen Squeff y Ricardo Lagorio. En octubre de 2024 fue designado representante permanente Francisco Tropepi.

El embajador Juan Archibaldo Lanús en De Chapultepec al Beagle, obra de referencia sobre la política exterior argentina desde 1945 hasta 1980, definió al ingreso en la Organización de las Naciones Unidas como “un triunfo de la diplomacia nacional” y afirmó que nuestro país pasó de una posición de relativo ostracismo en 1945 a otra de primera línea dos años más tarde.

Doctor en Relaciones Internacionales

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/opinion/genesis-de-la-mision-permanente-ante-las-naciones-unidas-nid24112025/

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