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Gabriel Rojas va al frente en Racing: se tatuó por duplicado a Maradona, ve videos de Sorin y sueña con la selección

Gabriel Rojas es un paciente perseguidor de sueños. Desde los 7 años, cuando empezó a jugar en Infantiles, supo que llegar puede llevar tiempo: acompañado por Ariel, su papá, se tomaba tres co...

Gabriel Rojas va al frente en Racing: se tatuó por duplicado a Maradona, ve videos de Sorin y sueña con la selección

Gabriel Rojas es un paciente perseguidor de sueños. Desde los 7 años, cuando empezó a jugar en Infantiles, supo que llegar puede llevar tiempo: acompañado por Ariel, su papá, se tomaba tres co...

Gabriel Rojas es un paciente perseguidor de sueños. Desde los 7 años, cuando empezó a jugar en Infantiles, supo que llegar puede llevar tiempo: acompañado por Ariel, su papá, se tomaba tres colectivos para unir Burzaco con el Bajo Flores, donde se entrenaba en San Lorenzo. Antes del debut en la Primera del Ciclón, en el que se destacó desde las divisiones formativas, había dado muestras del talento de su zurda en Arzeno y Pueyrredón, clubes del sur del conurbano bonaerense.

En aquellos viajes, como también en su casa, Gabriel supo de las proezas y hazañas de un ídolo cuyas maravillas traspasa las generaciones: Diego Armando Maradona. Las fotos e historias sobre el 10 eran parte de su vida cotidiana. Así, heredó la admiración y la pasión por Diego, que se transformó en el ídolo al que quiso grabar en su piel: se lo tatuó en la pierna derecha con la Copa del Mundo lograda en México 86.

En realidad, la conexión maradoniana del lateral izquierdo de Racing comenzó desde la cuna: nació el 22 de junio de 1997, en el undécimo aniversario de la icónica y mágica actuación de Diego ante Inglaterra, cuando inventó a puro potrero el Gol del Siglo y también La Mano de Dios. El 10 había utilizado el puño izquierdo para burlar el salto de Peter Shilton, aunque con la derecha “bendijo” a Rojas, que en un largo viaje a la zona de San Justo cumplió el sueño de conocerlo.

“Yo estaba en mi casa y un compañero que estaba en Riestra me avisó: ‘mirá que parece que esta tarde viene Maradona, se dice eso’. Me fui hasta el lugar que me dijo, iba a probar suerte. Estuve como seis o siete horas esperando, pero valió la pena porque pude conocerlo”, recuerda una de las figuras de la Academia, sentado sobre las escaleras del hall del club, en diálogo con LA NACION.

“Ese momento no me lo olvido más, fue un privilegio y una emoción muy grande conocer a Diego. Me puso tan nervioso estar al lado suyo que no le podía hablar, es más: me olvidé de mostrarle que lo tenía tatuado. Me senté con él y nos sacamos una foto. Esa foto la tengo en gigante en mi casa, es un recuerdo hermoso”, describe sobre aquel encuentro que lo marcó y en el que Maradona le abrazó la pierna izquierda.

Cada vez que camina hacia la cancha auxiliar para entrenarse, a metros del Cilindro de Avellaneda, ve a Diego reflejado en un mural que evoca su época como técnico de Racing, en 1995. De aquel encuentro que terminó con la foto tan deseada, Gabriel se hace un reproche: “Me arrepiento tanto de no haberme quedado un poco más. Nadie me dijo ‘andate, pibe’, pero estaba tan nervioso que no quise molestar y me fui después de cruzar algunas palabras”.

Sentado en una de las escaleras del Hall de Racing, espacio en el que está en los cuadros gigantes que reflejan al plantel campeón de la Copa Sudamericana y de la Recopa 2025, Rojas extiende la pierna derecha y exhibe su nuevo tatuaje en tributo a Maradona: es el rostro del 10, con la frente en alto, como supo llevar la bandera cada vez que representó a la selección.

“Estoy encantado de llevarlo tatuado. Me encanta ver sus videos, los goles que hacía en la selección, sus jugadas. Me gustan los videos que aparecen o alguna foto vieja suya”, cuenta sobre su ídolo, cuyo fallecimiento hace poco más de 5 años sigue resultándole algo increíble: “No termino de aceptar que no está. Para mí, él siempre va a estar, así lo recuerdo. Es mi máximo ídolo aunque no haya tenido el privilegio de poder verlo jugar en vivo”.

Rojas conoció al Dios del fútbol, al Papa Francisco (en una gira con San Lorenzo, en 2016) y es devoto de la Virgen. Y también cree, como sus compañeros, en el mensaje de Gustavo Costas. El técnico que siente y transmite a Racing como lo más sagrado, establece un vínculo especial con sus jugadores. Por eso, en épocas en las que luchar por un objetivo en común y por una camiseta parece “pasado de moda”, en la Academia hay muestras de sentimiento puro y sacrificios.

Cuando se desgarró ante Banfield, Rojas lloró en el banco de suplentes. La serie de semifinales con Flamengo, por la Copa Libertadores, era inminente. Con trabajos extras para intentar reparar el daño muscular, el lateral izquierdo forzó al máximo su cuerpo y jugó igual ante los brasileños, tanto en la ida como en la vuelta.

Luego de la eliminación internacional, que significó un golpe durísimo, el plantel dio muestras de carácter en el Clausura. Ante River, con el agónico 3-2 logrado a un minuto del final para clasificarse a cuartos de final, exhibió nuevamente su temple.

-¿La clave de este Racing nace desde el corazón?

-Corazón, ganas, humildad y trabajo: somos un grupo con hambre y ganas. Y tenemos un entrenador que nos transmite todo eso. Esto lo armó y contagió Gustavo: todos queremos seguir mejorando y seguir ganando. El ejemplo más claro es lo que hizo nuestro capitán, Santiago Sosa (volvió tras una fractura de malar derecho). Nosotros no lo hacemos por obligación ni por vender nada, lo hacemos con el corazón. Lo hizo Santiago contra River, también Maravilla en el clásico (en febrero) con la rodilla (lesionada). Yo me desgarré y pedí jugar con Flamengo. Gustavo nos agradece esas cosas eternamente y nosotros tratamos de hacerlo de la mejor manera.

-¿Qué significó ganarle a River así y seguir luchando después de lo que pasó en la Libertadores?

-Teníamos la espina clavada de la Copa Argentina (River ganó 1-0) y de la semifinal con Flamengo, entonces tenemos la ilusión y las ganas de ir por este torneo. Nos brindamos al máximo, con aciertos y con errores, pero nunca jamás damos una pelota por perdida. Somos así hasta el final y contra River quedó demostrado. Se vivió algo muy lindo, como la noche que le ganamos sobre la hora a Peñarol en la Copa.

-¿Qué significaría ser campeones del Clausura?

-Muchísimo. Le damos mucha importancia porque tenemos un objetivo: entrar a la Copa Libertadores. Y para eso hay que salir campeón.

-¿Ya piensan en la Libertadores buscando una revancha?

-Sí, este plantel se acostumbró a jugar instancias decisivas. Logramos la Sudamericana, la Recopa y ahora nos quedó pendiente la Libertadores. Sentíamos que estábamos muy cerca de ganarla. Hay que corregir los errores, tratar de ganar este torneo y volver a jugarla el año que viene. Ganar la Libertadores con Racing es uno de mis sueños.

Junto con Adrián Martínez y Santiago Sosa, Gabriel fue elegido por la Conmebol como parte del equipo ideal de esta Libertadores. Cultor del perfil bajo, el lateral izquierdo de la Academia pide consejos para saber en qué y cómo mejorar su juego. Con 121 partidos y 4 goles con la celeste y blanca, también anhela ponerse otra casaca albiceleste: la de la selección.

“Uno siempre sueña jugar en la selección de su país. Sigo trabajando, no lo pienso a diario, pero sí intento mejorar partido a partido en mi club. Si un día llegara la citación, sería el jugador más feliz del planeta. Y si no llega, seguiré alentando como un argentino más”, afirma sobre el anhelo de estar en una lista de Lionel Scaloni, quien busca opciones a Nicolás Tagliafico en ese sector de la cancha.

-¿Sos de mirarte y analizar tu juego?

-Al otro día de los partidos, la gente del cuerpo técnico manda los videos individuales y los miro. Trato de corregir. En este momento me siento muy bien y también es gracias a mis compañeros, que me brindan la confianza de patear corners y de tomar la pelota parada. Estoy en un momento muy bueno, hay que aprovecharlo y siempre seguir mejorando.

-¿En qué jugadores te fijás?

-Miro mucho a un referente del puesto que ya se retiró: Juan Pablo Sorín. Fue un grandísimo jugador. Él llegaba muchísimo al área y hacía muchos goles, eso es algo que yo tendría que aportarle a mí juego. Me dicen ‘sé más egoísta, pateá más al arco’, pero uno busca la asistencia. Me gusta tener autocrítica y tratar de poder hacer más cosas.

Con el arribo de Costas, sumó a su juego la faceta de desempeñarse como carrilero, ya que en varios momentos del ciclo el equipo empleó un esquema con tres centrales y dos laterales-mediocampistas: “Me sentí bien cuando lo hicimos con ese esquema porque participamos más en ataque. Sí me gusta más jugar con línea de 4, pero no tengo problema si hay que cambiar”.

Con lo que tampoco tiene inconvenientes el zurdo es con el entrenamiento. Lleva, desde hace varios años, una rutina en doble turno fuera del club, siempre consensuada con el preparador físico del plantel. “Desde muy chico trabajo con un profe dos veces por semana en doble turno, me hace sentir bien para los partidos. También tengo el hábito de comer saludable, me doy el gusto con el asado, pero el entrenamiento y la alimentación los tengo incorporados”, resume sobre cómo se prepara.

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En la galería de imágenes de su carrera, la más preciada la vivió con Racing. “La final en Paraguay es el momento más lindo de mi carrera. Terminó el partido y se metió a la cancha mi familia, tengo el recuerdo de mi mujer (Sol) y mis hijos (Bastian y Giovanni) abrazándome llorando de alegría porque era mi primer título”, reconstruye Rojas, cuyos hijos ya se contagiaron de la pasión por la Academia: “Se ponen muy contentos por verme campeón y por el cariño que toda la gente me brinda. Como papá, me da un orgullo muy grande verlos así”.

En el último mercado de pases, cuando River se llevó a Maximiliano Salas y quiso seducir a Maravilla Martínez, hubo versiones sobre un presunto interés de Marcelo Gallardo por Rojas. Gabriel no recibió un llamado del entrenador del Millonario, pero sí hubo clubes detrás de sus pasos.

Racing le mejoró y renovó el contrato (hasta diciembre de 2028), aunque Costas ya se encarga con su estilo inconfundible de hablar con Rojas sobre lo que viene: “Gustavo viene todos los días y me dice ‘vos de acá no te vas a ningún lado’. Y yo le digo ‘pero si no me llamó nadie, ¿dónde me voy a ir, Gustavo?’, pero él se anticipa de mano al mercado de pases (risas). Tengo contrato, estoy muy feliz en Racing y voy a seguir”.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/gabriel-rojas-va-al-frente-en-racing-se-tatuo-por-duplicado-a-maradona-ve-videos-de-sorin-y-suena-nid01122025/

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