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Gabriel Reca, el entrenador del perfil bajo que puso al pádel argentino en la cima del mundo

En el medio de un grupo de canchas en Vicente López aparece la figura de un hombre de 51 años que es más trascendente de lo que muchos de los que pasan caminando y lo observan pueden imaginar. G...

Gabriel Reca, el entrenador del perfil bajo que puso al pádel argentino en la cima del mundo

En el medio de un grupo de canchas en Vicente López aparece la figura de un hombre de 51 años que es más trascendente de lo que muchos de los que pasan caminando y lo observan pueden imaginar. G...

En el medio de un grupo de canchas en Vicente López aparece la figura de un hombre de 51 años que es más trascendente de lo que muchos de los que pasan caminando y lo observan pueden imaginar. Gabriel Reca, 51 años, le escapa a los flashes y es cultor del perfil bajo. Su postura está lejos de ser la de un exdeportista que marcó una era como jugador de pádel, alcanzando el escalón más alto del mundo. Además, es uno de los entrenadores más prestigiosos del Premier Padel y es el técnico de la selección argentina que logró el título del mundo en Qatar en 2024.

Asegura que es difícil que brinde una entrevista. Sin embargo, cuando charla con LA NACION en el corazón del complejo Epic Max, uno de los centros de entrenamientos que impulsa Bullpadel y tiene a Reca como la cabeza del proyecto de formación, lo hace con una naturalidad que atrapa. Desde hace muchos años está instalado en España. Allí entrenó a Federico Chingotto, 3° del mundo, trabajó con Delfina Brea, la número uno del pádel femenino, estuvo al frente de la selección argentina junto con Rodrigo Ovide, con un plantel con jugadores como Agustín Tapia, el líder del ranking, Chingotto, Martín Di Nenno (12°), Franco Stupaczuk (5°), Leandro Augsburger, Alex Chozas (29), Carlos Gutiérrez (31) y Tino Libaak (44°).

Como jugador era un obsesivo, por eso logró conquistar hasta cinco campeonatos mundiales con Argentina y formó una pareja de alto vuelo con Sebastián Nerone, que se prolongó por nueve años y con la que logró el número 1 del mundo, en 2001. Táctico, cerebral y extremadamente exigente, es lo que le permitió convertirse en una referencia para las parejas de elite en el Premier Padel. En esta charla, analiza el juego, cómo ve el desarrollo en el país y qué pretende para la selección argentina.

-¿Qué te genera este crecimiento exponencial del pádel?

-Primero, satisfacción; porque cuando nadie creía en esto, nosotros creímos, jugábamos en lugares que nada que ver con los que hay ahora, jugábamos por pasión, nos gustaba el pádel, somos creyentes del pádel. Al pádel le fue mal y nosotros seguimos y creímos en el pádel y nunca imaginamos que iba a tener este crecimiento. Pero la verdad que es un placer ver cómo está el deporte, que está más vivo que nunca, que ya no es una moda. Vamos a la India, vamos a Cancún, vamos a cualquier lado del mundo y está instalada la actividad. Es más, en un aeropuerto de Arabia Saudita me conoció el de la tarjeta de embarque. Y pensaba: “Estamos en el culo del mundo y nos conocen”. Es increíble. Es un deporte muy noble, muy divertido, crea comunidad, buena disciplina, buena onda, creo que es un deporte top.

-Ver el nivel de jugadores como Chingotto o Tapia, ¿qué implica para vos?

-Mirá, yo a Agus lo tuve en la selección y es para enmarcar la humildad que tiene. Porque estábamos en el banco y yo le marqué una jugada, le pedía más, porque puede hacer todo, siempre desde el respeto. Y él me decía que estaba para sumar, que le pidiera lo que yo quería, que él lo iba a hacer. Una humildad... Porque, digo: es el uno y no se puso nunca en ese lugar. Con Fede también pasa lo mismo, porque Agustín lo miraba a Fede y le decía: “Vos pedime que yo te doy”. La verdad es que Agus, esa semana, fue uno más del equipo, cuando los mismos compañeros lo idolatran. La humildad y la conexión que hay cuando se juntan para jugar por Argentina es hermosa.

-¿Cuán difícil es ser entrenador de estos jugadores?

-Bueno, siempre tenés que evolucionar porque te mejora la parte mental, te permite conocer más sobre la alimentación de los atletas... El entrenador ya no es alguien que solo se ocupa de dónde tirar la pelota, hay muchos tips que les tenés que ir dando. Yo me considero más formador-entrenador que entrenador y la verdad es que a los buenos es muy fácil entrenarlos, porque los buenos saben lo que quieren y son humildes, es como Rafa Nadal que escucha lo que le dicen; a mí me encanta Tony Nadal porque es un tipo sencillo. No hay tanto humo como ahora en muchas cosas, que le da mucha vuelta a algo que es sencillo. Fede, por ejemplo, que es como un hijo para mí, es un tipo muy receptivo. Vos hablás cada torneo, cada momento, correcciones, consejos, y las toma bien, porque sabe que es lo mejor para él. A veces es más difícil trabajar con los que están en mitad de tabla para abajo que creen saber lo que necesitan. Yo muchas veces les digo, “si sabes lo que necesitas, ¿por qué no ganás?" Los que son buenos te escuchan.

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-¿Qué representa para vos ver a Delfina Brea como la número uno del mundo?

-Es un orgullo. A Delfi la conozco desde que es chiquita, la entrené. Delfi ganó su primer torneo conmigo. Es un orgullo, aparte de ser amigo del padre (Nito Brea), es argentina. Delfi siempre fue una banderada de Argentina. Siempre fue la primera que estuvo a disposición de la selección. Siente los colores. Es una chica que se rompió el culo para estar donde está y se lo merece.

-¿Qué entendés que se debe mejorar para tratar, a muy largo plazo, que Argentina puede tener el nivel de competencia que España?

-Bueno, hoy creo que por suerte tenemos una APA (Asociación de Pádel Argentina) más presente, la verdad que desde que está Brito (Santiago, el presidente) cambió mucho, se hacen cosas. A veces la gente no lo valora, pero el crecimiento del pádel, aparte de lo que pasa en el mundo, está más sostenido. Creo que hoy la palabra más complicada de escuchar es “proceso”, porque la realidad es que hay que esperar que se cumplan los pasos, nosotros queremos ayudar para que eso pase. Es bueno que veamos clubes nuevos, iniciativas nuevas. Ayudar a los profesores para que sean mejor sus clases, eso te fideliza al que juega, pero no en el plano comercial, sino que te fideliza en el plano del pádel. Antes jugaban porque era moda, los profes eran tira pelotas, entonces creo que el crecimiento tan rápido del pádel hizo que falten profes, tenemos que ayudar en eso, en el crecimiento ordenado. Lo que pasa es que, bueno, en Argentina el crecimiento ordenado es complicado, porque ahora lo que triunfa es el TikTok, la inmediatez. Cuando vos le decís a un padre que su hijo va a explotar recién en 4 años, te responden “pero vos estás loco, no hay tiempo”. Hay jugadores que les entran las balas y otros jugadores a los que no. Creo que Argentina va por buen camino. Siempre fueron esfuerzos personales, privados, plata privada. No hubo un acompañamiento desde las instituciones, y creo que eso de a poquito se está haciendo. Lleva su tiempo, porque cuando está todo eso ordenado resultan las cosas.

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-¿Cómo ves el desarrollo de los jugadores argentinos en función de la renovación?

-Tenemos muchos chicos que están muy bien, más allá de los del Top 20. Creo que se necesita tiempo y después, como todo, el que hace las cosas bien gana y el que no las hace tan bien no gana. Esto es sencillo. Y a veces uno da hasta donde puede, es difícil de reconocerlo, pero bueno, tiene que saber qué guerra pelear. Yo lo peor que veo acá es esa inmediatez y esa necesidad de que mañana no sirve. Vos tenés que pensar en el futuro, en 10 años. Por al jugador en España le pasa lo mismo. Yo creo que hay una falencia del entrenador que le dice a los padres y al jugador lo que quiere escuchar. Yo siempre le digo, mira, si tu papá y tu mamá son los que más no te dicen en tu vida que te aman y tenés un entrenado todo el tiempo que sos un fenómeno, que todo es divino, es imposible mejorar. Cuando vos querés algo bueno del otro, le vas a decir la verdad por más que duela. Y si el otro, el receptor, tiene la capacidad de tomarlo para bien, va a salir mucho más sólido en su preparación. Nosotros estamos para corregir, no somos abuelos de los jugadores, estamos para corregir, para marcar, para cuidar, para sostener mientras vos haces las cosas bien.

-¿Por qué Arturo Coello y Tapia son los dominadores del circuito?

-Creo que se lo merecen, son muy profesionales. Llegaron a un grado de profesionalidad... Yo creo que son, a nivel anímico, la mejor pareja. No hay un reproche, siempre hay ánimo entre ellos. Arturo la puede tirar afuera y se animan todo el tiempo, no hay una mala cara. El estado de ánimo que tienen es siempre óptimo. Ganen o pierdan, porque son muy buenos perdedores. No es fácil. Ganando tanto y perdiendo, ellos son buenos ganadores y buenos perdedores, que eso es muy difícil. Son gente muy respetuosa, entonces creo que donde están es porque se lo merecen. Chingotto y Galán (Alejandro) son iguales. Son muy buenos los cuatro y el número uno es para una sola pareja

-¿Te ponés a pensar lo que vivieron con el último título contra España?

-Nosotros intentamos devolverle a Argentina la jerarquía que tiene. Para mí España y Argentina son la NBA. Y nosotros nos tenemos que comportar como tal, ganemos o perdamos. A mí me gusta que el argentino sea respetuoso, que hablen de él por el nivel. Me gusta una Argentina de Messi. Me gusta ese sistema de trabajo. Con Rodri vamos por la misma línea. Nosotros hasta le decimos cómo tienen que bajar a desayunar: medias, pantalón corto, camiseta... Somos un equipo. Y ahí está la humildad de Agustín, de Fede, de Martín, de Stupa, que son uno más que los chicos nuevos como Chozas, Ausburger, que se mimetizan con ellos, los tratan de igual a igual, y yo creo que eso los hace más grandes todavía. Esa clave de unión y humildad hizo que ganemos un título este año que estaba muy difícil. Tuvimos la difícil decisión de dejar a fuera a Bela (por Fernando Belasteguin), que cuando hablábamos con él se nos caían las lágrimas. La verdad que bueno, salió bien.

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-Como entrenador, ¿te interesa la interdisciplina con otros deportes?

-Me encanta, miro mucho qué hacen otros técnicos, cómo trabajan, qué dicen. Me gusta Tony Nadal, me gusta Guardiola, me gusta aprender. A mí me gusta por ejemplo Scaloni, el perfil bajo que tiene. Hizo un equipo, un grupo, impuso una manera de trabajo, no se mete en quilombos, no se pelea con la prensa. Es un tipo educado, es un tipo respetuoso, es un tipo metódico. Y mirá que lo prendieron fuego antes de Qatar. Lo mismo con el tema de Messi, que le dieron por todos lados y te puede gustar o no, pero los números están ahí y es el mejor de todos. Y es un tipo que jamás generó un problemas, siempre fue un ejemplo para todos, lo han maltratado de todos los colores. Creo que esa es la clave de un gran deportista.

-Como jugador eras obsesivo, como entrenador también, ¿Podés disfrutar de lo que haces?

-Si no disfrutase no estaría ahí. Y es más, viajo con los jugadores que tengo afinidad, para mí es muy importante estar involucrado. Tener un poquito la misma química que los demás. Es un trabajo, pero es un trabajo donde convivís, hacés cosas que me gustan. No es fácil, entonces es importante que la química sea buena y tener un poco los mismos valores.

-¿Te gustaría que esto que ustedes formaron con Rodri se extienda en el tiempo y pase a ser, no sé, como un legado?

-Nosotros queremos que Argentina mantenga esta conducta a lo largo del tiempo, esté quien esté. Fijate que lo logramos también porque está Cecilia Reiter con nosotros, que es un brazo nuestro dentro del equipo. Por más que nosotros no vengamos, estamos en contacto directo con ella, elegimos los jugadores, trabajamos con ella fue número uno indiscutida. No toma decisiones sola, sabe que hay una orden de mando, una cadena de mando y la respeta. Nosotros confiamos plenamente en ella. Brito va por esa línea, confía. La selección está por encima de todo. Nosotros no nos metemos en peleas, en discusiones. Pase lo que pase, llevamos a quien consideramos que tenemos que llevar y no hacemos ni amigos ni enemigos. Lo que pensamos es en el pádel argentino, porque es nuestro único objetivo.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/padel/gabriel-reca-el-entrenador-del-perfil-bajo-que-puso-al-padel-argentino-en-la-cima-del-mundo-nid24122025/

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